El próximo sábado 4 de abril entrará en vigencia el horario de invierno. Por ello, se tendrán que retrasar una hora los relojes. Este nuevo horario durará cinco meses, es decir, hasta el primer sábado de septiembre.

Según señalaron desde el Ministerio de Energía, la evidencia científica ha demostrado que tener luz natural en las mañanas es muy importante para el bienestar de las personas y, en especial, para el crecimiento y aprendizaje de los niños, y es por ello que con el nuevo cambio de hora se reducirá prácticamente a cero los días en que el sol saldrá después de las ocho de la mañana entre las regiones de Arica y el Maule, y se reducirá en 56 días, aproximadamente, entre Biobío y Aysén. En la Región de Magallanes y la Antártica Chilena se mantendrá el régimen de verano, tal como lo decidió la comunidad en 2017.

El ministro de Energía, Juan Carlos Jobet, afirma que no hay razones para no cumplir con el cronograma establecido respecto del horario de invierno, ya que el inicio de éste implica que habrá más luz al levantarse, y 'dada la contingencia del covid-19, más luz en la mañana ayudará a quienes están desarrollando actividades muy valiosas fuera de casa en momentos como estos'. Además, el jefe de la cartera de Energía comenta que 'debido a que también se oscurece antes, este horario ayudará a que las personas que salen vuelven a sus hogares más temprano y eviten actividades que no son imprescindibles al atardecer'.