La llegada de la pandemia de covid-19 a Chile ha implicado concentrar todos los esfuerzos de la red sanitaria en combatir el virus. Esto ha provocado que otras prestaciones se dejen de lado, incluso aquellas que por ley consideran un plazo máximo de atención, como son las incluidas en el Plan AUGE.

Esto, luego que el Ministerio de Salud emitiera un decreto que permitió a los recintos sanitarios del país dejar de cumplir con estas garantías por un plazo de tres semanas, tras las cuales la orden fue retirada.

Sin embargo, la pandemia ya se ha hecho notar en el retraso de atención. De hecho, según el último informe oficial, solo en tres meses, y contando datos hasta finales de marzo, la lista de espera AUGE casi se triplicó, pasando de 7.944 prestaciones retrasadas a diciembre de 2019, a 19.653.

Se trata de la cifra más alta acumulada, al menos, durante los últimos nueve años. Jaime Mañalich, ministro de Salud, asegura que parte del incremento se debe 'al estallido social, que atrasó muchas atenciones, porque muchas son consultas ambulatorias de baja complejidad que se realizan en la atención primaria, que tuvo una paralización importante durante el primer trimestre'.

El secretario de Estado agrega que la pandemia ha hecho y hará aumentar aún más la lista de espera, porque si bien la red volvió a tener la obligación de cumplir con las garantías AUGE, 'la gente no ha vuelto a atenderse, y eso nos genera enorme preocupación. Sigue cancelando consultas de control de embarazo, de diabetes, de hipertensión. La asistencia a las consultas y cirugías es muy baja. El estallido social y la pandemia van a producir que, probablemente, tengamos la lista de espera AUGE y no AUGE más alta de mucho tiempo'.

Un problema a largo plazo

Enrique Paris, decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor, advierte: 'No creo que hayamos tenido una lista de espera más alta que esta en mucho tiempo. Es terriblemente preocupante, porque estamos postergando problemas de salud que después habrá que solucionar'.

Si bien los pacientes que lideran la lista de retrasos son por vicios de refracción (2.969) y cataratas (2.570), el tercer lugar lo ocupan 1.250 mujeres con prestaciones atrasadas para tratar cáncer cervicouterino. Les siguen 928 pacientes con retrasos en el tratamiento de cáncer colorrectal, 846 de mama y 701 gástrico.

'Las fuerzas las estamos concentrando todas en el covid y nos estamos haciendo los lesos con una serie de patologías, que al no controlarse nos van a rebotar en un tiempo más', anticipa Manuel José Irarrázaval, director del Instituto de Políticas Públicas en Salud de la U. San Sebastián.

Añade que 'aquí se puede pronosticar que en cuatro o seis meses más nos va a aumentar este tipo de patologías desatendidas, los cánceres, por ejemplo, y los pacientes van a llegar en etapas en que va a ser mucho más difícil controlar la enfermedad y vamos a tener un aumento de la morbimortalidad por esas causas'.

La exministra Carmen Castillo agrega que, 'en general, todo lo que tiene que ver con enfermedades graves debe ser visto lo antes posible, cuando hay siquiera una sospecha. De otra forma, puede traer complicaciones a futuro a las personas que no se controlan'.

Además, dice que 'hay que tener en cuenta que las prestaciones AUGE son exigibles por los pacientes. Es más, las personas pueden hasta llegar a demandar al Estado si no se les cumple el tiempo de atención establecido'.