Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-08-15
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B6
Sección:   Economía y Negocios - LA PANDEMIA DEL CORONAVIRUS
Centimetraje:   35x27
El Mercurio
FERNANDO LARRAÍN, GERENTE GENERAL DE LA ASOCIACIÓN DE AFP, EVALÚA EL SISTEMA DE RETIRO DE FONDOS DE PENSIONES:
“Los hechos demuestran que en el proceso del 10% hay más verdad que en todos los discursos anti-AFP”
Pese a que advirtieron el daño que el retiro generará en las futuras pensiones, el ejecutivo afirma que la implementación desmintió a quienes decían que los recursos no estaban, que se los habían robado y reforzó la percepción de que los ahorros pertenecen a los trabajadores.
Retrasó su partida a Washington para asumir una consultoría de pensiones en el Banco Mundial para hacerse cargo de la representación de la industria de AFP en el inédito proceso de retiro de fondos de pensiones aprobado por el Congreso.

Con esa tarea, en la primera etapa, el gerente general de la Asociación de AFP, Fernando Larraín, hizo ver en forma tajante el perjuicio en pensiones que provocará el giro de ahorros previsionales. Pero una vez aprobada la reforma, se hizo cargo de entregar con la mayor transparencia los datos sobre la implementación del proceso.

-¿Qué evaluación hacen del proceso del retiro de fondos desde su gestación?

'Primero, la discusión legislativa se dio en un contexto bien único de pandemia y, segundo, las ayudas por parte del Gobierno a las distintas familias en algunos casos habían llegado y en otros no. Había una urgencia por parte de muchos chilenos y chilenas de la situación que estaban viviendo. Además, había un debate que se venía construyendo con consignas en contra del sistema de pensiones y de las AFP. Fue un debate intenso y se resolvió muy rápido, si se considera que llevamos más de cinco años discutiendo la reforma al sistema de pensiones y todavía no hay acuerdo'.

-¿Ratifican la posición de que esto daña las futuras pensiones? En un momento se dejó de hablar de eso, y el foco fue desarrollar el proceso.

'Dijimos que había mejores formas para paliar los problemas de la pandemia y que no fuera pagado con los ahorros de los trabajadores. Como salió finalmente la ley no tiene ninguna compensación, entonces, va a tener un efecto a la baja en las pensiones. Ahora, una vez aprobado el proyecto y hecho el marco legislativo, teníamos que hacer lo que la ley nos mandataba, que era pagar en tiempo y forma'.

-¿Les sorprendió que el Gobierno no vetara el proyecto o que no lo llevara al Tribunal Constitucional?

'El nivel de apoyo a la iniciativa, en la ciudadanía primero y después en el Senado y la Cámara de Diputados votando a favor, me hacen pensar que el Gobierno hizo lo correcto, porque de lo contrario, el proceso se habría alargado mucho. Sí me sorprende que como política pública salió con varios problemas: no hay una compensación para las pensiones futuras y terminó siendo regresivo por el tema tributario. Ahí hubiese esperado que el Ejecutivo hubiese participado de mejor forma del proceso'.

-¿Se sintieron abandonados por el Gobierno?

'Las AFP son actores dentro de un sistema de pensiones y nosotros somos los que tenemos la relación con los afiliados. Creo, sin embargo, que esto se hizo en un marco colaborativo. Todo fue muy rápido, las instrucciones de la Superintendencia de Pensiones salieron bien encima y dijimos que íbamos a poner toda la energía para que funcionara bien, pero que no dependía solamente de las AFP. Si uno mira la evidencia, fue un proceso ágil, simple, y con mucha información, pese a que se habló que las AFP pondrían trabas y que habría ‘letra chica''.

-¿Qué fue lo más difícil de implementar?

'Diría que lo más difícil fue el poco tiempo que existió para hacer esto. Una vez que se aprobó, a los pocos días ya se había promulgado, recibimos un oficio de la superintendencia que tuvo que cambiarse sobre la marcha. Es un proceso inédito que involucra a 11 millones de personas, con complejidades operacionales, tecnológicas y financieras. Porque también estaba el desafío de cómo se liquidaban los activos de manera de impactar lo menos posible no solo a la economía chilena, sino también a los mismos fondos de los trabajadores. Obviamente, no estuvo exento de problemas, pero lo importante es irlos resolviendo. Ahora viene una fase muy compleja de las pensiones alimenticias y también ir aclarando los casos pendientes con el Registro Civil'.

-¿Qué desafío implica la retención de fondos por deuda de pensión alimenticia?

'Creo que va a ser, sin duda, de las más complejas. Esto se da en el marco de juicios que aún están en curso y es importante que se entienda que las AFP no pueden hacer más que lo que los tribunales ordenan y que tampoco podemos actuar con más rapidez que aquella que tienen los tribunales para dictar todas las resoluciones. Entonces, si hay errores en las retenciones, los tribunales nos dictan las correcciones que hay que hacer'.

El rol de las AFP
-La encuesta Cadem mostró un aumento en el respaldo a la gestión de las AFP. Este proceso, ¿reivindica el rol que tiene en el sistema previsional?

'La ley nos mandató a hacer este proceso y había que hacerlo bien, con eficiencia. Llevamos demasiado tiempo hablando en base a consignas. Los hechos demuestran que en el proceso del retiro del 10% hay más verdad que en todos los discursos anti-AFP. Esto también hizo que mucha gente se preocupara de su situación previsional, algunos se dieron cuenta de que sus empleadores no les habían pagado las cotizaciones, supieron dónde tienen sus ahorros y cuánto tienen ahorrado. Ocho de cada diez personas reconocen que la plata es de ellos, y eso antes era menos de la mitad de la ciudadanía'.

-¿Ve un cambio en cómo se percibe a las AFP?

'Se han ido desmantelando mitos: que la plata no estaba, que el sistema financiero iba a sufrir muchísimo, que se habían robado los recursos, que los recursos no eran de los trabajadores. No tengo duda de que había algunas personas que pensaban que este proceso iba a ser un fracaso por parte de las administradoras'.

-Algunos analistas, e incluso el ministro de Economía, Lucas Palacios, señalaron que la mayor disponibilidad de recursos permitiría apuntalar el PIB. ¿Coincide con ese análisis?

'Hay que salirse de los extremos. Algunos dijeron que el retiro iba a generar un descalabro financiero, lo que no pasó, y otros, que va a haber una reactivación de la economía. Efectivamente, con el 10% va a haber más consumo, pero creer que con esto se va a reactivar completamente la economía, eso no va a ser así. Efectivamente habrá mayor consumo, pero la estructura fundamental de la economía no va a estar basada en cifras de estos meses particulares. Esto es un paréntesis'.

Recuadro
'Como política pública salió con varios problemas: no hay una compensación para las pensiones futuras y terminó siendo regresivo. Ahí hubiese esperado que el Ejecutivo hubiese participado de mejor forma del proceso'.

'Creer que con esto se va a reactivar completamente la economía, eso no va a ser así (…). La estructura fundamental de la economía no va a estar basada en cifras de estos meses particulares. Esto es un paréntesis'.

Ref. previsional: 'Si la discusión se divide entre blanco y negro, no habrá acuerdo'

-¿Qué espera de la discusión de la reforma previsional?
'Llevamos mucho tiempo discutiendo a base de consignas. Eso complejiza el debate y la posibilidad de llegar a acuerdos. Es fundamental, dado este retiro del 10%, buscar mecanismos de compensación, el sistema sabemos que requiere cambios, y mientras más tiempo pasa, no solamente no se mejoran las pensiones, sino que comenzamos a hipotecar las pensiones futuras'.

-Hay un fuerte debate sobre el populismo de ciertas políticas que se están impulsando. Dado como se dio la discusión del 10%, ¿ve ese riesgo en la reforma?
'Las políticas públicas deben tener parte técnica y parte política que deben poder conversar. Si la discusión se divide entre blanco y negro, no habrá acuerdo. Llevamos años señalando que debe haber cambios, el sistema de pensiones no puede seguir en statu quo, pero el centro de esos cambios debe ser cómo se mejoran las pensiones'.

-La oposición planteó una propuesta que lleva el 6% a un fondo colectivo y separa la administración de fondos de la gestión de inversiones. ¿Qué le parece?
'Separar la gestión de activos y la administración no mejora las pensiones, y podemos terminar en un sistema con mayores costos de transacción para los afiliados. Esto se discutió en la comisión Marcel, en la comisión Bravo, y me imagino que cuando la presidenta Bachelet y el presidente Piñera hicieron su propuesta, también lo discutieron. Todos lo han desechado. Es raro seguir insistiendo en lo mismo. Además, no va al corazón de la reforma, que debe ser mejorar las pensiones'.

-¿Hay espacio para negociar la distribución del 6%?
'En el debate del 10%, la gente se dio cuenta de que se trata de su plata. El ahorro previsional es un esfuerzo del trabajador y su familia y, por lo mismo, es importante que sea heredable. Se puede hacer solidaridad avanzando en un pilar solidario que cubra más personas, acortar brechas y abordar las lagunas previsionales, pero es algo que deben decidir el Congreso y el Ejecutivo'.

-También hay un proyecto que discute la nacionalización de los fondos…
'Habría que preguntar a la ciudadanía si la idea tiene respaldo. Si los políticos representan la adhesión ciudadana, también deberían legislar desde esa perspectiva. Y de nuevo, ese proyecto no se hace cargo de mejorar las pensiones. Enfoquémonos en eso'.
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PAULA GALLARDO S.-