Desde hace 21 años, el 5 de marzo se celebra el Día Mundial de la Eficiencia Energética, cuyo principal objetivo es crear consciencia y sensibilizar a todas las personas acerca de la necesidad de reducir el consumo de energía, mediante su uso razonable y sustentable.

Contrariamente a lo que pudiera pensarse, aumentar la eficiencia energética no significa comprometer el bienestar y la calidad de vida disminuyendo la energía que usamos en el día a día. La eficiencia energética está basada en la optimización del consumo energético, el uso de energías renovables, consumo responsable, reciclaje, entre otros.

¿Pero cómo puedo contribuir como consumidor a la eficiencia energética? Hay muchas acciones simples que podemos realizar durante todo el año, tales como hacer tareas que requieren de mayor luz durante el día, apagar luces innecesarias, usar el transporte público y la bicicleta, entre otros. ¿Y con relación a los electrodomésticos?

Si consideramos el consumo de energía doméstica, el refrigerador es por lejos el electrodoméstico de mayor gasto, con alrededor del 30% del consumo eléctrico de un hogar. Es por ello que cuando hablamos de eficiencia energética en nuestras casas y cómo cada uno de nosotros puede contribuir al ahorro de energía, es importante elegir refrigeradores energéticamente eficientes.

Por ello, es vital reemplazar aparatos antiguos por nuevos modelos con mejor eficiencia energética, y seleccionar productos energéticamente eficientes al momento de la compra. ¿Cómo se puede saber si un producto es eficiente en términos de consumo energético? Con la etiqueta de eficiencia energética. En el caso de los refrigeradores, la clase o categoría más baja es A, ya que no pueden venderse equipos con una clasificación de B o menos, y además existen clases adicionales como A+ y A++, clases con eficiencia energética aún mayor que se han creado en los últimos años debido a las mejoras tecnológicas en la fabricación de refrigeradores.

Por lo tanto, al momento de elegir un refrigerador, elija aquellos con eficiencia energética de al menos A+. Ello además de tener un impacto beneficioso para el medio ambiente, se traducirá en un ahorro económico en la cuenta de luz.