Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-05-20
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   D4
Sección:   Innovación - Emprendedores
Centimetraje:   19x28

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Jacinta Fanjul, jefa de Innovación Social de la U. de los Andes y fundadora de la incubadora.
El Mercurio
Actualmente está apoyando a cuatro innovadores:
U. de los Andes debuta con incubadora de innovación social con foco en proyectos de base científico-tecnológica
El sistema contempló la creación de una metodología propia que permite identificar los puntos débiles de las iniciativas incubadas y desarrollar un plan de trabajo para su llegada al mercado y escalamiento.
Una tecnología para potabilizar agua con nanopartículas de cobre, una plataforma que busca apoyar el proceso de inserción de los niños en residencias del Sename y un sistema con inteligencia artificial para crear huertos verticales eficientes, son algunos de los proyectos que desde este mes ya son parte del portafolio de la incubadora de innovación social de la Universidad de Los Andes, que a fines de abril hizo su debut en el ecosistema para transformar ideas de académicos y alumnos en startups.

Jacinta Fanjul, jefa de Innovación Social de la U. de los Andes y fundadora de la incubadora, cuenta que la nueva iniciativa busca replicar el modelo que hace una década inauguró la universidad con la Dirección de Innovación, unidad que nació para transferir investigaciones de ciencia aplicada de esa casa de estudios al mundo real. Esta vez con foco en proyectos de innovación social, en 2019 comenzó a gestarse la incubadora a partir del interés de alumnos: 'Empezamos a ver que habían muchos proyectos que se quedaban en la primera etapa, como de ideación o prototipo, pero no alcanzaban a avanzar'. Luego en 2020 hicieron un scouting más exhaustivo en cada una de las escuelas de la universidad y encontraron 38 proyectos que comenzaron un proceso de apoyo, trabajo que llevó a la idea de crear la incubadora en enero de este año.

Así, definieron que esta se enfocará en proyectos de base científica y tecnológica, debido a que estas características permiten que efectivamente la solución sea innovadora y escalable. 'Hay muchas incubadoras que se focalizan en el emprendimiento social, por ejemplo, una cafetería que trabaja con integración, esto ha tomado mucha fuerza en Chile. Sin embargo, cuando hablamos de innovación hablamos de una exigencia más, porque además de impacto, queremos que sea algo que genere una nueva forma de solucionar un problema, que sea más eficiente y replicable', asegura Fanjul.

Metodología propia

Con el objetivo de lograr la transferencia tecnológica de los proyectos, el año pasado el equipo de 20 académicos que empezaron a crear la hoy ya formalizada incubadora, generaron una definición sobre qué es innovación social: aquella que tiene que tener impacto medible y responder a uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU; que tiene que ser de base científico-tecnológica y que debe tener un modelo autosustentable, replicable y escalable. Además, crearon 'AndIS', una metodología propia con la que diagnostican al proyecto en estas tres dimensiones que delinearon. 'Cuando el proyecto entra a nuestro proceso hacemos una medición en cada una de estas variables y generamos una nota en estos ámbitos y una nota general. A partir de eso definimos un plan de trabajo, con el que después se puede volver a medir, para ver si la nota aumenta o no, se hace un roadmap muy claro', explica Fanjul.

Esta metodología —que en el futuro buscan liberar al ecosistema—, ya la aplicaron en 2020 con los 38 proyectos que recibieron apoyo ese año, de los cuales finalmente avanzaron cuatro, que son los que hoy componen el portafolio de la incubadora: SIMPLI, el potabilizador de agua con cobre; Agrovertical, que buscar automatizar tareas como el riego en huertos verticales para eficientar recursos; Migo, plataforma relacionado al Sename y que apunta a los profesionales del manejo socioafectivo de los niños, y LarinGo!, un videolaringoscopio accesible y de bajo costo, que busca dar garantías al personal médico ante la exposición con pacientes. Todos están en fase de validación, algunos en laboratorio y otros en terreno, y para el año 2022 Fanjul proyecta que se complete la transferencia tecnológica. En relación a nuevos proyectos del portafolio, dice que este año buscan sumar diez innovaciones y que se comiencen a pilotear.

La académica indica que la universidad está levantando un fondo colaborativo: 'La idea es construir alianzas estratégicas y donaciones para quienes quieran apostar por estos innovadores sociales, para que puedan prototipar'.
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Sofía Neumann O.-