Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-04-19
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   D5
Sección:   Reportajes - CUENTAN CÓMO
Centimetraje:   26x26
El Mercurio
“A los padres les importan más que a sus hijos las tareas en cuarentena”
—¿Soñó alguna vez con tener taaantooo campo para aplicar el e-learning?

—Sí. Lo que no sabía es que había tantos expertos en e-learning.

—Dirige una fundación que promueve el buen uso de las tecnologías. ¿Cuál ha sido el peor de ellos?

—El sobreempoderamiento digital y la violencia virtual.

—¿Cree que las clases online tienen efecto en RR.SS., donde todos se atreven a decir lo que no dicen en persona?

—En la clase online queda en evidencia la arrogancia o ignorancia intelectual, más que la banalidad del Instagram o la odiosidad de Twitter.

—Tres consejos que les da a los profesores poco tecnológicos.

—Enfóquese en que sus alumnos aprendan y lo pasen bien. Intente ser un buen modelo a seguir. Disfrute enseñando en esta nueva experiencia y aventura educativa y tenga un blog o una web.

—Estudió e-learning en Sevilla, ¿los españoles cómo lo pronunciaban?

—'El ilernin', obviamente.

—¿Qué herencia nos dejará este gran ensayo de educación online?

—La educación online llegó para quedarse. Ahora hay que pensar cómo se integra la tecnología al servicio del aprendizaje y la usamos como un medio, no como un fin. Pero además de las brechas socioeconómicas, nos mostró claramente que el sistema escolar no educa la autonomía y el amor por aprender.

—'No fueron 30 pesos, fueron 30 años'. ¿De qué manera esta frase se podría aplicar a la educación escolar?

—Los desafíos de hoy son en segundos, minutos u horas; ya no sirven los 30 años, ni tampoco se solucionan solo con plata…

—¿Papás o hijos estresados con las tareas?

—A los padres les importan más las tareas que a sus hijos en tiempos de cuarentena. La oportunidad para los padres ahora se centra en compartir el proceso educativo, no hacer ellos las tareas.

—¿Hijos exigidos, padres permisivos? ¿Cuál es la ecuación real?

—Las familias han dejado la educación de los hijos completamente en manos del colegio. Ahora nos toca volver al centro, y que los padres asumamos la responsabilidad de ser los primeros educadores y apoyar el proceso educativo de la escuela. Los padres no pueden sentirse clientes, sino aliados. Esa debería ser la ecuación.

—¿Qué tan exitistas nos hemos vuelto los apoderados chilenos?

—Mucho. Lo que no tenemos claro es cuál es la definición del éxito.

—¿Ser ciberacosado es mucho peor que el viejo 'rechazado'?, ¿o es más de lo mismo?

—Es mucho peor, porque es 24/7, un acto de humillación masiva y que queda registrado de por vida. Es un verdadero tatuaje digital, doloroso y difícil de borrar.

—Fue presidenta del centro de alumnos de Artes Visuales de la PUC en los años 90, ¿le hubiese gustado ser una Camila Vallejo de su época?

—No, para nada. Me habría gustado ser Jacinda Ardern, primera ministra de Nueva Zelandia, creo que de esas políticas faltan.

—Vive entre 4 hijos hombres adolescentes. Confiese a qué parte de la Divina Comedia se parece más su casa hoy.

—Al Paraíso, donde se vive con Dios y en un matriarcado.

—Trabaja en temas de informática, ámbito muy masculinizado. ¿La tecnología disminuye la brecha de género?

—La tecnología acorta todo tipo de brechas.

—¿Cree más en los beneficios de la educación mixta?

—No me quita el sueño si es mixta o no, me gusta que sea buena educación.

—¿Qué lección le dejó ser hija de un papá no vidente?

—El me mostró que la discapacidad no es un impedimento para ser feliz.

—Chile tiene mucho delantal blanco entre los políticos, ¿faltan docentes?

—No, es mejor tener a los profesores en las salas de clases. Políticos sobran.

—¿A qué profesor le gustaría ver en el Ministerio de Educación?

—A alguien eficiente y conocedor de las múltiples realidades chilenas, que le importen más los niños que las encuestas.

Recuadro
'La educación online llegó para quedarse (…). Pero además de las brechas socioeconómicas, nos mostró claramente que el sistema escolar no educa la autonomía y el amor por aprender'.
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Soledad Garcés Profesora, Directora de la Fundación para la Convivencia Digital -