Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-07-12
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B5
Sección:   ECONOMÍA Y NEGOCIOS DOMINGO
Centimetraje:   51x27
El Mercurio
Presidente de Empresas CMPC
LUIS FELIPE GAZITÚA: “Es momento de comprometernos… algo así como un pacto por el empleo, sin recorte en las dotaciones, sin bajar los sueldos”
El directivo está preocupado por la situación que vive el país y por los efectos de la pandemia en el empleo, que en su opinión ya alcanza el 20%. Cree que en este escenario el mundo empresarial debe cumplir un rol. 'Tenemos una oportunidad para que seamos vistos como un valioso eslabón en la cadena que mueve al país'.
Desde la Junta de Accionistas de Empresas CMPC, en abril, que su presidente, Luis Felipe Gazitúa, cumple estricta cuarentena, y desde su casa participa en todos los directorios y comités de los que forma parte, incluyendo empresas como Almendral y Entel.

En medio de la pandemia la carga de trabajo, dice, ha aumentado de manera importante. No obstante, se ha dado el tiempo para seguir de cerca la actualidad, y también para ir cumpliendo algunos objetivos que se había fijado tiempo atrás. 'Estoy en clases de mapudungun', cuenta Gazitúa. 'La lengua es la expresión máxima de la cultura de un pueblo y, por lo mismo, no solo creo que nosotros debemos aprenderla, considerando nuestra relación con muchas comunidades mapuche, sino también el Estado debería impulsar su conocimiento, al menos en el sur del país'.

A través de videoconferencia, Gazitúa cuenta cómo lo han hecho para operar en medio de esta crisis. 'El mundo fabril ha trabajado en las plantas sin parar ni un solo día. Pasamos de turnos de 8 horas a 12 horas, que tiene un costo mayor, pero permite tener menos gente en las plantas y reduce la posibilidad de contagio. Hemos tenido muy pocos, casi ningún foco de contagio en las plantas. Trabajamos con protocolos súper estrictos', cuenta, agregando que en el mundo administrativo tienen a casi 5.000 personas en toda Latinoamérica trabajando desde sus casas.

-¿Cuál es su percepción respecto al momento económico y social que vive el país?

'Las condiciones económicas prepandemia no eran las mejores, así que el coronavirus encontró un mundo débil en varios sentidos. Algo similar nos ocurrió en Chile, donde recién estábamos logrando absorber y canalizar políticamente las manifestaciones de octubre. Muchas empresas venían bastante golpeadas desde ese momento, así que la pandemia llegó como un golpe mortal. Pese a ello, a veces pareciera que aquí nos gusta hacernos la vida aún más compleja, exacerbando las divisiones y anteponiendo gustos personales antes del bien común. Ahora que se han vuelto tan populares las comparaciones por el manejo de la pandemia entre los países, sería oportuno destacar que en los mejores ejemplos lo que ha primado es la unidad política para enfrentar la crisis sanitaria y económica'.

-¿Cuál es su proyección en torno al impacto que tendrá la pandemia en la economía chilena?

'En general, concuerdo con las estimaciones de una contracción en torno al -8% para este año. Lo que sí creo, como indican algunos estudios, es que el desempleo es mayor y que debe estar rondando el 20%, entre otras cosas por el alto nivel de informalidad. Eso nos habla de un mercado laboral mucho más frágil. La Ley de Protección del Empleo es un buen mecanismo para cuidar a los trabajadores formales, pero su extensión es limitada y claramente no abarca a todas las personas que necesitan ayuda. Por eso se entiende la demanda por mayor protección. En nuestro camino al desarrollo, muchas personas han podido mejorar su calidad de vida, pero la informalidad, sumada a la baja flexibilidad del sistema y mecanismos de protección insuficientes, hacen que ese avance se vea rápidamente amenazado. Y sería un retroceso, y un error, podríamos agregar, que todas esas personas, decepcionadas por un desarrollo que apenas alcanzaron a disfrutar, terminen apuntando al modelo económico, a la libertad de emprendimiento, al rol empresarial, como responsables de su caída'.

-Más allá de la evidente preocupación por la salud de los chilenos y los que lamentablemente han fallecido, ¿cuál es su principal preocupación hoy respecto al efecto en la economía?

'Me preocupa, y mucho, el impacto en el corto plazo. Me preocupa la enorme pérdida de experiencia y talento. Me preocupa el retroceso que representará en nuestro desarrollo y que algunos estiman en, al menos, diez años. A mediano plazo, me preocupa un potencial retroceso en la apertura de los países al comercio global. Me preocupa que los empresarios no seamos capaces de asumir y ser protagonistas de una reactivación sustentable, en todo el sentido de la palabra. Y a nivel local, me preocupa enormemente que estemos tomando decisiones o poniendo en marcha regulaciones que pueden tener sentido en pandemia, pero que nos complicarán mucho en el futuro. Legislar en medio de la crisis ha sido necesario, pero requiere mucha prudencia. Y más allá del desempleo, me preocupa el impacto que eso tiene en la calidad de vida de la gente, las familias, los jóvenes'.

Pacto por el empleo
-Usted lidera una de las principales y más emblemáticas empresas del país, ¿qué rol le corresponde jugar a los empresarios en una crisis como la que describe?

'Las personas no solo esperarán que mantengamos dotaciones y sueldos, paguemos al día a proveedores y que sean los accionistas los que asuman, principalmente, los costos de la crisis. Esperarán que lideremos la recuperación económica, invirtamos y generemos empleo. Pero querrán también que lo hagamos de manera socialmente justa y sustentable. Eso implica que deberemos asumir un rol en la solución de problemas que, quizás, los veíamos más lejanos, como la desigualdad, la inclusión o la necesaria descentralización de nuestro país. Sin ánimo de seguir 'estrujando' la iniciativa, voy a usar como ejemplo nuestras mascarillas. Apenas iniciada la cuarentena, comprendimos que iban a ser muy necesarias. En poco más de 50 días tomamos la decisión de traer máquinas, instalarlas, capacitar a los trabajadores y entregar nuestra primera producción de forma totalmente gratuita. No fuimos reactivos a requerimientos de las autoridades. Fuimos nosotros los que detectamos la necesidad social y salimos a buscar soluciones. Porque las empresas no podemos esperar a que las autoridades tomen la iniciativa. De nosotros depende que los espacios de acción para la iniciativa privada no se reduzcan. Por el contrario, tenemos una oportunidad para que estos crezcan y seamos vistos como un valioso eslabón en la cadena que mueve al país'.

-¿Cree que debiera haber un compromiso de las grandes empresas de defender el empleo?

'Las cifras son alarmantes y las encuestas indican que más del 90% de las personas tiene miedo de perder su trabajo. Con esa cesantía e incertidumbre es muy difícil pensar en una recuperación. Para reducir la pérdida completa de muchos empleos, habría sido deseable contar con una legislación más flexible, tal como lo viene recomendando la OCDE desde hace varios años. Quizás ese sea el tipo de debates positivos que podremos abordar como lección de esta pandemia. Pero por ahora creo que todo esfuerzo por disminuir la incertidumbre de los trabajadores es necesario. Mire nuestro caso en CMPC, hemos seguido operando bajo estrictos protocolos de cuidado y hemos contado para ello con el decidido compromiso de nuestros colaboradores. Por lo mismo, debemos ser capaces de responderles. Es momento de comprometernos con la mantención del empleo en el actual contexto sanitario y económico. Algo así como un pacto por el empleo, sin recorte en las dotaciones, sin bajar los sueldos y sin acogernos a la Ley de Protección del Empleo'.

-¿El suyo es un llamado para que las grandes empresas se sumen a ese mismo compromiso?

'No estamos haciendo un llamado a nadie, no somos quienes para hacerlo, pero si sirve de ejemplo, ¡bingo!'

-Para las empresas de menor tamaño evitar despidos se hace muy complejo.

'La captación de talento y la acumulación de conocimiento son dos de los elementos más estratégicos y claves para el desarrollo de cualquier empresa, por lo que estoy seguro que nadie toma este tipo de decisiones por gusto. Hay muchas empresas y empleadores afectados directamente por la imposibilidad de operar o por una fuerte disminución en la demanda. Lo más probable es que muchos otros se verán también obligados a seguir el mismo camino. La diferencia, en nuestro caso y en el de muchos otros, es que por ahora podemos y consideramos que tenemos respaldo para enfrentar coyunturas complejas como esta y poner ese respaldo a disposición de nuestros trabajadores. Nadie está obligado a dar lo que no tiene ni a hacer lo que está más allá de sus capacidades'.

-No obstante, hemos visto a grandes empresas que han ejecutado despidos masivos, otras aprovechan estos momentos para 'eficientar' sus planillas. ¿Cree que el sector empresarial no ha estado a la altura?

'Lo que yo he visto son muchas empresas en condiciones bastante complejas tomando decisiones, la mayoría dolorosas, que les permitan sobrevivir. Pueden existir casos puntuales, pero en general se observan empresas y ejecutivos comprometidos con salir adelante. Por supuesto que en la crisis hemos visto transformaciones que nos podrían hacer pensar en nuevas oportunidades de eficiencia. Mire el caso del teletrabajo o de plantas que se encuentran operando con dotaciones más bajas de lo normal. Pero no creo que sea el momento. Para quienes podemos, debemos asumir que vivimos tiempos de retribuir decididamente a los trabajadores y postergar, si es que las hay, reducciones de dotación por reestructuraciones'.

-Si el desempleo llega a un 20% como efecto de esta crisis, ¿cree que hay riesgo de un nuevo estallido social?

'Déjeme separar lo ocurrido a partir de octubre en dos realidades. Por una parte, está ese millón y medio de personas que se manifestó pacíficamente en Plaza Italia y que representó la acumulación de una serie de malestares. Evidentemente, un escenario de mayor desempleo no hace más que agravar su situación, pero eso no es sinónimo de manifestaciones callejeras. Todo depende de la forma como el Gobierno, los parlamentarios, los empresarios y también las organizaciones sociales, sepamos encauzar esta crisis. Y hasta aquí, si me permite la confianza, creo que estamos reprobando. La otra parte del análisis son los grupos violentistas que se aprovecharon del momento y que estarán presionando y buscando las oportunidades para retomar su afán destructivo, aunque sea a costa de muchas personas'.

Recuadro
'En la crisis hemos visto transformaciones que nos podrían hacer pensar en nuevas oportunidades de eficiencia. El caso del teletrabajo o de plantas que se encuentran operando con dotaciones más bajas de lo normal. Pero no creo que sea el momento. Para quienes podemos, debemos asumir que vivimos tiempos de retribuir decididamente a los trabajadores'.

'A veces pareciera que nos gusta hacernos la vida aún más compleja, exacerbando las divisiones y anteponiendo gustos personales antes del bien común'.

Retiro del 10% de las AFP: 'Este es el tipo de decisiones de las cuales nos vamos a arrepentir por años'

-¿Cómo ha visto el rol que ha jugado el Gobierno en esta crisis?
'No soy analista político y no creo que a los empresarios nos corresponda tampoco esa misión. Respeto mucho la vocación política, como espero también que los mismos políticos estén a la altura de esa vocación. Pero no es ninguna novedad en la historia que a los gobiernos con bajo respaldo en las encuestas les resulta más complejo. Insisto en que uno hubiese esperado mayor voluntad de acuerdos para enfrentar la crisis, como también una menor cantidad de errores no forzados, como decimos a quienes nos gusta el tenis'.

-¿Qué le pareció el resultado de la votación en la Cámara de Diputados, donde con 13 votos del oficialismo se aprobó la idea de legislar un proyecto que busca facultar a las personas retirar el 10% de sus fondos de pensiones?
'Tengo serias dudas de que la intención profunda de ese proyecto sea el retiro parcial de ahorros para enfrentar una pandemia. Creo más bien que, en el fondo, busca desestabilizar un sistema que ha sido reconocidamente beneficioso. Las bajas pensiones no son consecuencia del sistema de capitalización individual, sino reflejo de los problemas de nuestro mercado laboral. Este es el tipo de decisiones de las cuales nos vamos a arrepentir por años. No cabe duda de que un préstamo fiscal a tasa cero y en condiciones únicas y extremadamente flexibles de pago es una solución mucho más solidaria que hacer que cada chileno utilice sus propios ahorros previsionales poniendo en riesgo sus ingresos futuros'.

-¿Cree que ha faltado manejo político del Gobierno para controlar incluso a su propia coalición?
'Le voy a responder desde otra perspectiva. Esto se lo escuché a Paul Polman, ex-CEO de Unilever, en una conferencia hace algunos días: si no somos capaces de encaminar estos problemas de la manera correcta y unida, entonces lo que tendremos es mayor riesgo de polarización y de autoridades populistas. Creo que Polman acierta'.
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JOSÉ TOMÁS SANTA MARÍA-