La sustentabilidad dejó de ser un tema contrapuesto a la productividad, para alzarse como una alternativa que no sólo es responsable con el medioambiente, sino que también es capaz de generar resultados productivos competitivos.Y no se trata de un desarrollo teórico.

En Chile, la experiencia desarrollada por Fundación Alerce en alrededor de 1.300 hectáreas emplazadas en las regiones de Los Ríos, los Lagos y Magallanes, usando las mejores herramientas de los manejos químico y orgánico que dan origen al modelo integrado, fue presentada a la Quinta Versión del Premio Nacional de Medioambiente Recyclapolis, obteniendo el primer premio 2018 en la categoría Tierra-Fundación.

"Mostramos específicamente la experiencia que hemos desarrollado la Estancia Primavera, ubicada en la region de Magallanes, donde dentro de 800 hectáreas de un total de más de 7.000 -la mayor parte de ellas bosque-hemos avanzado en solo tres años en una sostenida recuperación del suelo que nos ha permitido llevar al doble la carga animal, con un costo/resultado altamente competitivo, lo que nos ha permitido avanzar en la conciliación de los factores de productividad agrícola y conservación", explicó el director ejecutivo de Fundación Alerce 3.000, Francisco Calabi.

OBJETIVO
la Fundación es una iniciativa del empresario Nicolás Ibáñez Scott, que se dedica a promover métodos sustentables de uso de la tierra, en el más amplio sentido de la palabra, es decir, abarcando los aspectos ecológico, económico, social y emocional.

"Queremos romper el paradigma de que la sustentabilidad es un problema para las empresas, por una mayor cantidad de costos y complicaciones de todo tipo. Nuestra experiencia busca demostrar que cuando esta se desarrolla desde el alma de la estrategia de negocios, solo trae beneficios", agregó Calabi.Entre los indicadores de éxito de la Estancia Anita exhibidas por Alerce 3.000 en la quinta versión del Premio Nacional de Sustentabilidad, se cuentan el aumento de la capacidad de carga animal, disminución de los costos de fertilización, reemplazo de moléculas químicas por productos biológicos y disminución de la huella de carbono.

Francisco Calabi indica que estas experiencias son tan aplicables a la agricultura familiar campesina como a gran escala. "Entendemos por manejo integrado la utilización de las mejores herramientas del manejo químico y orgánico de manera sustentable. Esto siempre va a dar buenos resultados, también porque genera productos más saludables, un elemento sobre el cual los consumidores del mundo toman cada vez más conciencia", agrega Calabi. El director ejecutivo de Fundación Alerce 3.000 concluyó que, a su juicio, el manejo integrado tiene una proyección para todo el pais. "En la fruta ya se está haciendo fuertemente, porque el mercado pide menos moléculas químicas, lo que obliga a trabajar cada vez más con productos biológicos. Desde ese punto de vista, sin duda que este es el futuro de la agricultura, por lo cual la expansión de este modelo no tiene techo".