A mediados de febrero, probablemente son muchos los niños que están evitando pensar en el retorno a clases. Sin embargo, estas fechas son perfectas para empezar a realizar algunas actividades y cambios de hábitos para hacerles más llevadero el regreso a las aulas a los más chicos.

María Díaz, psicóloga infantojuvenil del Centro de Terapia del Comportamiento, dice que el primer paso es hacer un recuento de la vacaciones para "saber qué fue lo que más les gustó y si descansaron".

En paralelo, sostiene, "hay que recordarles que ya hemos recobrado energías, que será hora de volver al colegio y preguntarles cómo se sienten, cómo se imaginan que será este nuevo año y qué esperan aprender".
El repaso escolar

Entre las actividades que se pueden realizar para crear un buen ambiente previo al colegio está "hacer un calendario y ponerlo a la vista, con sus nuevos horarios de clases", dice la experta.

Por su parte, la psicopedagoga y directora general de agencia Playeducation, Alejandra Villegas, menciona que es necesario para afrontar el futuro escolar "familiarizar a los niños con los materiales que van a usar, motivándolos a leer un libro de su propio interés para que la comprensión de lectura no se pierda, e incentivándolos a jugar dominó o cartas, para que mantengan su agilidad mental".

Aunque Villegas recalcó que hay que ir poco a poco, debido a que "en el fondo la idea no es generar un estrés sino dar al niño una seguridad desde lo que ya aprendió", manifestó. Y añadió que "es una inducción gradual que se hace las últimas dos semanas. Se trata de conectarlos con lo que se viene".

Patricia Jirikils, psicóloga de Smart Coach, plantea que es necesario que los niños retomen sus hábitos antes de volver a clases, pero eso no quiere decir que los padres deban obligarlos a releer los contenidos que pasaron en su último año.

"No es necesario que tomen los cuadernos para repasar. Diversos estudios dan cuenta de que repasar las materias anteriores no significa que el niño haya consolidado el aprendizaje... Lo más probable es que en la escuela van a volver a repasar cuando hacen las primeras pruebas y los nivelan. Recuerdan qué se vio", dice la especialista.
Lo positivo

Jirikils manifiesta la importancia del discurso que tengan los adultos: "Creo que la familia tendría que destacar que estudiar es entretenido, que leer es súper divertido, que ir a la escuela es lo máximo, para tener niños que tengan la disposición de aprender".

La especialista comenta que la misma actitud se debe replicar, por ejemplo, cuando los padres acudan a comprar el uniforme o útiles escolares con sus hijos y ellos no se muestran muy contentos.

"Si te invito a comprar las cosas del colegio es porque es importante. También recalcar que se reencontrarán con los compañeros al iniciar las clases. Así, el niño va a estar más predispuesto", dice Jirikils.
No estresar

Rodrigo Pereira, psicólogo de la Universidad Bernardo O'Higgins, coincide en la importancia de no presionar a los hijos con el inicio del año académico.

"Se recomienda que sea de manera paulatina y no tan impositiva, ya que esto provocará una respuesta mucho más desafiante, es decir, irlos programando poco a poco y hacerles ver que es un deber y responsabilidad que deben cumplir para que sean compensados en sus derechos, usando la motivación e involucrarse en este proceso de manera positiva y dinámica".
Modificar el horario

La adecuación horaria también es relevante, puesto que los menores están acostumbrados a un horario de vacaciones.

"Unas semanas antes de la vuelta a clases, hay que tratar de que se acuesten más temprano para generar un horario acorde al que van a tener en el año. Si no, las primeras semanas de acostumbramiento se hacen agotadoras", comenta Villegas.