A tres años de su fundación, la Asociación de Productores Locales de Medicamentos (Prolmed) no solo ha madurado como el gremio que agrupa a los principales fabricantes y exportadores de medicamentos del país con plantas de alto estándar —Abbott, Andrómaco, Bagó, Laboratorio Chile y Saval—, sino que también ha trabajado para afianzar su mandato social de asegurar la calidad de todos los productos que se venden en Chile y mejorar el acceso a los mismos, promoviendo mayores estándares de fiscalización y exigencias de calidad para todos los medicamentos.

En este sentido, su presidente, José Luis Cárdenas, cuenta que se han involucrado en distintos actividades, aportando con su experiencia y también dando a conocer su rol y el impacto que tiene contar con medicamentos fabricados en el país, tanto en seguridad y eficacia como en precios y acceso.

— En este sentido, ¿cuál es su posición ante la Ley de Fármacos II que se discute en el Congreso? 'En materia regulatoria, la agenda transversal ha estado centrada en ‘disminuir el alto precio de los medicamentos en Chile’, algo que valoramos desde el gremio. No obstante, creemos que, en el caso de las políticas públicas, se debe decidir y legislar con información correcta y precisa, lo que no se ha dado en este caso.

Lo correcto es lo que han demostrado diversos estudios. Chile tiene un nivel promedio de precios de medicamentos de los más bajos de la región e incluso, en el caso necesarias para dispensar el medicamento.

Esto es muy grave. Hay varios otros puntos que nos preocupan por su carácter expropiatorio o derechamente inconstitucional, que tienen más relación con el marco del mercado, pero hay que poner en primera plana el riesgo sanitario, porque ya la salud tiene innumerables desafíos como para además retroceder en seguridad sanitaria. Estimamos que muchas de las iniciativas, más que ayudar a bajar los precios, tenderán a subirlos, ya que limitarán la oferta de medicamentos disponibles'.

— ¿Cómo esperan que continúe avanzando la tramitación de esta ley? 'Como Prolmed hemos sostenido desde un inicio que la discusión sobre un tema tan sensible para la vida de las personas no puede contaminarse con sesgos ideológicos ni prejuicios infundados, especialmente cuando existe tanta información disponible y que puede ser evaluada de manera limpia y objetiva con el fin de velar realmente por un acceso justo, seguro y oportuno a los medicamentos.

Además, parece del todo prudente esperar las conclusiones del estudio que está realizando la Fiscalía Nacional Económica sobre el mercado farmacéutico, ya que de este derivarán varias recomendaciones de modificaciones regulatorias.

Mejor hacer las cosas de una vez bien, que estar permanentemente modificando el marco regulatorio de una industria, que es la situación en la que nos encontramos hace más de diez años'. ámbito de calidad y seguridad. También es preocupante que el médico, quien mejor conoce a su paciente, no pueda indicar un medicamento específico, dejando esta decisión, y la responsabilidad que conlleva, a un tercero que no necesariamente tendrá las competencias sanitarias contexto del Acuerdo Nacional de Salud y que es como lo abordan muchos de los países con los que nos comparamos'.

— ¿Cuáles son para ustedes los aspectos más preocupantes? 'Entre los riesgos asociados al actual proyecto de Ley de Fármacos II, consideramos que lo más preocupante es el riesgo sanitario para los pacientes, al asumir que el mercado nacional es completamente intercambiable, cuando no lo es.

Hoy en día no existe una completa comparabilidad entre todos los productos que se ofrecen, especialmente en el de los genéricos, el más bajo. Para nosotros, como Prolmed, es fundamental aumentar el acceso a medicamentos, pero sin transar la calidad, eficacia y seguridad. Como país no nos podemos hacer esa trampa o encantarnos con espejismos que pueden poner en peligro la salud de los pacientes.

Chile tiene que avanzar tanto en la oportunidad del acceso, como en rebajar el gasto de bolsillo, mejorando la protección financiera actual.

Dado el alto gasto en bolsillo en medicamentos, que no se puede ni debe confundir con un alto precio de ellos, es necesario también que el sistema público, que atiende al 80% de la población, cumpla de mejor forma con su misión en la entrega de los medicamentos que se encuentran garantizados, en forma gratuita o con copagos bajos, y en ello hay mucho por mejorar, como por ejemplo, avanzando en nuevos esquemas de seguros que cubran medicamentos ambulatorios, como los propuestos en el contexto del Acuerdo Nacional de Salud y que es como lo abordan muchos de los países con los que nos comparamos'.

— ¿Cuáles son para ustedes los aspectos más preocupantes? 'Entre los riesgos asociados al actual proyecto de Ley de Fármacos II, consideramos que lo más preocupante es el riesgo sanitario para los pacientes, al asumir que el mercado nacional es completamente intercambiable, cuando no lo es.

Hoy en día no existe una completa comparabilidad entre todos los productos que se ofrecen, especialmente en el ámbito de calidad y seguridad. También es preocupante que el médico, quien mejor conoce a su paciente, no pueda indicar un medicamento específico, dejando esta decisión, y la responsabilidad que conlleva, a un tercero que no necesariamente tendrá las competencias sanitarias necesarias para dispensar el medicamento.

Esto es muy grave. Hay varios otros puntos que nos preocupan por su carácter expropiatorio o derechamente inconstitucional, que tienen más relación con el marco del mercado, pero hay que poner en primera plana el riesgo sanitario, porque ya la salud tiene innumerables desafíos como para además retroceder en seguridad sanitaria.

Estimamos que muchas de las iniciativas, más que ayudar a bajar los precios, tenderán a subirlos, ya que limitarán la oferta de medicamentos disponibles'.

— ¿Cómo esperan que continúe avanzando la tramitación de esta ley? 'Como Prolmed hemos sostenido desde un inicio que la discusión sobre un tema tan sensible para la vida de las personas no puede contaminarse con sesgos ideológicos ni prejuicios infundados, especialmente cuando existe tanta información disponible y que puede ser evaluada de manera limpia y objetiva con el fin de velar realmente por un acceso justo, seguro y oportuno a los medicamentos.

Además, parece del todo prudente esperar las conclusiones del estudio que está realizando la Fiscalía Nacional Económica sobre el mercado farmacéutico, ya que de este derivarán varias recomendaciones de modificaciones regulatorias. Mejor hacer las cosas de una vez bien, que estar permanentemente modificando el marco regulatorio de una industria, que es la situación en la que nos encontramos hace más de diez años'.