Entre un 35% y un 45% menos de abastecimiento de materiales usados en las últimas semanas para algunas empresas: una cifra abismal cuando se trata de sostener un negocio de reciclaje que vive de ese tipo de desechos. Las razones son varias. Entre ellas, el cierre de puntos limpios en casi todas las comunas y la suspensión del retiro domiciliario casa a casa, en aquellas comunas que contaban con ello. A nivel industrial, el cierre de empresas o la disminución de su producción a niveles mínimos redujo sus desechos, mermando con esto el trabajo de las firmas recicladoras de residuos industriales. 'Paralelo a esto, nos encontramos con que empezaron a ocurrir cosas con el flujo de caja de las empresas que reciclan, que comenzaron a tener menor liquidez', afirma Alejandro Navech, gerente general de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje , ANIR.

Una de esas empresas es Cristoro, dedicada al reciclaje de vidrio. Con el coronavirus han cerrado muchos hoteles y restaurantes, que son puntos importantes de retiro de vidrio para este negocio. Lo anterior se suma a que las personas contagiadas no pueden reciclar, ya que el virus permanece en ciertos materiales. 'Además, el retiro domiciliario genera una preocupación para las personas, ya que cualquiera es considerado un posible portador y un peligro para el domicilio, por lo que mucha gente ha parado el reciclaje', agrega Juan Leiva, gerente de Logística de Cristoro y responsable de la campaña de reciclaje.

Pero la crisis sanitaria también ha afectado a uno de los puntos iniciales de la cadena: los recicladores de base. Para ellos, recolectar desechos para ser reutilizados es su ingreso principal y con la presencia del virus, no pueden hacer su trabajo. Para Macarena Guajardo, directora ejecutiva de Fundación Basura, dice que es a ellos a quienes primero se debe apoyar. Pero también destaca que esto ha puesto en evidencia otras aristas del tema. 'Lo positivo es que se ha cuestionado y reflexionado en torno al reciclaje como algo que permite salvaguardar la salud pública. Si seguimos generando basura a destajo y enviándola toda mezclada a vertederos y rellenos sanitarios, estamos repitiendo las acciones que nos tienen en esta situación en primer lugar', advierte Guajardo.

Otra firma recicladora que ha visto afectadas sus operaciones es Polambiente, empresa que recolecta neumáticos fuera de uso y los recicla. 'Hemos tenido que cerrar por 15 días, cuidando a nuestros trabajadores. Esto, además, originado por la baja de ventas y la casi nula recolección de neumáticos. Afortunadamente, siempre contamos con stock de emergencias para períodos de contingencias, pero estimamos que este ciclo romperá cualquier estrategia para sobrevivir', dice su gerente general, Pedro Cocco.

Uno de los problemas que recalcan desde la ANIR es la falta de incentivos por adquirir materiales reciclados, debido a la disminución del precio del petróleo, combustible que compite con los combustibles alternativos líquidos provenientes de aceites y lubricantes. Alejandro Navech explica que cuando el petróleo baja, todos los procesos de reciclaje que involucran la recuperación de aceites y lubricantes para materia prima nueva energética son más caros que el valor del crudo. Por lo tanto, añade, se pone en riesgo ese negocio al no tener cómo competir en costos. Por otro lado, también se ve afectado el sector del plástico reciclado, ya que usar plástico virgen pasa a ser más barato. 'Te encuentras con la paradoja de que no hace sentido reciclar', señala Navech.

En reciclaje de residuos orgánicos, Armony Sustentable vio afectada su operación las primeras semanas. Esto, al no ser considerado el reciclaje como infraestructura crítica. Desde que se declaró como rubro crítico sanitario, han podido empezar a volver a una relativa normalidad. 'Hoy más que nunca debemos actuar con mayor compromiso, colaboración y conciencia colectiva. Ser creativos y flexibles en las soluciones, procurando que nuestro impacto positivo llegue a todas las personas posibles. Para el reciclaje, este cambio puede ser una oportunidad', dice su gerente general, Felipe Ortiz.

Desde Recipet Typack, empresa recicladora de plástico PET, destacan que no han tenido mayores impactos, aunque sí señalan que hay una disminución de volumen en el material recolectado. Ante esto, su gerente general, Felipe Dutilh, considera que esta baja podría generar un retroceso lamentable. 'Perjudicaría mucho toda la cadena de recolección que se ha ido fortaleciendo en los últimos años y, en especial, afectaría a los pequeños y medianos recolectores', señala.

Un tema a instalar

Para las empresas recicladoras y las fundaciones que trabajan con temas de basura, esta situación pone en riesgo todo lo que se había avanzado en educación ambiental en un país como Chile, que aún es inmaduro en términos de reciclaje y donde el 90% de los desechos domiciliarios se va a rellenos sanitarios.

En cuanto a las responsabilidades, Navech indica que 'los profesores tienen una labor importantísima en incentivar el reciclaje en los niños, porque son ellos los que adquieren el hábito y llevan el incentivo a las familias. Pero también existe una labor importante de las municipalidades, en términos de la comunicación y la difusión. Son estas las que conocen mejor a sus comunidades, por lo tanto, tienen que participar fuertemente en la difusión y en las comunicaciones del reciclaje'. Felipe Dutilh concuerda con el rol de estas entidades. 'Falta que las municipalidades de manera integrada y no aislada desarrollen un plan de cómo van a operar en cuanto a la separación en origen, recolección, separación secundaria y distribución de los residuos para que esté alineado con aumentar los volúmenes de material reciclado y valorizado en Chile', comenta.

Asimismo, Macarena Guajardo afirma que la clave está en considerar el reciclaje como un elemento básico de la sociedad, tratándolo como una responsabilidad compartida. Para ella, el futuro está en un Estado que ponga el bienestar de las personas primero; en empresas que dejen de fabricar y producir productos que van a la basura; en personas que entreguen sus embalajes limpios, secos y aplastados, y en una industria que use todo lo recolectado para fabricar nuevos productos. 'Así se renueva el ciclo. Cada uno de los actores tiene una responsabilidad clara y simple. Basta con ponernos de acuerdo, para lo cual la participación de la sociedad civil es imprescindible', dice.

A pesar de que los ejecutivos y expertos coinciden en que se ha ido avanzando a través de programas de ayuda desde el Estado, señalan que el problema es que la economía circular genera gastos que en estos momentos las empresas ven difíciles de costear y donde el Estado no puede subsidiar con fondos, al tener otras prioridades más urgentes. Es por esto que recalcan la importancia de introducir el tema desde los niveles más tempranos, para que se haga natural y no se entienda como una opción alternativa. 'Los colegios en sus programas de estudio y las universidades en sus mallas curriculares deberían incorporar estos temas, para luego hacer programas de extensión y vinculación con las empresas para operativizar las iniciativas de economía circular', manifiesta Juan Leiva.

Desde Fundación Basura recalcan la importancia de entender el cuidado del entorno como una necesidad. 'No solo hablamos de reciclaje. Hablamos de abastecimiento y satisfacción de necesidades básicas en general, donde el medioambiente es una de ellas. Es la base de todas las necesidades y es hora de darnos cuenta', concluye Macarena Guajardo.