En las primeras fases del desconfinamiento en España, las autoridades establecieron una capacidad máxima de 30% para el transporte público para evitar aglomeraciones. Esta restricción más el hecho de que la bicicleta permite la distancia física clave para evitar el contagio del covid-19, dispararon las ventas de estos vehículos en ese país y en todos los que han iniciado la desescalada.

De hecho, en el país ibérico la demanda creció 260% y obligó a la cadena especializada Decathlon a vender bicicletas usadas. Otros gobiernos europeos están entregando bonos para reparar o comprar bicicletas y han reconvertido avenidas para la circulación exclusiva de bicicletas, autobuses y taxis.

En mayo, las ventas de bicicletas subieron 5.000% en EE.UU., según reportes de agencias. La merma en el tráfico de vehículos motorizados también ha ayudado a este cambio.

Sudamérica no es la excepción en esta verdadera fiebre por las bicicletas. El fin de la cuarentena en Perú, a inicios de julio, volcó a las personas a comprar unidades nuevas o repuestos para reparar las antiguas y en Colombia hay reportes de escasez de bicicletas y partes. Los fabricantes, ubicados principalmente en China y otros países asiáticos, también se enfrentan a una mayor demanda doméstica.

'La industria se está preparando para un alza en la demanda de bicicletas porque Chile no estará exento del fenómeno que se ha dado en otros países. Sin embargo, la gran dificultad está siendo que la fabricación de bicicletas se ha visto colapsada con requerimientos de Europa, Australia o Estados Unidos. Sin duda es un momento complejo para la industria chilena, básicamente para poder asegurar el stock para lo que queda del año', explica Rodrigo Contardo, gerente de Márketing de Oxford.

Un elemento que podría beneficiar a los actores locales es el estallido social, que de alguna forma adelantó en Chile este fenómeno. El gerente Comercial de Bicicletas Bianchi, Felipe Torres, dice que en ese momento la falta de transporte público hizo que mucha gente optara por la bicicleta. 'Desde octubre pasado y durante todo este año las ventas se han mantenido estables y creciendo a un ritmo de dos dígitos. El peak tradicionalmente se da entre octubre y diciembre, cuando se concentra hasta el 35%. Las importaciones se programan con esos criterios, lo que coincidiría con los plazos del desconfinamiento en Chile', explica.

Torres agrega que los pedidos a los fabricantes chinos se hacen durante los primeros meses del año. 'Hasta ahora las ventas siguen marcadas por el factor estallido social y el efecto fuerte por la pandemia está por venir. Los buenos niveles de venta de fines de año pasado y los primeros meses de 2020, nos llevaron a estimar inventarios más altos para esta temporada y eso podría ayudarnos a no tener quiebres de stock', asegura el ejecutivo de Bianchi.

Los grandes retailers también advierten un mayor interés de los clientes. 'Hemos observado un gran interés por bicicletas y electromovilidad, que constituyen una solución de traslado en tiempos de pandemia. Esperamos que la demanda de estos productos siga aumentando', dice Jorge Fuenzalida, gerente de Negocios de la firma.

Los consultados coinciden en que otro gran desafío será la logística para responder a los clientes, pues durante el desconfinamiento habrá límites para el aforo en las tiendas físicas y eso mantendrá la presión sobre el canal online.

La directora ejecutiva del Centro Bicicultura, Amarilis Horta, suma un elemento adicional a la ecuación: si bien en Chile hay una cierta base normativa y de infraestructura falta mucho para alcanzar los niveles de masificación que se observan en Europa o Estados Unidos. 'Es perentorio impulsar un paquete integral de medidas de rápida implementación y bajo costo, que transformen a la bicicleta en la forma más atractiva, eficiente y segura de moverse', dice.