En el 2002, el Women Health Institute (WHI) divulgó un estudio que aseguraba que el uso de las terapias de reemplazo hormonal (TRH) durante la menopausia, incrementaba el riesgo de cáncer de mama, causando alarma y temor entre expertos y población femenina. Sin embargo, con el paso del tiempo la evidencia científica demostró que el uso de estos tratamientos, además de ser efectivos, también son seguros.

El cáncer de mama es la primera causa de muerte por cáncer en mujeres en Chile y el riesgo crece en la población mayor de cincuenta años. Si bien la incidencia varía en cada país, el riesgo de desarrollar esta enfermedad al usar una TRH combinada es del 0,1% anual si se compara con mujeres que nunca usaron TRH.

Pero no soto esta patología está mal asocia al tratamiento, a principios de este año el Instituto Mexicano del

Seguro Social (IMSS) aseveró que las mujeres son más propensas a padecer demencia a temprana edad, cuando los tratamientos son usados de manera prolongada.

Es necesario aclarar que el deterioro cognitivo no tiene relación con el uso de las templas, sino que se debe ala falta de estrógeno a causa de la menopausia. Incluso el riesgo de muerte por Alzheimer se reduce en aquellas mujeres con terapia.

Más de tres millones de mujeres se encuentran entrando o transitando esta etapa en nuestro país, de las cuales solo el 16% consulta con su doctor sobre los tratamientos disponibles. El no contar con una terapia adecuada en esta etapa, expone a las mujeres a sufrir severas patologías como problemas cardiovasculares, osteoporosis, Alzheimer, atrofia urogenital, entre otros.

Hoy la comunidad médica está enfocada en revertirla información errónea que durante años causó que muchas mujeres tuviesen temor y no solicitaran un n'atamiento adecuado para manejar la menopausia. El llamado esa confiar en las terapias, consultar con un doctor y realizarse la mamografia y un control ginecológico una vez al año.