Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2018-07-25
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   45
Sección:   PULPERÍA
Centimetraje:   31x26

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Alimentos con prebióticos de Aldea Nativa: miel cruda ($4.490), plátanos orgánicos ($1.200 el kilo), ágave orgánico ($4.490), lentejas ($2.690 el kilo) y garbanzos ($2.290 el kilo).

Algunos alimentos que contienen probióticos: chucrut fermentado ($8.690), kombucha ($2.690), yogurt natural de vacas de libre pastoreo ($4.150, 1 litro), yogurt de leche de coco ($5.490, 1 litro), jugo prensado y probióticos ($2.890) y probióticos en cápsulas (desde $9.990) en Aldea Nativa (Av. Tobalaba 1799, Providencia y Av. Manquehue 1960, Vitacura) o en www.lovinglife.cl.
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No son lo mismo, cumplen funciones diferentes y están presentes en alimentos súper distintos
¿Probióticos o prebióticos? Aprenda a distinguirlos y aumente sus defensas
Unos son bacterias beneficiosas que viven en el intestino; los otros, su alimento.
Bacterias y su alimento Si acostumbra a leer las etiquetas de los alimentos, quizá se ha confundido con los términos 'probióticos' y 'prebióticos'. ¿Son lo mismo? No, explica Ana Claudia Villarroel, nutrióloga de la Clínica Santa María.

'Los probióticos son microorganismos inocuos que habitan el aparato digestivo y regulan la flora intestinal', parte aclarando. Estas bacterias buenas refuerzan 'el sistema inmune aumentando las defensas, mantienen y reestablecen el equilibrio intestinal, evitan el estreñimiento, previenen alergias alimentarias y reducen el riesgo del cáncer de colon', enumera Bianca Mira, nutricionista de ISS Chile, empresa danesa con múltiples servicios, entre ellos el catering.

¿Y los prebióticos? 'Son sustancias presentes en los alimentos que no son digeribles por las enzimas humanas y que nutren a los grupos específicos de microorganismos que habitan en el intestino y favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas por sobre las nocivas', define Villarroel. En resumen, la diferencia radica en que los probióticos son bacterias beneficiosas (tales como bifidobacterias y lactobacilos) y los prebióticos son su alimento.

'Ambos deben ser consumidos de forma equilibrada, ya que los probióticos necesitan de los prebióticos para desarrollar sus diferentes funciones', recalca la nutricionista. Claudia Morales, gerenta de comunicaciones de Aldea Nativa (@aldeanativa en Instagram) y especialista en alimentación saludable, aconseja eso sí poner énfasis en el consumo de probióticos, que son más difíciles de encontrar en los alimentos comunes 'y no es necesario comerlos en grandes cantidades'.

Dónde encontrarlos

En baja concentración, los probióticos están naturalmente en alimentos que hayan pasado por un proceso de fermentación, como yogurt, quesos, chucrut, kombucha (té fermentado) o pan de masa madre. También existen suplementos para agregarlos en mayores cantidades a nuestra dieta, como bebidas lácteas probióticas y cápsulas que 'tienen indicación para diferentes patologías, por lo que habitualmente son indicadas por un profesional de la salud', aclara la doctora Villarroel.

Un régimen variado, que incluya verduras, frutas, lácteos y granos enteros, 'estimulará una correcta salud de la flora intestinal solo con estos alimentos; aunque de manera adicional y optativa también se pueden ingerir alimentos fortificados con probióticos', agrega. La nutrióloga de la Clínica Santa María subraya que se debe tener ojo con los probióticos que se encuentran habitualmente en los productos lácteos, 'porque la sobrevida de estos microorganismos depende de que se haya cumplido la cadena de frío; si no, no tienen ningún beneficio'.

Para Claudia Morales es recomendable consumir los probióticos en cápsulas, ya que una dosis más alta permite formar una colonia de estas bacterias buenas a nivel intestinal. 'Luego se pueden usar alimentos altos en probióticos para mantener la colonia', recomienda. Los prebióticos, en cambio, forman parte de una dieta relativamente normal que incluya frutas y verduras, y no es necesario añadirlos mediante suplementos. Los alimentos donde se encuentran presentes en mayor cantidad son el trigo, centeno, cebada, cebolla, plátano, miel, ágave, ajo, puerro, achicoria, alcachofa, espárrago, lentejas, garbanzos, habas, arvejas, papas y leche materna, enumera Villarroel.

Qué evitar

La flora intestinal de ve alterada por 'tratamientos antibióticos, las dietas altas en carbohidratos refinados, grasas saturadas y alimentos procesados', detalla la doctora Villarroel. Según advierte, publicaciones científicas demuestran que una dieta rica en azúcares, harinas blancas, grasas saturadas procesadas y baja en fibra precede al desbalance en la flora intestinal, lo que se relaciona a las enfermedades crónicas como la obesidad.

Coincide Claudia Morales: 'La flora intestinal se ve muy afectada por el consumo de alimentos procesados y por altos niveles de estrés, por lo que todos pueden verse beneficiados por el consumo de los probióticos'.
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PIERINA CAVALLI-