La Real Academia de la Lengua Española (RAE), dice que la palabra solidaridad proviene del término solidario, que significa "Adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros". Sin embargo, la solidaridad es mucho más que dicha definición y actualmente se ha convertido en un valor humano fundamental en toda época y de forma especial durante esta pandemia.

En dicho sentido, y cuando estamos entrando en un período crítico en nuestro país, hemos visto como las acciones de solidaridad cumplen un rol importante en distintos ámbitos. Es así como observamos personas confeccionando mascarillas para regalar; aplausos a los equipos de salud; el apoyo psicológico gratuito que realizan profesionales; o cartas de ánimo a pacientes con coronavirus.

Las empresas también están realizando su aporte solidario, destacando en el caso de Chile la donación de 1 millón de mascarillas que realizó la CPC a la Cruz Roja; o el Fondo Privado de Emergencia para la salud, impulsado por la CPC y sus ramas, que hasta hace una semana había reunido 94 mil millones de pesos; o la alianza entre Falabella y la Red de Alimentos, que permitirá apoyar con alimentos básicos a personas vulnerables, entre otras. Pero hay muchos más ejemplos de solidaridad. Las donaciones de sangre que se organizan acá en Valdivia, o la organización entre vecinos, para apoyar a adultos mayores o personas vulnerables.

Los próximos meses serán complejos para nuestro país, ya que esta pandemia no nos afecta solo en lo relativo al tema sanitario, sino en que en materia económica y la consecuente pérdida de puestos de trabajo y la desaparición de empresas, repercutirá profundamente en las familias.

En dicho contexto, el estado a través del gobierno está realizando un importante esfuerzo de apoyo a las empresas, además de las transferencias directas que se están realizando y aquellas que se preparan para las familias más vulnerables de nuestro país, además del rol que cumplirá el estado para la reactivación económica.

Esta pandemia pone a prueba nuestra responsabilidad social y por sobre todo nuestra capacidad de ser solidarios. Pero lo que es más importante, esta crisis sanitaria pone a prueba nuestros valores y nos da una oportunidad para mostrar que la solidaridad es más fuerte que el individualismo y egoísmo.