Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-09-24
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B4
Sección:   ECONOMÍA Y NEGOCIOS - Análisis
Centimetraje:   25x15
El Mercurio
EL FUTURO EN NUESTRAS MANOS
Durante estas últimas semanas, la discusión se ha centrado en las marchas ambientales, la COP25 y la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Esto último cobra especial importancia, debido al efecto negativo que dicho conflicto puede tener en la profundización del multilateralismo, la integración y cooperación económica y, a fin de cuentas, en el desarrollo económico y crecimiento de países en todas las latitudes. Este conflicto ha ido creciendo gracias al uso de un lenguaje y tono poco cuidadosos.

En muchos discursos se dan por sentado los beneficios del libre comercio, como si eso implicara que no hay que preocuparse por mantener un sistema multilateral de comercio sano y robusto. A esto se suma la poca conexión de este mensaje con la ciudadanía, debido a las dificultades experimentadas a la hora de comunicar los beneficios que ha traído tanto para Chile como para el mundo la apertura comercial. Pero también ha salido a relucir el poco cuidado por las formas de hacer negocio de múltiples actores, que han abusado de la confianza de consumidores y autoridades, lo que tiene a una parte importante de la ciudadanía en una posición de desconfianza frente a los agentes empresariales. Hoy, más que nunca, en un mundo globalizado, debemos saber comunicar y ponernos manos a la obra para generar acciones concretas que contribuyan a que los beneficios del libre comercio, de productos y cada vez más de servicios, lleguen a todos y no se concentren en unos pocos.

Las recomendaciones que estamos trabajando sobre la importancia del crecimiento inclusivo y el impacto del cambio climático, para entregarlas a los líderes del APEC, se suman a iniciativas como la decisión de asistir a Ginebra a la OMC para ver cómo podemos apoyar el fortalecimiento de dicha institución, que atraviesa una situación muy compleja. Para reforzar esto, hemos hecho aportes concretos, como el marketplace APEC, que apunta a abrir oportunidades a más pymes y mujeres, o los desafíos de un startup challenge, que buscan generar un espacio de intercambio de bienes, servicios y experiencias entre jóvenes y desarrolladores tecnológicos para potenciar su escalabilidad. Estamos convencidos de que la economía del siglo 21 debe ser inclusiva y colaborativa. No se puede legislar y gobernar soslayando las necesidades concretas de las personas y no hay razón para suponer que no podemos alinearnos con los ciudadanos y los gobernantes para alcanzar estos objetivos.

Debemos fortalecer un debate abierto, pero en el que se expongan argumentos basados en evidencias, para que los procesos de toma de decisiones se aborden de manera responsable e informada. La empresa es un espacio en el que convergen diversas fuerzas: empresarios, inversionistas, trabajadores, proveedores, clientes, la comunidad y el medio ambiente más allá de su entorno inmediato. En estos días, cuando muchos mensajes apocalípticos vienen auspiciados por evidencia científica, debemos ser especialmente responsables para tratar de ser parte de la solución y no del problema. En este sentido, las empresas no nos podemos quedar ancladas en discursos añejos, debemos también ser agentes de cambio para lograr un mundo mejor, más sustentable, confiable y cercano; sin perder nuestra esencia, que es crear valor.
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ROSARIO NAVARRO Vicepresidenta de Sonda y miembro Comité Ejecutivo y consejera Sofofa-