Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-02-27
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   5
Sección:   Sociedad
Centimetraje:   20x22

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En Estoril, dos bancos optaron por el blindaje con diseños y colores corporativos.
La Segunda
Gray: “Hay que distinguir el rayado de la consigna política”

'¿En qué momento podemos hablar de volver a la normalidad? Eso ya no va a pasar. No tendremos una Plaza Italia con flores en años. Falta juicio de realidad', parte diciendo el arquitecto Sebastián Gray, al referirse a la lucha de la Intendencia y de la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei, por disputar el Espacio Público a los grafiteros y manifestantes en general.

'No sé en qué se gastaron los $242 millones de la Intendencia (ver nota principal), pero si hubiera sido repintar espacios patrimoniales como el paseo Santa Lucía es plata mal gastada', agrega.

A diferencia de otros urbanistas como Iván Poduje, que plantean que se debe limpiar el espacio, él cree que 'hay que distinguir el simple rayado de la consigna política. Recordemos lo que ocurrió en mayo del 68 en París: el registro visual es tan potente, que es parte de la historia. Por eso, las autoridades tienen que tener sensibilidad histórica, social y aprender a administrar el caos'.

Novedad en Estoril

Una realidad distinta se ve en el sector oriente, donde empresas han recurrido de manera preventiva a instalar planchas metálicas como protección en caso de ataques. Y en Estoril se aprecia una novedad: blindaje con diseños coloridos, como el caso de las sucursales de los bancos Santander y Scotiabank.

Esta última firma adoptó la medida en diez de sus locales, la cual 'responde a un tema estético y a aprovechar esa vitrina para mostrar los colores que representan la política de diversidad e inclusión', respondió el banco. La medida en dichos locales continuará de forma indefinida y podría extenderse a otras instalaciones.

El decano de la facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo, Pablo Allard, cuestiona la implementación de este tipo de medidas en sectores que están 'fuera de las zonas de conflicto'. 'Claramente lo que hacen es mantener una imagen de violencia implícita y permanente. Independiente de eso, quienes quieran decorar, mimetizar sus blindajes con algunas intervenciones artísticas o con colores corporativos, bienvenido sea, pero eso implica que se está tratando de hacer más permanente o lúdico algo que es una señal de violencia y una invitación a mantener una percepción de inseguridad', sostiene.