La alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, concluyó ayer su visita a Venezuela para constatar la crisis humanitaria y las denuncias de violaciones a los derechos humanos cometidas por el régimen de Nicolás Maduro. En su última jornada en el país, la expresidenta de Chile sostuvo reuniones con el líder opositor, Juan Guaidó, y con Maduro.

'Fue profundamente doloroso escuchar el anhelo de las víctimas y de los familiares por obtener justicia ante casos de graves violaciones de derechos humanos o casos de víctimas de la violencia política por ser partidarios del régimen', dijo ayer la alta comisionada en una breve declaración en el aeropuerto antes de dejar Venezuela. El informe final de su visita será entregado el 5 de julio.

Bachelet anunció que dejará un equipo de dos personas pertenecientes a su oficina para que continúe el monitoreo de la situación de DD.HH. en Venezuela y que evalúe cuáles son los principales 'obstáculos en el acceso a la justicia en el país'. 'Me he comprometido a continuar transmitiendo las demandas de las víctimas y abogar por la justicia para ellos, sean quienes sean los perpetradores', afirmó.

La expresidenta aseguró además que obtuvo el compromiso del gobierno de Maduro para que ese equipo tenga 'pleno acceso' a los centro de detención y a los 'privados de libertad', una condición que también estaría garantizada para los 'distintos mecanismos de DD.HH., incluidos los expertos independientes de Naciones Unidas'. Pidió además la liberación de 'todos quienes estén detenidos por ejercer sus derechos civiles y políticos de forma pacífica'.

'El propósito de mi visita fue abrir un espacio que permita mantener una relación más cercana y fluida con las autoridades y las instituciones del Estado, con la sociedad civil y por cierto con las víctimas y sus familiares. Mi deseo era venir y escuchar a todos los actores', dijo Bachelet quien pidió a las partes continuar con el diálogo que impulsa Noruega y en 'cualquier otro proceso de negociación'. 'Entiendo el escepeticisimo que existe sobre la posibilidad de que cualquiera de estas negociaciones prospere. Pero dada la situación que se vive en el país, debe instarse a todos los líderes a lograrlo. Mantener posiciones arraigadas en cualquiera de los dos lados solo agravará la crisis'.

La alta comisionada comentó que habló con las autoridades chavistas sobre la necesidad urgente de resolver la crisis económica en la que está el país con apoyo de las agencias de Naciones Unidas. 'Me preocupa que las sanciones impuestas este año sobre las exportaciones del petróleo y la comercialización del oro la están agravando', agregó.

Promesa de cooperación

La última reunión del día de Bachelet fue con Nicolás Maduro, quien le agradeció por haber aceptado la invitación que Caracas le había hecho en 2018 para visitar el país.

En la cita, Maduro le aseguró a Bachelet que 'puede contar conmigo como Presidente de la República para tomar con toda la serieda sus sugerencias, recomendaciones y para que en Venezuela prime un sistema de derechos humanos cada vez más profundo y mejor. Para llevar a juicio a cualquiera que viole estos derechos'. 'Hoy, con esta visita, hemos dado un primer paso de acercamiento a la oficina de la alta comisionada para una relacion fluida de cooperación por los derechos humanos en Venezuela', afirmó.

La alta comisionada había sido recibida por la mañana en la sede de la Asamblea Nacional por el líder de la oposición, Juan Guaidó, ocasión en la que, según el Presidente encargado de Venezuela, se habló 'principalmente de la situación de los derechos humanos en el país'. 'Le dije que no solo es importante atender las violaciones de los derechos humanos, sino también atacar la causa de todo esto, que es la dictadura', aseguró Guaidó a la salida de su encuentro con Bachelet (ver entrevista en A6).

El también jefe de la Asamblea Nacional afirmó que la exmandataria insistió en 'la liberación de los presos políticos'. En ese sentido, el líder opositor dijo que ella 'tiene muy claro cuál es su papel', y que su visita significa 'un reconocimiento implícito y explícito de la emergencia humanitaria que vive Venezuela'.

La exmandataria también sostuvo ayer un encuentro privado con el 'número dos' del chavismo, Diosdado Cabello, y con otros miembros de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente, reuniones de las cuales no se dieron a conocer mayores detalles.

Cuestionamientos

Pese a la expectativa causada entre la oposición y los grupos de derechos humanos por la visita de Bachelet, su corta estadía en el país y la inclusión de varias reuniones con gente del oficialismo en su agenda generaron algunas dudas.

'La visita fue muy breve, ( e incluyó) multiples reuniones a puertas cerradas, gran parte con jerarcas del régimen, con individuos que incluso están bajo investigación por la Corte Penal Internacional. Además, en esos encuentros solo se permitió acceso a los medios del gobierno, solo propaganda oficial. Eso ya habla muy mal, refleja una enorme falta de paridad', dijo a 'El Mercurio' José Miguel Vivanco, director de la División de las Américas de Human Rights Watch.

'La razon por la que Bachelet fue a Venezuela no fue para mediar en un conflicto o conocer puntos de vista de los distintos sectores. La razón era muy sencilla: examinar el récord de derechos humanos de una dictadura que ha cometido gravísimas violaciones a los derechos fundamentales y que tiene, además, sumido al país en una crisis sin precedentes en la región (…) Yo me pregunto, ¿el tiempo que duró la visita fue suficiente para constatar ese tipo de cosas?', agregó Vivanco.

La visita, además, podría tener mejores resultados para el gobierno en términos de imagen, dijo a este diario el analista venezolano y presidente de Datanálisis, Luis Vicente León. Esto, según el experto, ya que 'lo que diga la alta comisionada en su informe final (que será entregado el 5 de julio) no podrá ser muy diferente a lo que ya dijo el informe elaborado por la comisión que ella envió antes al país', y por la imagen que sus reuniones con representantes del gobierno dejará para Caracas.

'Hay que recordar que el gobierno de Maduro fue el que invitó a Bachelet al país, porque quería que viniese. El gobierno siente que la visita le puede favorecer, porque es una invitación del gobierno de Maduro, la recibe en el aeropuerto el canciller de Maduro, fue al Palacio presidencial de Maduro, etc. Con esto, un gobierno que tiene problemas de legitimidad y reconocimiento en una parte importante de la comunidad internacional, va a colocar sobre la mesa el reconocimiento implícito de su ejercicio del poder', dijo León.