Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2019-02-11
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Tipo: Suplemento
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Página(s): 4-5
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Sección: suplemento
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Centimetraje: 26x48
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Pie de Imagen
Aplicación de compost en un campo con maquinaria especializada.
El Mercurio - Revista del Campo
Suelos saludables, la apuesta de la agricultura regenerativa
La urgencia por satisfacer las necesidades alimentarias desencadenó la sobreexplotación del suelo. Como respuesta a este problema resurge la agricultura regenerativa, que busca devolver el equilibrio al suelo y aumentar su biodiversidad.
Los suelos del mundo se están deteriorando rápidamente, debido a la erosión, agotamiento de los nutrientes y la pérdida de carbono orgánico. Situación que tiene a las prácticas intensivas de producción agrícola en el banquillo de los acusados.
El suelo es fundamental para que los ecosistemas funcionen y para que la vida sea posible, pero existe desconocimiento acerca de esto.
"En realidad el suelo no es que sea el recurso más importante. Pero todo lo que comemos, respiramos y bebemos depende de él. El suelo es el recurso candado que permite que los otros existan', recalca la mexicana Laura Reyes, presidenta de la Unión Internacional de las Ciencias del Suelo.
No obstante, el desafío global es alimentar a una población del planeta que en 2050 llegará a 9 mil millones de habitantes, lo que implica aumentar en 60% la producción agrícola.
La degradación de los suelos también preocupa en Chile, ya que la erosión afecta a 36,8 millones de hectáreas, que equivalen al 49,1% del territorio nacional, según un estudio de Ciren hecho en 2010.
'El suelo es un componente del sistema productivo que se va degradando poco a poco, de manera silenciosa; entonces, cuando ya detectamos su degradación es demasiado tarde y lenta la recuperación', afirma Óscar Seguel, académico de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile.
Como respuesta al empobrecimiento actual de los suelos, que pone en peligro la capacidad para mantener la producción agrícola futura, surge la agricultura regenerativa, que lentamente, se transforma en una opción para quienes desean darle sustentabilidad a su negocio.
La agricultura regenerativa se conoce desde 1972 en Francia y en Estados Unidos, pero con otro nombre. Se llamaba biointensiva y tenía el mismo objetivo de proteger la salud del suelo.
Esta corriente durante los últimos 10 años se ha empezado a escuchar con más frecuencia y se ha hecho más masiva, aunque todavía de manera incipiente.
La agricultura regenerativa busca proteger al máximo la vida del suelo, tanto sus nutrientes como su biodiversidad.
TERRENOS CON BUENA SALUD
La sugerencia que hacen los expertos es darle importancia a masificar en el país el uso de sistemas de producción no convencionales.
Lo que busca la agricultura-ganadería regenerativa, opina Rafael Larraín, académico de la Universidad Católica, es capturar carbono en el suelo, aumentando la materia orgánica y la capacidad de retención de agua, la fertilidad y la biodiversidad. Además, al maximizar la cobertura del suelo, disminuye la erosión, aumenta la infiltración de agua y reduce su evaporación, lo que entrega mayor estabilidad y diversidad al sistema. Esta práctica también incrementa la materia orgánica del suelo y reduce la aplicación de compuestos que pueden ser tóxicos para los hongos, insectos y microorganismos en general.
Se centra principalmente en aportar materia orgánica para revivir el suelo a través de compost o guano de animales. Lo que se hace es que se le entrega al suelo un sustrato y se agregan los microorganismos para que le den vida.
Su fin no es comercial, porque no tiene como objetivo producir una gran cantidad de alimentos.
Una ventaja, algo más subjetiva, de este tipo de agricultura es que aparte de proteger la vitalidad del suelo y de producir un alimento con mayores nutrientes, se le atribuye un mejor sabor a los productos que se generan.
Lo que busca este sistema es entregarle al suelo las herramientas para tener mayor resistencia frente a un clima cambiante y la continua extracción de sus productos.
IMPULSO INTERNACIONAL
'El reto es que con los recursos disponibles y la cantidad de área que está dedicada a la agricultura produzca suficiente alimento y de una manera que no socave los recursos naturales', plantea Hivy Ortiz, oficial forestal de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Esta organización está impulsando sistemas agrícolas que promuevan el manejo sostenible del suelo. Porque esta gestión permitiría producir hasta 58% más de alimentos.
UN DIAGNÓSTICO INQUIETANTE
La agricultura tradicional que se utiliza actualmente en los cultivos se impulsó durante la llamada Revolución Verde, con la idea de que el suelo es un sostén para las raíces, pero algunos agrónomos determinan que este sistema de agricultura no es sustentable en el tiempo.
'El gran riesgo es la pérdida de suelo fértil y de suelos productivos. En Chile se está sobrefertilizando el suelo por los cultivos', cuenta Óscar Seguel.
La realidad en Chile es que el poco suelo agrícola de que se dispone se ha ido reduciendo por la degradación.
Las opiniones ponen un punto inquietante sobre el futuro.
'Hoy nos damos cuenta de que es una agricultura que no es sustentable en el tiempo', afirma Rafael Larraín.
'Es un modelo en el que hay que hacer cambios inmediatos", recalca Reyes.
Así, la agricultura convencional lentamente comienza a incorporar algunos elementos de las prácticas de la agricultura regenerativa.
VIABLE A LA LARGA
Algunos agrónomos concuerdan en que se abaratarían costos al proteger el suelo con mayores nutrientes, sin utilizar insumos externos que son costosos.
'A veces puede ser un poquito más ineficiente en los tiempos, pero a largo plazo logra un mejor equilibrio para los cultivos', declara Seguel.
Lo que explican expertos en suelo es que la producción es mayor si el suelo es saludable.
'No tenemos por qué producir menos que con la agricultura convencional; al revés, vas a mantener o vas a aumentar', recalca Francisco Calabi, director ejecutivo de Fundación Alerce 3000.
Según esta idea, las plantas que surgen de la agricultura regenerativa, como son más saludables, podrían producir un mayor número de alimentos.
Un argumento que justifica aplicar esta agricultura, es que actualmente los consumidores prefieren alimentos que sean sustentables y saludables, lo que le otorga mayor seguridad de venta.
Los que apoyan su rentabilidad se justifican en que 'tiende a ser después más barata que la agricultura tradicional, porque empezamos a necesitar muchos menos insumos. El suelo es capaz de mantener toda la actividad', detalla Larraín. Es decir, en la agricultura tradicional al tener inhabilitada la actividad del suelo, la planta no es capaz de encontrar nutrientes, entonces se utilizan fertilizantes.
No es agricultura orgánica
Este tipo de producción muchas veces se puede confundir con la agricultura orgánica, ya que en esencia ambas comparten la idea inicial que el suelo es vital para la condición del producto y que se debe tratar a este como un organismo vivo. Sin embargo, no son lo mismo. Académicos expertos en fertilidad de suelo postulan que la principal diferencia que existe entre ambas es en el tipo de herramientas que utilizan.
Por un lado, la agricultura orgánica es amigable con el medio ambiente, pero de igual manera busca producir grandes cantidades, para así obtener ganancias de la venta de los productos. Su prioridad no es cien por ciento la conservación de los nutrientes del suelo.
'La agricultura orgánica está restringida a elementos e insumos que no son de síntesis química. En cambio, en agricultura regenerativa, si bien hay una preferencia y una tendencia natural hacia los productos que no son de origen químico, no están prohibidos', explica Larraín.
Por otra parte, la agricultura regenerativa busca maximizar la vida del suelo y las interacciones positivas entre las plantas y toda la comunidad que vive en él, los microorganismos. Lo que postula este tipo de agricultura es que las herramientas no son perjudiciales en esencia, sino que pueden ser usadas de manera correcta o incorrecta. Entonces, aunque en ocasiones puede utilizar sistemas orgánicos, esto no es indispensable.
Para regenerar el suelo a través de un manejo integrado, se combina, por ejemplo, compostaje con fertilizantes, lo que agrega materia orgánica, microorganismos positivos y carbono. Con esto, aumenta la capacidad de retención de nutrientes en el suelo.
'La ventaja que podría tener la agricultura regenerativa, respecto de la agricultura orgánica, está ligada a las condiciones de suelo más que de productos', recalca Hirzel.
Con ventajas para ciertos cultivos y tamaños
Hay quienes plantean que este tipo de agricultura no es rentable, ya que no posee un mercado específico. 'La agricultura orgánica es un negocio maduro, ya consolidado. La agricultura regenerativa está recién naciendo en términos de conocimiento por la gente, por el público', afirma Juan Hirzel. Por ello, es que se cree que este tipo de agricultura es más costosa, ya que produce en menor escala y en superficies limitadas.
Frente a la factibilidad de utilizar solo este tipo de agricultura en todos los cultivos del país, Hirzel recalca que 'la agricultura regenerativa es buena para todo los sistemas de cultivo, buena en términos de salud, pero comercialmente no es adecuada para cultivos extensivos, porque no se pagaría, no sería rentable'.
No podría ser para todos los cultivos, porque 'son grandes extensiones, la población del mundo va creciendo y hay que producir alimentos, nosotros no podemos. Hoy día no permite poder tener los niveles productivos para poder satisfacer la necesidades alimentarias del país', explica Carlos Ovalle, agrónomo del INIA.
Algunos especialistas plantean que la agricultura regenerativa debería producir hortalizas solamente, porque estas acumulan elementos tóxicos.
'Yo recomiendo esta agricultura básicamente para aquellos alimentos que se consumen en fresco, y que pasan en pocos días de la huerta a la mesa', opina Hirzel.
Los países que firmaron la Agenda 2030 se comprometieron a lograr la degradación neutra del suelo para ese año. Por ello, la importancia que la FAO le atribuye al cuidado de los suelos, ya que benefician a la agricultura, influyen en el recurso hídrico, la calidad de los nutrientes en los productos, la disponibilidad de alimentos y en el calentamiento global.
Recuadro
1.000 años promedio puede demorar la formación de un centímetro de suelo en el planeta, según la FAO.
"Tiende a ser después más barata que la agricultura tradicional, porque empezamos a necesitar muchos menos insumos'. RAFAEL LARRAÍN FACULTAD DE AGRONOMÍA E INGENIERÍA FORESTAL PUC
"La agricultura regenerativa es buena para todo los sistemas de cultivo; en términos de salud, pero comercialmente no es adecuada para cultivos extensivos, porque no sería rentable'. JUAN HIRZEL INVESTIGADOR DEL INIA
Nex Prensa Escrita
Suelos saludables, la apuesta de la agricultura regenerativa
El Mercurio - Revista del Campo
La urgencia por satisfacer las necesidades alimentarias desencadenó la sobreexplotación del suelo. Como respuesta a este problema resurge la agricultura regenerativa, que busca devolver el equilibrio al suelo y aumentar su biodiversidad.
Los suelos del mundo se están deteriorando rápidamente, debido a la erosión, agotamiento de los nutrientes y la pérdida de carbono orgánico. Situación que tiene a las prácticas intensivas de producción agrícola en el banquillo de los acusados.
El suelo es fundamental para que los ecosistemas funcionen y para que la vida sea posible, pero existe desconocimiento acerca de esto.
"En realidad el suelo no es que sea el recurso más importante. Pero todo lo que comemos, respiramos y bebemos depende de él. El suelo es el recurso candado que permite que los otros existan', recalca la mexicana Laura Reyes, presidenta de la Unión Internacional de las Ciencias del Suelo.
No obstante, el desafío global es alimentar a una población del planeta que en 2050 llegará a 9 mil millones de habitantes, lo que implica aumentar en 60% la producción agrícola.
La degradación de los suelos también preocupa en Chile, ya que la erosión afecta a 36,8 millones de hectáreas, que equivalen al 49,1% del territorio nacional, según un estudio de Ciren hecho en 2010.
'El suelo es un componente del sistema productivo que se va degradando poco a poco, de manera silenciosa; entonces, cuando ya detectamos su degradación es demasiado tarde y lenta la recuperación', afirma Óscar Seguel, académico de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Chile.
Como respuesta al empobrecimiento actual de los suelos, que pone en peligro la capacidad para mantener la producción agrícola futura, surge la agricultura regenerativa, que lentamente, se transforma en una opción para quienes desean darle sustentabilidad a su negocio.
La agricultura regenerativa se conoce desde 1972 en Francia y en Estados Unidos, pero con otro nombre. Se llamaba biointensiva y tenía el mismo objetivo de proteger la salud del suelo.
Esta corriente durante los últimos 10 años se ha empezado a escuchar con más frecuencia y se ha hecho más masiva, aunque todavía de manera incipiente.
La agricultura regenerativa busca proteger al máximo la vida del suelo, tanto sus nutrientes como su biodiversidad.
TERRENOS CON BUENA SALUD
La sugerencia que hacen los expertos es darle importancia a masificar en el país el uso de sistemas de producción no convencionales.
Lo que busca la agricultura-ganadería regenerativa, opina Rafael Larraín, académico de la Universidad Católica, es capturar carbono en el suelo, aumentando la materia orgánica y la capacidad de retención de agua, la fertilidad y la biodiversidad. Además, al maximizar la cobertura del suelo, disminuye la erosión, aumenta la infiltración de agua y reduce su evaporación, lo que entrega mayor estabilidad y diversidad al sistema. Esta práctica también incrementa la materia orgánica del suelo y reduce la aplicación de compuestos que pueden ser tóxicos para los hongos, insectos y microorganismos en general.
Se centra principalmente en aportar materia orgánica para revivir el suelo a través de compost o guano de animales. Lo que se hace es que se le entrega al suelo un sustrato y se agregan los microorganismos para que le den vida.
Su fin no es comercial, porque no tiene como objetivo producir una gran cantidad de alimentos.
Una ventaja, algo más subjetiva, de este tipo de agricultura es que aparte de proteger la vitalidad del suelo y de producir un alimento con mayores nutrientes, se le atribuye un mejor sabor a los productos que se generan.
Lo que busca este sistema es entregarle al suelo las herramientas para tener mayor resistencia frente a un clima cambiante y la continua extracción de sus productos.
IMPULSO INTERNACIONAL
'El reto es que con los recursos disponibles y la cantidad de área que está dedicada a la agricultura produzca suficiente alimento y de una manera que no socave los recursos naturales', plantea Hivy Ortiz, oficial forestal de la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe.
Esta organización está impulsando sistemas agrícolas que promuevan el manejo sostenible del suelo. Porque esta gestión permitiría producir hasta 58% más de alimentos.
UN DIAGNÓSTICO INQUIETANTE
La agricultura tradicional que se utiliza actualmente en los cultivos se impulsó durante la llamada Revolución Verde, con la idea de que el suelo es un sostén para las raíces, pero algunos agrónomos determinan que este sistema de agricultura no es sustentable en el tiempo.
'El gran riesgo es la pérdida de suelo fértil y de suelos productivos. En Chile se está sobrefertilizando el suelo por los cultivos', cuenta Óscar Seguel.
La realidad en Chile es que el poco suelo agrícola de que se dispone se ha ido reduciendo por la degradación.
Las opiniones ponen un punto inquietante sobre el futuro.
'Hoy nos damos cuenta de que es una agricultura que no es sustentable en el tiempo', afirma Rafael Larraín.
'Es un modelo en el que hay que hacer cambios inmediatos", recalca Reyes.
Así, la agricultura convencional lentamente comienza a incorporar algunos elementos de las prácticas de la agricultura regenerativa.
VIABLE A LA LARGA
Algunos agrónomos concuerdan en que se abaratarían costos al proteger el suelo con mayores nutrientes, sin utilizar insumos externos que son costosos.
'A veces puede ser un poquito más ineficiente en los tiempos, pero a largo plazo logra un mejor equilibrio para los cultivos', declara Seguel.
Lo que explican expertos en suelo es que la producción es mayor si el suelo es saludable.
'No tenemos por qué producir menos que con la agricultura convencional; al revés, vas a mantener o vas a aumentar', recalca Francisco Calabi, director ejecutivo de Fundación Alerce 3000.
Según esta idea, las plantas que surgen de la agricultura regenerativa, como son más saludables, podrían producir un mayor número de alimentos.
Un argumento que justifica aplicar esta agricultura, es que actualmente los consumidores prefieren alimentos que sean sustentables y saludables, lo que le otorga mayor seguridad de venta.
Los que apoyan su rentabilidad se justifican en que 'tiende a ser después más barata que la agricultura tradicional, porque empezamos a necesitar muchos menos insumos. El suelo es capaz de mantener toda la actividad', detalla Larraín. Es decir, en la agricultura tradicional al tener inhabilitada la actividad del suelo, la planta no es capaz de encontrar nutrientes, entonces se utilizan fertilizantes.
No es agricultura orgánica
Este tipo de producción muchas veces se puede confundir con la agricultura orgánica, ya que en esencia ambas comparten la idea inicial que el suelo es vital para la condición del producto y que se debe tratar a este como un organismo vivo. Sin embargo, no son lo mismo. Académicos expertos en fertilidad de suelo postulan que la principal diferencia que existe entre ambas es en el tipo de herramientas que utilizan.
Por un lado, la agricultura orgánica es amigable con el medio ambiente, pero de igual manera busca producir grandes cantidades, para así obtener ganancias de la venta de los productos. Su prioridad no es cien por ciento la conservación de los nutrientes del suelo.
'La agricultura orgánica está restringida a elementos e insumos que no son de síntesis química. En cambio, en agricultura regenerativa, si bien hay una preferencia y una tendencia natural hacia los productos que no son de origen químico, no están prohibidos', explica Larraín.
Por otra parte, la agricultura regenerativa busca maximizar la vida del suelo y las interacciones positivas entre las plantas y toda la comunidad que vive en él, los microorganismos. Lo que postula este tipo de agricultura es que las herramientas no son perjudiciales en esencia, sino que pueden ser usadas de manera correcta o incorrecta. Entonces, aunque en ocasiones puede utilizar sistemas orgánicos, esto no es indispensable.
Para regenerar el suelo a través de un manejo integrado, se combina, por ejemplo, compostaje con fertilizantes, lo que agrega materia orgánica, microorganismos positivos y carbono. Con esto, aumenta la capacidad de retención de nutrientes en el suelo.
'La ventaja que podría tener la agricultura regenerativa, respecto de la agricultura orgánica, está ligada a las condiciones de suelo más que de productos', recalca Hirzel.
Con ventajas para ciertos cultivos y tamaños
Hay quienes plantean que este tipo de agricultura no es rentable, ya que no posee un mercado específico. 'La agricultura orgánica es un negocio maduro, ya consolidado. La agricultura regenerativa está recién naciendo en términos de conocimiento por la gente, por el público', afirma Juan Hirzel. Por ello, es que se cree que este tipo de agricultura es más costosa, ya que produce en menor escala y en superficies limitadas.
Frente a la factibilidad de utilizar solo este tipo de agricultura en todos los cultivos del país, Hirzel recalca que 'la agricultura regenerativa es buena para todo los sistemas de cultivo, buena en términos de salud, pero comercialmente no es adecuada para cultivos extensivos, porque no se pagaría, no sería rentable'.
No podría ser para todos los cultivos, porque 'son grandes extensiones, la población del mundo va creciendo y hay que producir alimentos, nosotros no podemos. Hoy día no permite poder tener los niveles productivos para poder satisfacer la necesidades alimentarias del país', explica Carlos Ovalle, agrónomo del INIA.
Algunos especialistas plantean que la agricultura regenerativa debería producir hortalizas solamente, porque estas acumulan elementos tóxicos.
'Yo recomiendo esta agricultura básicamente para aquellos alimentos que se consumen en fresco, y que pasan en pocos días de la huerta a la mesa', opina Hirzel.
Los países que firmaron la Agenda 2030 se comprometieron a lograr la degradación neutra del suelo para ese año. Por ello, la importancia que la FAO le atribuye al cuidado de los suelos, ya que benefician a la agricultura, influyen en el recurso hídrico, la calidad de los nutrientes en los productos, la disponibilidad de alimentos y en el calentamiento global.
1.000 años promedio puede demorar la formación de un centímetro de suelo en el planeta, según la FAO.
"Tiende a ser después más barata que la agricultura tradicional, porque empezamos a necesitar muchos menos insumos'. RAFAEL LARRAÍN FACULTAD DE AGRONOMÍA E INGENIERÍA FORESTAL PUC
"La agricultura regenerativa es buena para todo los sistemas de cultivo; en términos de salud, pero comercialmente no es adecuada para cultivos extensivos, porque no sería rentable'. JUAN HIRZEL INVESTIGADOR DEL INIA
Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2019-02-11
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Tipo: Suplemento
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Página(s): 4-5
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Sección: suplemento
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Centimetraje: 26x48
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