Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-07-14
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B6
Sección:   The Wall Street Journal
Centimetraje:   22x23

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Los datos de la firma de investigación de viajes OAG indican que las aerolíneas europeas de bajo costo están reforzando rápidamente sus itinerarios..
El Mercurio
Industria trata de salir de su aproblemado presente:
Mercado aéreo puede ser más competitivo en crisis que en tiempos de auge
La gran pregunta para los inversionistas es si, en medio de la emergencia sanitaria, las aerolíneas pueden vender los pasajes a un precio que les genere ganancias.
¿Quieren mantener los precios altos? La estrategia clásica es mantener un control firme sobre el suministro, igual como tratan de hacerlo regularmente los principales productores de petróleo. Para gran deleite de los viajeros y consternación de los inversionistas, no obstante, es probable que las aerolíneas tengan incluso menos éxito en esto.

Se espera que la crisis del covid-19 le cueste a las compañías aéreas más de US$ 80 mil millones en 2020. Sin embargo, se están suavizando las restricciones sobre los viajes de corta distancia, lo que aumenta las esperanzas de una recuperación más rápida para los operadores de bajo costo: los precios de sus acciones han bajado cerca del 30% este año, en comparación con una caída mucho más grande del 55% para las aerolíneas tradicionales. El efectivo está empezando a fluir, finalmente, puesto que las familias están saliendo de los confinamientos con deseos de gastar y viajar.

Los datos de ventas del comercio minorista de la eurozona mostraron un rebote récord en mayo, lo cual reflejó lecturas similares en EE.UU. Michael O'Leary, jefe ejecutivo de Ryanair, hace poco señaló al periódico The Telegraph, en el Reino Unido, que en julio los primeros aviones que llevaban a los británicos a sus destinos vacacionales en España e Italia estaban más de dos tercios llenos. Sin embargo, la venta de pasajes no es suficiente. La gran pregunta para los inversionistas es si, en medio de la emergencia sanitaria, las aerolíneas pueden venderlos a un precio que les genere ganancias. Los datos hasta ahora son preliminares, pero hay poco que indique que esta industria bastante golpeada vaya a dejar de serlo. En teoría, las compañías aéreas de bajo costo deberían tener la flexibilidad para restablecer cuidadosamente la cantidad correcta de asientos para atender a aquellos desesperados por unas vacaciones al sol y aun así mantener altas las tarifas aéreas.

A diferencia de las estrategias radiales, las que necesitan la red para ser rentables en general, estas aerolíneas pueden decidir no restablecer esas rutas específicas de un punto a otro, ya que es poco probable que cubran los gastos. No obstante, en la práctica los períodos de recuperación pueden terminar siendo incluso más competitivos que los tiempos de auge. Los datos de la firma de investigación de viajes OAG indican que las aerolíneas europeas de bajo costo están reforzando muy rápidamente sus itinerarios. La compañía húngara Wizz Air ha utilizado sus grandes reservas de efectivo para seguir operando lo más normal posible durante el brote y ahora está buscando la ventaja de ser la primera en actuar; lo que incluye una gran iniciativa de expansión en Serbia. Los competidores más débiles están demorando un poco más en recuperarse, pero sus itinerarios parecen apuntar a un flujo de vuelos en agosto y septiembre.

Tendencia a la baja

En forma oportuna, un análisis en línea del banco de inversiones UBS sugiere que una escasez de suministro hizo subir los pasajes aéreos para viajes de corta distancia exactamente después del período de confinamiento, pero que las tendencias de precios están ahora apuntando hacia abajo. La excepción parece ser Ryanair, la que ha sido conservadora con sus itinerarios.

Sin embargo, en vista de su buena salud financiera y el precedente histórico —es muy sabido que Ryanair utilizó la crisis de la aviación del 11-S como una oportunidad de crecimiento—, parece poco probable que permanezca fuera de la lucha por mucho tiempo.

El panorama es más difícil de prever en EE.UU., en vista de que el resurgimiento de casos de covid-19 podría retrasar la recuperación en la aviación. Las reducciones de capacidad fueron más bajas en primer lugar, porque el rescate federal de la industria incluyó cláusulas que obligaron a las aerolíneas a seguir volando ciertas rutas. Además, en EE.UU, el mercado de viajes de corta distancia es más segmentado geográficamente.

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COSTO Se espera que la crisis del covid-19 le cueste a las compañías aéreas más de US$ 80 mil millones en 2020.
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JON SINDREU -