Señor Director:

Para lograr una sociedad cohesionada, los proyectos colectivos deben estar en armonía con los proyectos individuales. Es por eso que quienes estamos por la paridad de género, lo hacemos convencidos de la importancia de que tanto hombres como mujeres estén representados en forma equitativa en el órgano constituyente, en un momento tan excepcional de nuestra historia.

La nueva Constitución emerge como una oportunidad para poner en valor nuestra diversidad y asumir el desafío con innovación y mirada de futuro, incluyendo en el diálogo y la deliberación enfoques multidisciplinarios y la mayor cantidad de puntos de vista. Por ello, se hace urgente subsanar las barreras que aún persisten para que las mujeres puedan acceder a los espacios de representación a través de mecanismos de paridad de género.

Estos de ninguna manera atentan contra la meritocracia, sino que la aseguran, al equiparar una cancha que ha sido históricamente desigual y permitiendo que sean elegidos los y las mejores representantes. Sabemos que cuando hay voluntad política para viabilizar cambios legales, estos ocurren. Por eso confiamos en que los proyectos que hoy se discuten en el Parlamento y que permitirán asegurar la paridad en el resultado de la elección de los y las constituyentes sean aprobados sin dilación.

No tenemos duda de que lograremos contar con los talentos y el compromiso requeridos para la altura de la tarea. Hagamos que estos meses de estallido social se transformen en una hoja de ruta hacia una sociedad donde las personas puedan desplegar todas sus capacidades, y el bienestar y oportunidades alcancen para todos(as). Frente al clamor ciudadano, las respuestas no pueden ser las mismas. Hoy es la hora de la voluntad política. Insistimos, la diversidad enriquece a la sociedad, ganamos todas las personas.