La comunidad de la Escuela Bernardo O'Higgins de Tocopilla (Región de Antofagasta) sabe lo que es adaptarse a escenarios adversos. Por nueve años y tras el terremoto del año 2007, estudiantes y profesores convivieron en un establecimiento modular hecho de containers uno al lado del otro.

Por eso, cuando se supo que la pandemia de coronavirus obligaría a cambiar la forma de hacer clases, el colegio no perdió tiempo y comenzó a trabajar en la creación de una página web en la que se han ido subiendo orientaciones para apoderados, además de guías de aprendizaje para los estudiantes. No conformes con eso y como una forma de mantener el contacto con las familias, los profesores decidieron desarrollar un concurso de microrrelatos enfocado en cómo se vive este período: está orientado a toda la comunidad y los premios incluyen plantas y semillas, explica la directora Fresia Cortés.

'Estamos muy preocupados de la formación integral. Por eso promocionamos las actividades lúdicas y activamos las actividades extraescolares. Estamos mandando cápsulas de videos semanales de danza, cheerleader o básquetbol. Además, tenemos una radio escolar', comenta.

La radio es un espacio que se transmite en línea y que los alumnos interesados en las comunicaciones dirigen. Son ellos quienes buscan, preparan y graban contenido desde sus casas.

Como parte de las actividades extracurriculares, en los próximos días, además, una profesora comenzará a generar cápsulas sobre cultura y lengua mapuche. La información se va a compartir por Facebook y WhatsApp.

Desde hace dos años que la Escuela Bernardo O'Higgins forma parte de la Red de Escuelas Líderes, una iniciativa que desde 2007 agrupa a establecimientos que logran entregar educación de calidad en contextos vulnerables. La red es impulsada por Fundación Educacional Arauco, Fundación Minera Escondida, Fundación Educacional Oportunidad, Fundación Chile y 'El Mercurio', y reúne a 110 establecimientos repartidos en las 16 regiones del país. Todos se caracterizan por educar a través de propuestas innovadoras, lo que no ha sido excepción en este período de confinamiento.

Llamadas

Así por ejemplo, en la Escuela Superior Nueva Bilbao de Constitución (Región del Maule) también se ha buscado mantener el contacto con las familias a través de concursos como Cuarentena en 100 palabras o Mi Receta de Cuarentena. A eso se suman los desafíos a través de Facebook, que suponen que un profesor rete a otro a hacer algo —el de Educación Física desafió al de Religión a hacer 10 abdominales—, grabarse y al cumplir con la tarea, desafiar a otra persona a hacer una nueva prueba, creando una cadena de actividades.

En el establecimiento se han preocupado también de buscar y entregar tablets para las familias sin computador, así como de llamar directamente a los niños para hablar con ellos por teléfono.

'Otra estrategia que implementamos es el programa de acompañamiento para ayudar a los repitentes. Entonces tomamos a los profesores que tenían algunas horas libres y les asignamos tres o cuatro de estos alumnos. Se trabaja directamente con estos chicos', comenta Claudia Soto, jefa de la unidad técnico-pedagógica del colegio.

Por su parte, el Liceo Bicentenario San Alberto Hurtado de Pudahuel optó por responder dudas de apoderados y estudiantes habilitando teléfonos especialmente para ello. 'En cada nivel hay un encargado que recibe las dudas y las canaliza para que puedan tener respuesta', indica la directora Carla Barra, quien explica que el sistema se bautizó como Aló Hurtado.

'Tenemos un teléfono exclusivo para la asistente social, que es la que está ayudando con el registro social de hogares y la información de aquello que anuncia el Gobierno. Eso se suma al apoyo académico que seguimos haciendo como colegio'.

Otro liceo Bicentenario, esta vez el Polivalente San Nicolás, en la comuna del mismo nombre en la Región de Ñuble, destaca porque, además de incorporar plataformas como Classroom para continuar con sus clases, decidió ir un paso más allá, y entre sus actividades extraescolares promueve que niños desde 1° básico trabajen con Scratch, una plataforma para aprender conceptos básicos de programación.

Asimismo, para sacar provecho a las clases a distancia, están trabajando con un profesor de origen chino que vive en Estados Unidos, quien enseña esta segunda lengua desde ese país. 'Está enseñando chino con apoyo de una exalumna del liceo, quien el año pasado fue el primer lugar en el concurso Puente Chino (que mide habilidades en esa lengua)', indica el profesor Marcos Caro.

Hace unos días, 90 escolares de distintas edades y que forman parte de la orquesta del colegio grabaron un video tocando en vivo desde sus casas con instrumentos prestados por el colegio. Los videos luego se editaron para generar una obra conjunta.