No es un tema menor el de la elección de los colores a utilizar en una oficina, más aún si consideramos que algunos incitan a la actividad y dan ánimo, mientras que otros aportan una sensación de optimismo, como es el caso de los tonos amarillos y anaranjados.

Gloria Silva, directora del departamento de diseño de Grupo Gourmet, compañía dedicada a la arquitectura, diseño y construcción, indica que "existe una psicología del color que nos entrega información sobre cómo responden las personas de manera consciente e inconsciente a ciertos estímulos, que son asociados a los colores de la naturaleza. En tanto, los tonos oscuros o más alejados de los más vivos generan en algunos casos falta de creatividad y productividad en los colaboradores.

La experta entrega algunas recomendaciones para cuando llega el momento de decidir por una u otra tonalidad:

• Naturaleza de la empresa: es importante reflejar el ADN corporativo en el diseño que se desea implementar y combinar de manera equilibrada lo que son y lo que se necesita.

• Las plantas en las oficinas son elementos motivadores: el hecho de que el verde sea un color que pertenece a la naturaleza, estimula a las personas a sentirse más esperanzados y, al mismo tiempo, potencia el ingenio.

• Contraste de colores: en lugares donde son diversas las áreas de trabajo es importante estimular, pero no dañar el ojo con saturación de color. Por lo tanto, crear un contraste de colores es perfecto y permite separar las distintas áreas al interior de una oficina, creando lugares ideales para todos los que pertenecen al equipo. Unir todas las piezas y establecer un equilibrio entre lo que se espera cumplir con la realidad del espacio en sí es parte del desafío de los diseñadores que se especializan en espacios de trabajo.