Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-07-19
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   C4
Sección:   Política
Centimetraje:   38x27
El Mercurio
Gabriel Boric, diputado frenteamplista, sobre la propuesta de retiro de fondos previsionales:
“Nadie está enamorado de este proyecto como si fuera la panacea. Sabemos los problemas que trae, pero la solución no puede ser solo deudas”
El parlamentario pide al Senado avanzar en la iniciativa de crear un Fondo Colectivo permanente, cuya recaudación anual estima que puede llegar a los US$ 1.000 millones.
De bigote y patillas largas, el pasado 6 de julio el diputado Gabriel Boric (Frente Amplio) no solo estrenó un nuevo look ante la audiencia que esa tarde seguía la discusión por el retiro de fondos previsionales en la Cámara. También trajo a escena al hasta ese entonces desconocido asesor del Frente Amplio Hassan Akram (Universidad de Cambridge) quien, en un español con acento anglosajón, presentó a los diputados el Fondo Colectivo de Pensiones. Medida calificada por 5 economistas de centroizquierda como preocupante por el posible incremento de la deuda pública (contingente) y que Boric defiende en esta entrevista, desde Punta Arenas.

-El diputado Giorgio Jackson dijo 'vamos a acabar con las AFP'. ¿Qué es lo que quieren realmente con este proyecto? ¿Ayudar a la clase media o cambiar el sistema de pensiones?

-El objetivo central de este proyecto es para poder llegar a la clase media. Las AFP no se van a terminar con este proyecto. Las cuentas de ahorro individual van a seguir, y nadie está hablando de expropiar los fondos como algunos, irresponsablemente, como Bernardo Fontaine, han tratado de acusar. Nuestro objetivo en el mediano plazo es cambiar el modelo de raíz, pero este proyecto no es el que generará ese cambio.

-Ante las críticas de un posible intento de cambiar el modelo de capitalización individual, a través de este proyecto, usted se declaró en su cuenta de Twitter 'culpable'. ¿Por qué?

-Me parece del todo evidente que el sistema de capitalización individual basado solo en ahorro forzoso manejado por las AFP que se enriquecen a costa del trabajo de los chilenos no funciona. La mayoría de los chilenos recibe o recibirá pensiones de miseria. Entonces, cuando se nos apunta con el dedo diciendo que queremos cambiar el sistema, nosotros decimos, por supuesto que lo queremos cambiar. Nunca lo hemos ocultado. Yo entiendo que no se va a cambiar de la noche a la mañana y que este proyecto tiene que avanzar en esa dirección, más allá que la reforma estructural, que se va a dar en otro contexto.

-Economistas como el exministro Rodrigo Valdés (Hacienda, PPD) han señalado que esta es una mala medida y que si se incluye el Fondo Colectivo la deuda pública aumentaría en torno a los US$ 18 mil millones. ¿Con qué argumento técnico rebaten desde su sector esa premisa?

-La afirmación que usted hace implicaría que todo el mundo que retire los fondos se jubile mañana y que por eso hay que cubrir todo el monto inmediatamente y eso no es así. Hay mucha gente que va a ser uso del derecho a retiro y que le quedan muchos años de vida laboral. Lo que planteamos es que sea un fondo con aportes del empleador con un match del Estado y cuyo monto hay que discutirlo en una ley particular y en detalle.

-¿Tiene alguna estimación de los costos que podría significar para el Estado?

-El cálculo que hacemos es que se puede recaudar una cifra del orden de los US$ 1.000 millones anuales que empiece a servir para compensar las pensiones de los que ya se están pensionando. Esto no busca cubrir inmediatamente el retiro de alguien que tenga 30 o 40 años. El punto del Fondo Colectivo es un sistema que otorgue compensaciones que si o si van a ser muy bajas.

-Bajo el concepto de 'los fondos son de los trabajadores' que abrazó la oposición, ¿cómo se pretende explicar el componente de solidaridad que esperan introducir en la reforma al sistema?

-He sido muy claro en que la idea del retiro es necesaria por la urgencia y la ineptitud del Gobierno, pero es necesario complementar con el Fondo Colectivo porque el principio de seguridad social que queremos defender no se trata del querer rascarse con sus propias uñas sino que tiene que haber elementos de solidaridad en el sistema. En eso no hay contradicción.

-Pero ¿reconoce que podría ser un juego peligroso?

-Sería peligroso si nosotros desconocemos la solidaridad, pero no estamos haciendo eso. Esta es la urgencia y quizás los técnicos no alcanzan a verla desde sus oficinas, pero los que estamos trabajando en el territorio la vemos todos los días.

-Se planteó que la izquierda abandonó sus principios al señalar que sean los trabajadores y no el Estado el que se haga cargo de la crisis, ¿qué le parece?

-Eso es absurdo. La diputada María José Hoffmann se congratulaba con no haber aumentado el IFE en más de $65 mil per cápita porque no quería que la gente viviera del Estado. Hoy nos dice que va en contra de nuestros principios el defender una urgencia para parte importante de la población, está equivocada porque en términos ideológicos defendemos: seguridad social que requiere elementos de solidaridad en el sistema.

-Las medidas del Gobierno hablan de bonos no reembolsables y de préstamos. ¿Por qué sería, en su opinión, más conveniente que las personas usen sus propios ahorros, si eso podría redundar en tener peores pensiones en el futuro?

-La gente podrá decidir en función de su situación y expectativas futuras si postular al IFE, optar por un crédito, aplicar el retiro si se aprueba o combinar algunas de esas medidas. Nadie está enamorado de este proyecto como si fuera la panacea. Sabemos los problemas que trae asociados pero la solución no puede ser solo deudas.

-¿Cómo la oposición puede capitalizar este avance?

-Sin perder de vista que esto no es un gallito con el Gobierno creo que ha quedado demostrado que cuando somos capaces de actuar en unidad en base a ideas y programas se puede avanzar e ir corriendo las medidas de lo posible. Se demostró la potencia de la oposición cuando se reúne y colabora. La acción conjunta de la oposición permitió avanzar en esa dirección y eso es una buena noticia que tiene que capitalizarse de cara a la campaña del plebiscito.

-Se le ha criticado a su sector la ambigüedad a la hora de condenar la violencia. ¿Usted la condena de plano?

-No soy ambiguo respecto de la violencia y he sido muy claro, pero hay un sector de la sociedad que solo se escandaliza cuando la gente protesta y pierde el miedo a salir a la calle, pero que se queda callado cuando todos los días se violentan los derechos más básicos y sus condiciones de dignidad mínima para vivir. Ante esa dicotomía no me pierdo y por eso voy a seguir apoyando las movilizaciones.

-La pregunta apunta a los saqueos y desórdenes…

-Yo no he tenido ninguna ambigüedad a la hora de condenar los saqueos. Nadie ha dicho bienvenidos los saqueos. No quiero llegar a esa situación, pero me sorprende el doble estándar de personas que se escandalizan ante hechos de estas características que se producen por hechos de violencia estructural y nada dicen por eso.

-En la víspera de la votación varios dirigentes dijeron que se podría generar un 'estallido social 2', ¿cree que eso condicionó el resultado?

-La mayor violencia que vi no fue en las manifestaciones en la noche como los saqueos o el ataque a una comisaría, la vi en una carta de 16 empresarios diciendo que estaba en riesgo la democracia producto de un debate en la sede democrática del Congreso. Quizás ese era un chantaje para aquellos que estaban demasiado acostumbrados a aceptarlo, pero yo no.

-¿Qué ocurriría si en el marco de la discusión constitucional se producen hechos de violencia?

-Tenemos que garantizar que el plebiscito se dé con todas las garantías. La mayoría de la gente quiere participar y hacer valer su voz. Yo no creo en entrar en una magnificación de los hechos de violencia sino que hacer todos los esfuerzos para que no ocurra esa situación, pero eso no se soluciona con condenas retóricas sino que con hacer política de cara a la sociedad.

Recuadro
Plebiscito constitucional de octubre: 'Estamos atrasados'
-¿Cree que es momento de comenzar a preparar y definir si se puede realizar el plebiscito?
-Estamos atrasados. Vamos a presentar una propuesta de reforma constitucional para que atendiendo a las recomendaciones del Servel y la sociedad civil, poder tener las mejores condiciones posibles para el plebiscito. Por ejemplo, que sea en dos días, voto postal o anticipado, en recintos abiertos y no cerrados, mesas separadas para adultos mayores.

-¿Le parece correcto que una diputada corra por el hemiciclo y otro diputado insulte un ministro?
-Cada uno actúa en función de las convicciones que tiene y al menos yo me preocupo de argumentar mis posiciones con sustento tanto técnico como territorial. Ojalá ese fuera el tono que primara, el de las ideas y no las descalificaciones, porque al final, cuando uno descalifica al otro, nunca sabe cuando le llega de vuelta. Como decía Bertolt Brecht a propósito de cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas, no me importó porque yo no era comunista; cuando buscaron a los judíos no me importó porque yo no era judío, pero cuando me vinieron a buscar a mí a nadie le importó, porque los vinieron a buscar a todos.
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J. SOTO-