Señor Director:

Así como manifestarse es un derecho básico de la democracia, nada, absolutamente nada justifica ningún tipo de acción que atente contra la integridad de las personas, el orden público y el bien común. La violencia tiene en el centro un individualismo que niega al otro, vulnerando así sus derechos fundamentales.

Condenamos, por tanto, la violencia en todas sus formas, pues daña la democracia, es la negación del diálogo, perjudica a las familias, sus ingresos, sus fuentes de trabajo y su seguridad, afectando especialmente a las personas más vulnerables. Por lo mismo, el rechazo a la violencia debe ser transversal y sin matices.

Solidarizamos con el dolor de todas las personas que en estos días han sufrido daños personales, destrucción en sus hogares, sus barrios o lugares de trabajo, y con todos los que han sentido temor e inseguridad.

Solo en un marco de respeto absoluto al Estado de Derecho y la institucionalidad, con diálogo, colaboración y unidad, podremos seguir avanzando en solucionar los problemas que aún afligen a tantos chilenos y chilenas. Solo en paz, y entre todos, lograremos un mejor país.

Los empresarios de Chile tenemos una responsabilidad con la sociedad y hoy queremos redoblar nuestros esfuerzos por aportar en la búsqueda de acuerdos, con humildad, generosidad, responsabilidad y sentido de urgencia.