SEÑOR DIRECTOR

Hace un mes, el Presidente Piñera decretó estado de catástrofe, y tanto él como distintos parlamentarios presentaron una serie de proyectos de ley para paliarlas consecuencias sociales, económicas y sanitarias del Covid-19, lo que ocasionó un ambiente poco eficiente en el trámite de estas iniciativas. Derivado de la contingencia del 18 de octubre de 2019 se generó un fenómeno similar: diversos congresistas redactaron una serie de mociones gatilladas portas demandas ciudadanas y, a pesar de los esfuerzos por parte del Poder Legislativo -suspensión de semanas distritales o celebración de sesiones especiales-, no se logró concretar el estudio de éstas. Cuando el Congreso retornó en marzo, nos enfrentamos a la pandemia. Existe un par de explicaciones de lo expuesto. La primera es que se debe al escaso ánimo de acuerdos generado por atrincheramientos por parte de algunos actores. Y la segunda explicación es la falta de coordinación a nivel de oposición y oficialismo, así como de los poderes del Estado involucrados.

Por tanto, se hace urgente hoy, y en los diferentes contextos de crisis, que los sectores políticos logren reales espacios de diálogo y acuerdos sobre todo a nivel prelegislativo. En los escenarios que nos enfrentamos y ya vivimos hace seis meses, es necesaria una visión de largo plazo y alejada de la irresponsabilidad social y fiscal; lo que denominan visión de Estado. Es tarea de todos diseñar y construirlos caminos para salir exitosamente de esta crisis,y así retomar las tareas que dejamos de forma temporal como el proceso constituyente.