Una carta con 900 personalidades de la ciencia y la cultura circula para apoyar la postulación al Premio Nacional de Ciencias Naturales al doctor Ricardo Maccioni, quien ha sido reconocido en el campo de la neurociencia por desarrollar la teoría unificada de la Enfermedad de Alzheimer (EA), lo que ha dado origen a tecnologías para su prevención, diagnóstico temprano y tratamiento.

Lo apoya también el doctor y académico George Perry, director de la revista Journal of Alzheimer's Disease, donde Maccioni es editor regional para América.

Oriundo de Puerto Aysén, con 75 años, es doctor en Ciencias de la U. de Chile, y en Biomedicina de la Universidad de Colorado, Postdoctorado en NIH y en la University of Colorado Health Sciences Center. 'Me crié en Coyhaique, me iba a la escuela a caballo. Llegué a Santiago a los 16 años para entrar a la universidad. Y siete años después, ya estaba en EE.UU. trabajando', relata. Con 50 años de carrera, es director del Centro Internacional de Biomedicina (ICC) y ha desarrollado una investigación sobre detección temprana del EA, basado en biomarcadores moleculares. En eso trabaja hoy, junto a su equipo, en el J.J. Aguirre.

'Los científicos tenemos que estar cerca de la gente, porque necesitan educarse y prevenir', dice Maccioni.

'Desde joven me interesaba dilucidar la maraña tan extraña que es el cerebro humano. ¿Cómo uno llega a ver un arcoiris? ¿Qué pasa en el cerebro cuando uno piensa? ¿Qué pasa cuando uno se enamora?'.

—¿Por qué se dice que el Alzheimer es la gran pandemia del siglo XXI?

—Es la gran pandemia del XXI porque es una enfermedad que tiene su factor de riesgo en la vejez. Y la esperanza de vida está aumentando en todos los países del mundo. Ese factor de riesgo está latente siempre. Pero el Alzheimer no es solamente envejecer. Uno puede ver gente lúcida a los 105 años y otros que dan cátedra a los 95. El doctor Croxatto, Premio Nacional de Ciencias, daba conferencias sobre los 90. El Alzheimer es un accidente que se produce en el proceso normal de envejecimiento.

—En 2015, eran 35 millones de personas en el mundo con algún tipo de demencia. Cifra que se duplica cada 20 años.

—Ya vamos en 51 millones. Y se duplica cada 20 años. En Chile, deben ser alrededor de 250 mil personas, lo que yo diría que es una cifra bien conservadora. Para el 2050 el número va a ser impresionantemente alto, más de 800 mil personas.

'Es probable que el coronavirus vaya a prevalecer'

Además del Alzheimer, Maccioni trabaja junto a su equipo en la pandemia. 'Buscamos desarrollar una tecnología para detectar covid-19, basada en anticuerpos. Más similar al test de Elisa para la detección del Sida, podría ser más rápido y eficaz que otros procedimientos', añade.

'Confío en los expertos que hay en Chile. El doctor Miguel O'Ryan de la U. de Chile, la doctora María Teresa Valenzuela, que está en el Consejo Asesor, conocen mucho del tema. En el tratamiento se ha avanzado muchísimo. Hay un cambio notable en meses. Se le había dado mucha importancia a la fase final, a los respiradores artificiales, pero ahora apuntan a la fase inicial'.

—Los científicos del mundo avanzan de manera desesperada en busca de la vacuna. ¿Es mucha la presión?

—Más que presión, es vocación de los científicos que están más cerca de la microbiología o la virología. Los científicos de otras áreas colaboran, porque el interés es mundial. En la Journal of Alzheimer's Disease acordamos informar sobre el coronavirus en relación al deterioro cognitivo de los adultos mayores. La productividad científica sobre coronavirus es impresionante, absolutamente inusual.

—¿Cuándo vamos a volver cree ud a la 'normalidad'? Desde Harvard anunciaron que de aquí al 2022 seguiríamos con medidas preventivas.

—Normalidad, en la medida en que tengamos la vacuna. Habrá que seguir con los cuidados porque quedarán infectados no sintomáticos. La vacuna de Oxford y Astra Zeneca, laboratorio sueco, parece cercana. No hay que olvidar que el H1N1, virus de la gripe, no está erradicado y también produce mortalidad. Es probable que este virus vaya a prevalecer y que vuelva en épocas invernales, pero con la vacuna vamos a estar protegidos. Siempre tomando medidas.

'Hay que evitar el exceso de carnes'

A propósito de la 'feminización de la vejez', el doctor explica que un factor clave es la eliminación de fierro durante el período fértil, porque el hierro es el mayor agente prooxidante. 'Al haber acumulación de hierro en el cerebro, el riesgo de Alzheimer es alto. Por eso es bueno donar sangre, porque uno además ayuda a su salud', explica. Entre los nutracéuticos, recomienda la cúrcuma, el romero y el shilajit andino.

'Hacer ejercicio produce factores tróficos que activan mayores conexiones a nivel neuronal. Nos mantenemos cognitivamente en mejores condiciones. Hay que cuidar la microbiota, la cantidad de bacterias buenas en el intestino, por eso los probióticos. Las bacterias malas pueden producir toxinas o ellas mismas llegar al cerebro y producir destrucción de neuronas. Hay que evitar sustancias tóxicas, como el exceso de carnes y grasas. Comidas con mucha sal y el exceso de carbohidratos'.

Con su equipo han estudiado también el efecto del aislamiento en la enfermedad. 'El confinamiento prolongado por meses produce mayor deterioro cognitivo y aumenta el riesgo de Alzheimer. Aumenta la ansiedad, la depresión y eso es la antesala del Alzheimer. Nosotros desarrollaron un software, Activamente, para aumentar el rendimiento cognitivo en niños y adultos. Leer es muy importante. Lo peor es pasar la cuarentena frente al televisor viendo noticias.

—Ustedes hablan de la meditación como factor clave para mantener una vida saludable.

—La meditación es muy importante. Hay un estudio de la doctora Elizabeth Blackburn, que ganó el Nobel (2009) por su hallazgo, de la enzima telomerasa. A medida que uno envejece, los telómeros se acortan. La enzima que los repara es la telomerasa, pero se cansa con el tiempo. Ella descubrió que la gente que medita por varias horas, o las que practican mindfulness, envejecen más lentamente. La meditación sirve para prevenir el Alzheimer y eso tiene fundamento científico.

—Entiendo que recomiendan el Tai chi también.

—Tenemos un artículo reciente sobre el Taichi- Chi Kung (medicina tradicional china), porque podría activas la formación de circuitos neuronales y prevenir el envejecimiento. El doctor Juan Carlos Molina lo llama el envejecimiento activo: con ejercicios, meditación, yoga. Evidentemente, si una persona tiene una disposición genética, puede contraer la enfermedad, pero estos factores le ponen una barrera.

—¿Todo apunta al control del estrés?

—Es un gatillante. El estrés produce una serie de cambios neuroendocrinos que van a afectar el funcionamiento del cerebro. El estrés laboral y el estrés oxidativo, que depende mucho de la dieta, producen moléculas que dañan el material genético.

—En el reciente Congreso de la Alzheimer's Association señalaron que 'se ha mostrado que COVID-19 parece empeorar el nivel de demencia en los pacientes con este tipo de trastornos'.

—Todo esto es muy reciente, pero en estos seis meses hay varias publicaciones científicas sobre el tema. Se sabe que el virus produce estragos bastante grandes en el cerebro humano. Y demostraron que aumenta significativamente la posibilidad de tener Alzheimer y deterioro cognitivo. Efecto del virus y efecto de la cuarentena.

'Un joven de 20 años podría tener Alzheimer'

—En ese mismo congreso, usted señala que 'los factores de riesgo de Alzheimer y de otras demencias estarían presentes ya en adolescentes y jóvenes de menos de 20 años'.

—Es así. Es una de las conclusiones de ese Congreso. Tiene que ver con los estilos de vida de la juventud, con el exceso de alcohol, tabaco, consumo de drogas sumado a disposición genética. Todo eso produce señales de daño que llevan al Alzheimer. Si es muy potente el mal estilo de vida, un joven de 20 años podría tener Alzheimer. En EE.UU. hay reportados cerca de 1000 casos de Alzheimer temprano, entre 20 y 35 años. Hay un Alzheimer de tipo familiar que es la aparición temprana del Alzheimer producto de los genes, una mutación, los que alcanzan el 2% del total de casos. Desgraciadamente, en Chile no hay epidemiología del Alzheimer.

—El estudio que usted hace con el hospital J.J. Aguirre busca la posibilidad de detectar la enfermedad a bajo costo, con una muestra de sangre, ante la aparición de los primeros síntomas.

—Podría ser una revolución porque hasta 10 años atrás no había cómo detectar con algún test bioquímico o de neuroimagen el Alzheimer. Todo se basaba en la neuropsicología, en una serie de test con los que el médico calculaba ciertos valores, para señalar si es leve, moderado o severo. Nosotros empezamos este estudio en el 2000 y encontramos que hay mayor cantidad de proteína Tau hiperfosforilada en los pacientes con Alzheimer. Creamos un algoritmo entre la Tau y el péptido amieloide (secreción de la célula).

—¿En qué etapa están?

—En marcha blanca, probando con los pacientes del hospital. El laboratorio nuestro no se ha detenido en ningún momento durante la pandemia. Con esta técnica podríamos detectar el nivel de avance de la demencia. Y también tendría un valor predictivo, 5 o 10 años antes de que aparezca la enfermedad. Nos permitiría prender el semáforo para que esa persona se cuide. Hay un gran equipo de médicos, psicólogos, geriatras, que estamos trabajando en esto. Yo no me voy a quedar tranquilo nunca. Me jubilé hace 10 años y sigo muy activo, mi curva de publicaciones ha crecido (risas). Tengo para varios años más.