| Pais: Chile |
| Región: Metropolitana de Santiago |
| Fecha: 2019-12-05 |
| Tipo: Prensa Escrita |
| Página(s): C5 |
| Sección: Nacional |
| Centimetraje: 26x27 |
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El reentrenamiento es para un escenario de operaciones de Nivel 4 y Nivel 5. El primero consiste en intento de agresión para resistir el control, pero es una amenaza que no pone en riesgo vidas. El segundo es para un ataque premeditado con armas o tácticas lesivas graves o letales.
El Mercurio
La policía uniformada está recapacitando a más de 600 funcionarios:
Cómo es el reentrenamiento de las tropas de la policía uniformada para el uso de la escopeta antidisturbios
El curso incluye la asimilación de las distancias en que se puede efectuar un disparo y el fenómeno de la dispersión de los perdigones, entre otros elementos.
Hay que recorrer cerca de 45 minutos en auto para llegar desde el centro de Santiago hasta el Predio de Instrucción de Tiro de Carabineros en Curacaví. Allí asisten diariamente, desde ayer, uniformados para capacitarse en el uso de la escopeta antidisturbios bajo nuevos lineamientos. El sector rural que acoge el centro de entrenamiento está rodeado de cerros, por un lado, y se puede observar hacia el norte la Ruta 68, abriéndose paso hacia la costa. El sol pega fuerte a las 15:00 horas, cuando el termómetro indica que hay 31 grados.
Se trata de una medida impulsada por el Gobierno a raíz de los cuestionamientos al actuar policial en control de la violencia en las manifestaciones ocurridas desde el 18 de octubre. Hoy, el INDH registra un total de 241 personas con heridas oculares atribuidas al uso de los perdigones antidisturbios.
Son grupos de 30 funcionarios que participan de este curso de reentrenamiento de una jornada de cinco horas, donde tres y media son teóricas y una y media, práctica. La idea es, primero, internalizar los contenidos teóricos para luego reforzarlos al aplicarlos en el polígono de tiro, donde se establecen las distancias a las que se puede disparar a manifestantes cuando está en riesgo la vida de los funcionarios. También se estudia el radio de dispersión de los perdigones. Por ejemplo, al disparar desde una distancia de 20 metros, el radio de dispersión de estos es de 204 centímetros.
Son casi las 16:00 horas, el calor sigue fuerte y los participantes comienzan a equiparse para disparar. Casco, chaleco antibalas, algunos usan guantes y otros no, porque 'me gusta sentir el arma en mis manos', relata un funcionario, que se dispone a recibir las instrucciones de un capitán del GOPE, que también es instructor de DD.HH.
El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, participó ayer de una de las jornadas de reentrenamiento. 'La experiencia de los últimos 40 días nos lleva a tomar medidas. Una de ellas tiene que ver con que todos los funcionarios certificados en el uso de la escopeta antidisturbios tengan un reentrenamiento obligatorio', dice.
Explica que este proceso incluye tres componentes: la revisión de la legislación relativa a la defensa de los derechos humanos por parte de todo empleado público; el uso progresivo de la fuerza, se deben pasar ciertas etapas antes del uso de la escopeta, como advertencia verbal, uso de agua y gases, y actualmente solo se puede usar la escopeta si está en riesgo la vida del uniformado, y el entrenamiento práctico, donde se evalúan e incorporan los aspectos teóricos anteriores aplicados en un polígono de tiro, donde se estudia la ubicación del blanco, la distancia en que se puede ejecutar el disparo y el efecto que puede tener en la o las personas que impacte.
Sobre el impacto de esta medida, Ubilla asegura que 'hay que reentrenar a los funcionarios en escenarios de alta complejidad', lo que deberá concretarse en 10 días, recapacitando a 636 efectivos, 'que son todos los que están certificados para el uso de la escopeta de Arica a Punta Arenas'.
La coronel Karina Soza, jefa de la Dirección de DD.HH. de Carabineros, destaca que 'es importante, porque estamos comprobando empíricamente el grado de dispersión que pueden tener los perdigones y el daño que pueden causar en distintas distancias'.
Se trata de una medida impulsada por el Gobierno a raíz de los cuestionamientos al actuar policial en control de la violencia en las manifestaciones ocurridas desde el 18 de octubre. Hoy, el INDH registra un total de 241 personas con heridas oculares atribuidas al uso de los perdigones antidisturbios.
Son grupos de 30 funcionarios que participan de este curso de reentrenamiento de una jornada de cinco horas, donde tres y media son teóricas y una y media, práctica. La idea es, primero, internalizar los contenidos teóricos para luego reforzarlos al aplicarlos en el polígono de tiro, donde se establecen las distancias a las que se puede disparar a manifestantes cuando está en riesgo la vida de los funcionarios. También se estudia el radio de dispersión de los perdigones. Por ejemplo, al disparar desde una distancia de 20 metros, el radio de dispersión de estos es de 204 centímetros.
Son casi las 16:00 horas, el calor sigue fuerte y los participantes comienzan a equiparse para disparar. Casco, chaleco antibalas, algunos usan guantes y otros no, porque 'me gusta sentir el arma en mis manos', relata un funcionario, que se dispone a recibir las instrucciones de un capitán del GOPE, que también es instructor de DD.HH.
El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, participó ayer de una de las jornadas de reentrenamiento. 'La experiencia de los últimos 40 días nos lleva a tomar medidas. Una de ellas tiene que ver con que todos los funcionarios certificados en el uso de la escopeta antidisturbios tengan un reentrenamiento obligatorio', dice.
Explica que este proceso incluye tres componentes: la revisión de la legislación relativa a la defensa de los derechos humanos por parte de todo empleado público; el uso progresivo de la fuerza, se deben pasar ciertas etapas antes del uso de la escopeta, como advertencia verbal, uso de agua y gases, y actualmente solo se puede usar la escopeta si está en riesgo la vida del uniformado, y el entrenamiento práctico, donde se evalúan e incorporan los aspectos teóricos anteriores aplicados en un polígono de tiro, donde se estudia la ubicación del blanco, la distancia en que se puede ejecutar el disparo y el efecto que puede tener en la o las personas que impacte.
Sobre el impacto de esta medida, Ubilla asegura que 'hay que reentrenar a los funcionarios en escenarios de alta complejidad', lo que deberá concretarse en 10 días, recapacitando a 636 efectivos, 'que son todos los que están certificados para el uso de la escopeta de Arica a Punta Arenas'.
La coronel Karina Soza, jefa de la Dirección de DD.HH. de Carabineros, destaca que 'es importante, porque estamos comprobando empíricamente el grado de dispersión que pueden tener los perdigones y el daño que pueden causar en distintas distancias'.
Recuadro
Expertos y congresistas se dividen ante nuevas armas no letales para manifestaciones
El presidente de la comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, Miguel Ángel Calisto, dice que la evaluación que hace el Gobierno sobre los nuevos métodos disuasivos no letales no es lo que se requiere, porque 'es más importante una profunda modernización de las policías, que revise desde la formación con apego a la defensa de los derechos humanos el rol de cada una de las policías, funcionamiento interno, dependencia, protocolos y prácticas'.
Mientras que el diputado de la misma comisión, Gonzalo Fuenzalida, destaca que hoy existe un objetivo primordial para la policía uniformada: 'La tarea de las policías de establecer el orden público no es fácil e implica poder hacerlo con profesionalismo y respeto a los derechos humanos'. En ese sentido, agrega que 'toda medida tecnológica que ayude o mejore la gestión hay que verla con buenos ojos'.
Para la académica de la Universidad de Santiago Lucía Dammert, la urgencia debería estar puesta en otros ámbitos. 'Este tipo de noticias me parece que deberían ser más privadas, porque más que aliviar la sensación que hay de una policía abusiva en la ciudadanía, pueden contribuir a avivarla. Por otro lado, me gustaría saber cómo llegan a la conclusión de que este tipo de armas no letales son las que necesitan, porque hace unos meses hablábamos de otro tipo de armas no letales, como los taser (pistolas de electroshock)', dice.
Mientras que el general (r) Aldo Vidal, exjefe de la Zona Control Orden Público e Intervención entre 2016 y mediados de 2018, acota: 'No son la única solución, pero sí son un aporte'.
Sobre los nuevos elementos disuasivos, agrega que es indispensable el uso de la escopeta antidisturbios como arma intermedia entre el agua, los gases y el arma de servicio letal, 'y lo que hay que hacer es buscar otro tipo de cartucho, que provoque el menor daño posible, porque debe existir ese recurso intermedio'. Respecto del tinte en el agua del guanaco, señala que en su minuto se probó y evaluó un arma parecida a las que se utilizan en el paintball con cartuchos con tinta, 'pero se concluyó que era extemporáneo, o sea que en ese contexto no servía para la realidad que enfrentábamos', aunque concluye que 'en el contexto actual sería de gran efectividad'.
El exsubsecretario de Carabineros y secretario general de la U. Central, Neftalí Carabantes, releva la importancia de utilizar armas no letales, 'lo que urge concretar. Es clave utilizar tecnología de punta, sobre todo con miras a reivindicar el uso legítimo de la fuerza, más aún a la luz de los graves excesos conocidos'.
El presidente de la comisión de Seguridad de la Cámara de Diputados, Miguel Ángel Calisto, dice que la evaluación que hace el Gobierno sobre los nuevos métodos disuasivos no letales no es lo que se requiere, porque 'es más importante una profunda modernización de las policías, que revise desde la formación con apego a la defensa de los derechos humanos el rol de cada una de las policías, funcionamiento interno, dependencia, protocolos y prácticas'.
Mientras que el diputado de la misma comisión, Gonzalo Fuenzalida, destaca que hoy existe un objetivo primordial para la policía uniformada: 'La tarea de las policías de establecer el orden público no es fácil e implica poder hacerlo con profesionalismo y respeto a los derechos humanos'. En ese sentido, agrega que 'toda medida tecnológica que ayude o mejore la gestión hay que verla con buenos ojos'.
Para la académica de la Universidad de Santiago Lucía Dammert, la urgencia debería estar puesta en otros ámbitos. 'Este tipo de noticias me parece que deberían ser más privadas, porque más que aliviar la sensación que hay de una policía abusiva en la ciudadanía, pueden contribuir a avivarla. Por otro lado, me gustaría saber cómo llegan a la conclusión de que este tipo de armas no letales son las que necesitan, porque hace unos meses hablábamos de otro tipo de armas no letales, como los taser (pistolas de electroshock)', dice.
Mientras que el general (r) Aldo Vidal, exjefe de la Zona Control Orden Público e Intervención entre 2016 y mediados de 2018, acota: 'No son la única solución, pero sí son un aporte'.
Sobre los nuevos elementos disuasivos, agrega que es indispensable el uso de la escopeta antidisturbios como arma intermedia entre el agua, los gases y el arma de servicio letal, 'y lo que hay que hacer es buscar otro tipo de cartucho, que provoque el menor daño posible, porque debe existir ese recurso intermedio'. Respecto del tinte en el agua del guanaco, señala que en su minuto se probó y evaluó un arma parecida a las que se utilizan en el paintball con cartuchos con tinta, 'pero se concluyó que era extemporáneo, o sea que en ese contexto no servía para la realidad que enfrentábamos', aunque concluye que 'en el contexto actual sería de gran efectividad'.
El exsubsecretario de Carabineros y secretario general de la U. Central, Neftalí Carabantes, releva la importancia de utilizar armas no letales, 'lo que urge concretar. Es clave utilizar tecnología de punta, sobre todo con miras a reivindicar el uso legítimo de la fuerza, más aún a la luz de los graves excesos conocidos'.
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Daniel Inostroza G. -
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