Como una medida positiva para los trabajadores beneficiados y su entorno, pero que debe ser visada por los gobiernos corporativos de las empresas, aunque para las pymes se trata de una iniciativa inviable por sus capacidades financieras. Así se resume la visión de los expertos —consultados por 'El Mercurio'— respecto de la decisión de Andrónico Luksic, presidente de Quiñenco, uno de los holdings más grandes del país, quien el martes indicó en su cuenta de Twitter que a partir de enero de 2020, ningún trabajador directo del grupo y sus empresas ganará menos de $500 mil. La iniciativa fue seguida por algunas compañías. A modo de ejemplo, el director de la Viña Undurraga José Yuraszeck informó que a partir de enero próximo se reajustarán las remuneraciones para que ninguno de los colaboradores de la viña reciba menos de $500.000 líquidos al mes por su jornada completa.

Esta medida beneficiará al 34% de sus trabajadores. De igual manera, la firma de servicios financieros Tanner señaló que su sueldo base será de $602 mil, mientras que Crystal Lagoons anunció que a contar del 1 de noviembre ninguno de los 120 trabajadores de su empresa ganará menos de $600 mil. Posteriormente, se añadieron más casos y también una iniciativa que invita a las compañías a reducir la brecha entre las remuneraciones de sus empleados. Pablo Halpern, director del Centro de Reputación Corporativa del ESE Business School de la Universidad de los Andes, comentó que 'hay que distinguir las señales de las soluciones sistémicas. Esta es una muy buena señal, y no puede sino tener efectos positivos. Entre otros, eventualmente aunque no es seguro, mejorar la percepción que la gente tiene de los empresarios'.

Pero Halpern advirtió que 'el problema es que la gran mayoría de las empresas y en particular las pymes, que tienen dificultades para llegar a fin de mes, no pueden asumir un compromiso de esta naturaleza'. Matías Zegers Ruiz-Tagle, presidente ejecutivo del Centro de Gobierno Corporativo UC, afirmó que la medida que han adoptado algunas empresas en materia de sueldos 'evidentemente es una decisión que no solo beneficia a los trabajadores de las sociedades específicas, sino que a toda la comunidad'. Pero señaló que es una política que 'tiene sentido, atendiendo las condiciones de las compañías desde el punto de vista financiero'. Zegers agregó que lo que anunció Luksic se debe mirar como la voluntad de un accionista controlador de una empresa, aunque indicó que una decisión de ese tipo debe tratarse en el directorio de la firma. 'No podría tomarse que un accionista es quien decide ese tema sin que pase por el órgano corporativo correspondiente que es el directorio', añadió. Por ello —estimó—, la medida se adoptaría en 2020, para dar un tiempo de análisis al interior del grupo.

Sobre los anuncios de las empresas en materia de salarios, Álvaro Donoso, profesor investigador del Centro de Investigación de Empresa y Sociedad (CIES) de la Universidad del Desarrollo, manifestó que 'si lo quieren hacer y está dentro de sus posibilidades, fantástico, que lo hagan a través de decisiones de los gobiernos corporativos'. Donoso también sostuvo que 'no es algo que se pueda imponer a una pyme, no lo tomaría como algo que deba ser imitado. Es una iniciativa que puede ser que se haga bien pensada a través de los gobiernos corporativos'.

Sueldo mínimo, estabilidad económica y liderazgos

Pablo Halpern estimó que el salario mínimo seguirá siendo el principal ingreso que recibirán algunas personas, por lo que el anuncio del Ejecutivo de elevar de $301.000 a $350.000 el monto de ese estipendio es un aporte. 'Para buena parte de los trabajadores, el sueldo mínimo garantizado seguirá siendo el piso de sus ingresos.

En este sentido, el aumento que propone el Gobierno ayuda', afirmó. Pero el director del Centro de Reputación Corporativa del ESE Business School de la Universidad de los Andes comentó que 'hay una cuestión más de fondo. Una cosa es ser receptivos a las demandas ciudadanas y otra es arriesgar la estabilidad económica y el crecimiento futuro del país.

En el actual clima, tanto los empresarios como el mundo político están expuestos a entrar en un ciclo de soluciones efectistas, de corto plazo y que pueden comprometer el funcionamiento de la economía, con las consecuencias que hemos visto en otros países de la región. Sé que decir esto en la actual coyuntura no es políticamente correcto, pero lo cierto es que no se van a poder resolver todos los problemas al mismo tiempo, ni con los niveles de profundidad que la gente legítimamente espera'. Indicó que 'se va a requerir de mucho liderazgo empresarial y político para hacer las transformaciones que hay que hacer'.