Irradia optimismo, entusiasmo y energía. Pese a tener una triste historia familiar, dado que a los 24 años quedó sola debido a la muerte de todos los miembros de su familia a causa del cáncer, Emma Shakty decidió luchar y ganarle a la vida.

Por sus actividades laborales y ser una reconocida diseñadora de alta costura, vive en Antofagasta y Santiago.

Su experiencia familiar la marcó, y así tuvo la idea de ayudar a la Corporación Nacional del Cáncer (Conac) donando todo el dinero que recauda en sus desfiles.

¿Cómo surgió la idea de ayudar?

-Yo fui un día a Conac, me presenté y les dije yo quiero ayudarlos haciendo un evento de moda. Esto fue en 2016, y al año siguiente lo repetimos. Todos los fondos recaudados en los dos desfiles, los entregué para la habilitación de una nueva sala oncológica en Conac.

¿Por qué hice eso? Porque toda mi familia, mamá, papá y hermano murieron a causa del cáncer. En Santiago es complicado ayudar porque fundaciones hay muchas, pero en Antofagasta no se habían hecho eventos como el que propuse, pese a ser una ciudad con altos niveles de cáncer.

¿Desde entonces eres conocida como embajadora de Conac?

-Se logró el objetivo y así me dijeron que le iban a poner el nombre de mi mamá a la sala que se habilitó.

La sala se llama Concepción Camprubí Coll. Hubo un corte de cinta, fue muy emotivo y estuvo toda la gente que siempre apoyó el proyecto, yo misma hice una campaña en 2017 que se llamó "Un colchón para Conac".

¿Y cómo fue la respuesta de los antofagastinos?

-La gente compraba colchones o daba los que tenía en buen estado, y logramos equipar la sala. La idea era que no pareciera hospital, que se viera corno un hotel. Para mí era súper importante, porque una parte de esa enfermedad tiene mucho que ver con el entorno. Dependiendo de cómo es, tú mejoras o no mejoras.

Ya entregarnos el dinero reunido con los dos desfiles y el 3 de julio viene el tercer desfile. Esos fondos se entregarán
de nuevo a Conac. Será un evento de 800 personas y se efectuará en Enjoy.

¿Entonces te sientes agradecida de la vida y comprometida a ayudar siempre?

-Claro, soy bastante conocida como diseñadora acá, me gusta hacer beneficios sin pedir nada a cambio. Siempre digo que uno hace las cosas y la gente después está ahí. Además, esto le sirve de plataforma gigante a todas quienes están en mi estudio Shakty, que es la escuela y agencia de modelos que tengo acá.

Todos ellos desfilan. En mi escuela hay niños desde los 4 hasta los 10 años, que son los chicos. Y desde los 11 a los 29 o 30, los grandes.

Hago otros eventos y se les paga, pero cuando digo quién quiere participar en el desfile para Conac, todos quieren estar presentes, es algo que nace.

¿Vas cumpliendo metas y cerrando ciclos?

-Efectivamente, con la sala de pacientes quiero cerrar un ciclo. Allí no había nada, era un patio pelado. Se trata de una casa de hospedaje y allí pueden llegar personas que vienen desde Mica a La Serena.

Ellos hacen la quimioterapia en el hospital y Conac los busca en los buses y los trae para que duerman allí.

DESAFÍOS

¿Cuál es tu próximo desafío?

-Mi meta en la ciudad es formar Conac Niños cosa que no hay. Hay grupos pequeñitos, pero no hay un lugar donde existan camas y puedan recibir tratamientos.

Pienso cómo no va a ver un lugar para dar atención en una región donde están las mineras y los capitales. Deberíamos ser líderes en ese aspecto.

¿O sea estamos al debe en cuanto a la forma en que se enfrenta esta enfermedad?

-Claro, la gente debe hacer actividades para asegurar un tratamiento, y eso es triste. Realizar zumbatones, rifas y otros beneficios. En el caso de la sala en Conac, nosotros pensamos en una idea y ahora contamos con 10 camas fabulosas donde el paciente se siente bien, querido y bien atendido.

Estoy orgullosa de toda mi gente. Es un compromiso que hice de por vida y mientras tenga fuerzas y esté acá lo haré. Es un camino que he hecho y quiero seguir haciendo más cosas en favor de la gente.