Señora Directora:

Recientemente se publicó en DF Mas la nota titulada 'Patagonia en Alerta: comunidad se organiza para frenar exceso de loteos', donde se habla de la necesidad de hacer frente al crecimiento de megaloteos en la Región de Aysén. Como fundadores de una iniciativa inmobiliaria que vende predios en la Patagonia, comulgamos con la propuesta que hace Arístides Benavente en la publicación, pero sostenemos que no se puede poner a todas las inmobiliarias dentro del mismo 'saco'.

Desde nuestra visión, el problema no radica en la venta de predios en la Patagonia, sino en cómo y para qué se venden. El camino correcto es a través del Derecho Real de Conservación (DRC), bajo la Ley 20930, que evita alteraciones en el ecosistema del predio adquirido. Es un derecho que establece un paradigma reflexivo de la conservación, cumpliendo una misión social y que fue concebido con el fin de proteger la naturaleza en espacios de menor tamaño.

El artículo citado pone el foco en grandes latifundistas, todos casos en los cuales no existe derecho de conservación constituido. Desde nuestra vereda, en cambio, buscamos que la conservación sea un derecho social, poder democratizarla y que deje de ser privilegio de pocos; por ello, es importante aclarar que existen grandes diferencias entre los propósitos de cada inmobiliaria: el nuestro es la intervención consciente y el valor compartido.