Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2019-11-15
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   C2
Sección:   Política
Centimetraje:   45x27

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Juan Antonio Coloma, Jacqueline van Rysselberghe (UDI) y Andrés Allamand (RN), discutiendo la propuesta en los pasillos del ex-Congreso.

Cerca de las 2:30 de la madrugada, el presidente del Senado, Jaime Quintana, leyó el acuerdo, el que surgió de la mesa a la que convocó junto al presidente de la comisión de Constitución del Senado, Felipe Harboe (sentado en el cuarto lugar, de izquierda a derecha).

El senador Felipe Kast (Evópoli), dialogando con Gabriel Boric (Frente Amplio). Ambos tuvieron un rol en los acercamientos.
El Mercurio
Entendimiento para enfrentar la crisis se concretó tras negociaciones de 15 horas, hasta la madrugada de hoy:
Oficialismo y oposición acuerdan plebiscito para definir mecanismo de nueva Constitución
En la votación se deberá escoger entre una Convención Mixta Constitucional —formada por parlamentarios y ciudadanos electos para redactar el nuevo texto— y una Convención Constitucional, integrada solo por ciudadanos. Chile Vamos pidió, para llegar a acuerdo, fijar un quorum de 2/3 para las resoluciones de ese órgano.
'¡Que haya solo dos representantes por partido! ¡El PS está sobrerrepresentado!'. Estos gritos se escuchaban ayer al interior del comedor de la presidencia del Senado en el ex-Congreso, pocos minutos antes del mediodía, cuando los representantes de Chile Vamos llegaron a sentarse a la mesa de negociación para acordar un mecanismo para la nueva Constitución. La sala estaba abarrotada con más de 50 personeros, y no existían suficientes sillas disponibles para los legisladores oficialistas, pues tanto en el oficialismo como en la oposición había partidos con cuatro dirigentes en la cita.

La expectativa en ambos bloques era alta: tras la violenta jornada del día martes se concordó acelerar las negociaciones en torno al cambio constitucional, bajo la idea de enfrentar la crisis que se inició el 18 de octubre.

Tras algunos minutos de tensión, la cita pudo comenzar cuando el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) y otros dirigentes opositores cedieron su asiento a los presidentes de Chile Vamos. En ese minuto comenzó una maratónica jornada de negociaciones que se extendió por casi 15 horas, hasta las 2:30 de la madrugada de hoy, y que culminó con un acuerdo en torno a que el mecanismo para que se redacte una nueva Carta Fundamental sea definido a través de un plebiscito, a realizarse en abril de 2020, en el que se formularán dos preguntas.

La primera consulta apuntará a si se desea que se elabore un nuevo texto constitucional y la segunda, a escoger el órgano que la redactará, entre una Convención Mixta Constitucional —formada por un 50% de parlamentarios y un 50% de ciudadanos electos para tal fin— y una Convención Constitucional, integrada en su totalidad por ciudadanos electos.

Luego de eso se fijó un cronograma para el proceso: los miembros del órgano constituyente se elegirán en las elecciones municipales de octubre del 2020, luego de lo cual la instancia tendrá un plazo de nueve meses para proponer una nueva Constitución.

Posteriormente, la propuesta deberá ser aprobada en un plebiscito ratificatorio.

Del acuerdo se dio cuenta en una declaración —leída por el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), y titulada 'Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución'—, en la que se indicó: 'Ante la grave crisis política y social del país, atendiendo la movilización de la ciudadanía y el llamado formulado por el Presidente Sebastián Piñera, los partidos abajo firmantes han acordado una salida institucional cuyo objetivo es buscar la paz y la justicia social a través de un procedimiento inobjetablemente democrático', expresándose también un 'compromiso con el restablecimiento de la paz y el orden público'.

Frenéticos diálogos

Las negociaciones del miércoles habían culminado con una propuesta opositora en torno a una Convención Constituyente, integrada por un 80% de ciudadanos electos para tal fin y un 20% de parlamentarios, y que esta fuese sometida a ratificación ciudadana a través de un plebiscito de entrada al proceso. Aun cuando la postura original de la oposición, desde la DC al Frente Amplio (FA), apuntaba a una Asamblea Constituyente —formada en un 100% por ciudadanos electos—, la convención promovida principalmente por el PPD y la DC contaba con la disposición incluso de los frenteamplistas, como una vía intermedia para un consenso, dado el quorum de 2/3 que se requiere en el Congreso.

En las conversaciones previas de la oposición con el ministro Gonzalo Blumel (Interior), este se había mostrado partidario de una fórmula de 60% de ciudadanos y 40% de parlamentarios, e incluso disponible para una proporción de 70%-30%, según corroboran en La Moneda. No obstante, Chile Vamos llegó a la cita alineado en torno a una propuesta de un 40% de ciudadanos, un 40% de legisladores y un 20% de integrantes designados por ese otro 80% que compondría la convención, además de excluir un plebiscito de entrada, y solicitar un quorum de 2/3 para las resoluciones que adoptara el órgano constituyente.

La fórmula, según explicaron en Chile Vamos, respondió a la idea de incluir a la UDI, que hasta el miércoles aún no respaldaba la opción de una convención y un plebiscito, a diferencia de Evópoli y RN, que estaban abiertos a una proporción de 50%-50%.

'Es inaceptable', irrumpió de entrada en la cita, no obstante, el líder PS, Álvaro Elizalde. La propuesta oficialista también fue rechazada por el resto de la centroizquierda, ante lo cual Chile Vamos se retiró de la sala y dio un punto de prensa para explicar su postura: la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, indicó entonces que 'hemos hecho un esfuerzo importante, estábamos convencidos de que esto debía hacerse en el Congreso y estuvimos dispuestos a cambiar un poco la postura'.

No obstante, Elizalde respondió que se trataba de un 'retroceso' en las conversaciones, y todas las fuerzas opositoras coincidieron en que no podían validar una fórmula que no tuviera una mayoría de ciudadanos. Otras voces, como los timoneles Heraldo Muñoz (PPD) y Fuad Chahin (DC), llamaban a mantener el diálogo. 'No es el momento de tirar el mantel', aseguraba Chahin.

En ese cuadro, dirigentes de la oposición empezaron a transmitir a sus pares de Chile Vamos que de no allanarse ellos al plebiscito, no existiría un acuerdo, lo que propiciaría —a su juicio— que aumentara la presión ciudadana en las movilizaciones, viéndose ello acentuado por la consulta nacional que realizarán los alcaldes el 7 de diciembre (ver C 3), aun cuando esta tenga dificultades legales.

Pese a las diferencias, incluso el Frente Amplio se mantuvo en el diálogo. 'Si estamos sentados en esta mesa es porque existe voluntad de llegar a acuerdos', explicó la líder de RD, Catalina Pérez, marcando un contraste con el PC, que se restó de la mesa.

Conversaciones clave

Cerca de las 14 horas, ambos bloques definieron un receso de almuerzo. Fue en ese minuto que se comenzaron a concretar varias conversaciones que resultaron clave. En la oficina de Quintana almorzaban los representantes del PPD, cuando de imprevisto se sumaron primero algunos dirigentes UDI, como el diputado Jaime Bellolio, quien había escrito minutos antes en Twitter: 'Si hacer un plebiscito es lo que nos separa de salvar a Chile, tenemos que estar dispuestos'. Luego llegó el diputado del FA, Gabriel Boric, quien había dialogado previamente con el senador UDI Juan Antonio Coloma.

De esas conversaciones surgió un entendimiento en torno a los primeros ejes del consenso que se firmaría horas más tarde: el plebiscito de entrada, junto con las dos alternativas que se consultarían, además del cronograma para el proceso.

Con esa propuesta, Lagos Weber, Boric y el senador PPD Felipe Harboe subieron al segundo piso, a reunirse con Coloma, el diputado UDI Javier Macaya y Van Rysselberghe. En la cita, los dos primeros se habrían abierto a la fórmula, en la medida que se fijara un quorum de 2/3 para las resoluciones que adopte el órgano constituyente.

Contactos con Blumel

La condición sobre un quorum fue aceptada por Boric y Harboe, ante lo cual el diseño comenzó a ser socializado con RN —donde contó con la venia del timonel Mario Desbordes y la oposición del senador Andrés Allamand, quien tenía reparos con un plebiscito— y con el ministro Blumel.

En contactos con Quintana, el secretario de Estado habría transmitido la venia del Gobierno para esos criterios —un plebiscito suponía para algunos descomprimir las movilizaciones—, añadiendo además una solicitud: que se modificara en la papeleta el nombre de Asamblea Constituyente por otro concepto.

Así, Blumel comenzó a tomar contacto con el oficialismo para solicitar respaldos a la fórmula. Ello, debido a que en La Moneda veían como una necesidad que el acuerdo se alcanzara ayer.

La alternativa contaba también con el apoyo del senador de Evópoli, Felipe Kast, clave en las negociaciones con RD. Así, alrededor de las 18 horas, cada uno de los conglomerados sostuvo reuniones por separado para sondear el apoyo interno a la fórmula. Pese a algunas inquietudes iniciales, tanto el Frente Amplio como el PS respaldaron el quorum de 2/3 —que terminó quedando establecido en el acuerdo final—, tras recabar una opinión en esa línea de los constitucionalistas Fernando Atria y Francisco Zúñiga, respectivamente. Con ello, la oposición en bloque entregó su anuencia al acuerdo, lo que no sucedió de inmediato en Chile Vamos. 'Estás cometiendo un error histórico', le espetaba Allamand en los pasillos a uno de sus pares UDI. En medio de ásperas diferencias, Chile Vamos demoró casi tres horas en consensuar una postura, tras lo cual decidieron respaldar el plebiscito de entrada.

'Hoja en blanco'

Los líderes del oficialismo se reunieron luego de ello nuevamente con la oposición, cita en la que plantearon su objeción a uno de los aspectos contemplados en una minuta que les había hecho llegar la oposición para detallar una 'ruta constitucional': el que la nueva Carta Fundamental se debía redactar sobre una 'hoja en blanco'.

En ese momento se abrió en las negociaciones una controversia respecto de qué sucede si en alguna materia el órgano constituyente no alcanza un acuerdo por 2/3 de sus miembros: Chile Vamos planteaba que debía permanecer el articulado de la Constitución vigente en ese punto, mientras que desde la centroizquierda algunos indicaban que tal artículo dejaba entonces de estar contemplado en la Carta Fundamental.

Finalmente, en la declaración se indicó, tras cinco horas de debate de ese punto, que 'la Nueva Constitución regirá en el momento de su promulgación y publicación derogándose orgánicamente la Constitución actual'.

Recuadro
Abril de 2020

será el mes en que se realizará el plebiscito.



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Plebiscito en abril de 2020. Se impulsará un plebiscito en el mes de abril de 2020 que resuelva dos preguntas. A) ¿Quiere usted una nueva Constitución? Apruebo o rechazo. B) ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución? Convención Mixta Constitucional o Convención Constitucional.

Tipos de convenciones. La Convención Mixta Constitucional será integrada en partes iguales por miembros elegidos para el efecto y parlamentarios en ejercicio. En el caso de la Convención Constitucional, sus integrantes serán elegidos íntegramente para este efecto.

Segunda votación. La elección de los miembros de ambas instancias se realizará en el mes de octubre de 2020 conjuntamente con las elecciones regionales y municipales bajo sufragio universal y con el mismo sistema electoral que rige en las elecciones de diputados en la proporción correspondiente.

Quorum. El órgano constituyente deberá aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas por un quorum de dos tercios de sus miembros en ejercicio.

Promulgación y publicación. La nueva Constitución regirá en el momento de su promulgación y publicación, derogándose orgánicamente la Constitución actual.

Voto obligatorio. Redactada la nueva Constitución por el órgano constituyente, esta será sometida a un plebiscito ratificatorio. Esta votación se realizará mediante sufragio universal obligatorio.

Los contactos del Presidente con Chile Vamos

Un monitoreo permanente. Así describen representantes de Chile Vamos los contactos que mantuvo el Presidente Sebastián Piñera con la coalición durante el proceso de negociaciones para elaborar una nueva Constitución.

Junto al ministro del Interior, Gonzalo Blumel, el jefe de Estado habría mantenido relación directa con los timoneles del conglomerado para abordar las distintas posturas surgidas tanto del oficialismo como desde la oposición.

De hecho, según señalan desde el bloque, Piñera analizó ayer por la mañana las tratativas llevadas a cabo el miércoles por la tarde en el Congreso en Valparaíso, lugar en que, por momentos, estuvieron sentados en la misma mesa desde la UDI al PC.

'Nosotros hemos conversado con el Presidente, que es el que nos está invitando al diálogo. Esta es una propuesta nuestra de Chile Vamos, pero somos parte de una coalición de Gobierno y quien lidera la coalición es el Presidente de la República. Obviamente conversamos con él', dijo ayer el timonel de RN, Mario Desbordes.

En la UDI, en tanto, dicen haber transmitido al Presidente su postura en la que remarcaban que la elaboración de la Carta Magna debía mantenerse dentro de la institucionalidad. Asimismo, se habría insistido en que desde la centroizquierda no se había cedido 'lo suficiente', como sí, a su juicio, había hecho Chile Vamos.

El mandatario cumplió un rol central en acelerar las negociaciones para llegar a un acuerdo en la materia. No solo por llamar públicamente a un acuerdo. Ya en una reunión que sostuvo junto a su equipo de ministros y subsecretarios el miércoles por la tarde, transmitió que el acuerdo por la paz al que llamó el día anterior debía ser la base para llegar a consensos políticos en medio de la crisis social.

'El Presidente Piñera nos ha pedido un acuerdo para hoy (ayer)', finalizó el senador RN Francisco Chahuán.
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E. Monrroy, C. Aninat, A. Hamilton, J. Soto y J. Ossandón --