La economía chilena acaba de culminar un segundo trimestre que marcó una estrepitosa caída en la actividad, como consecuencia del confinamiento provocado por la pandemia.

En un informe reciente publicado por el Centro de Estudios Públicos (CEP), el investigador de la entidad y expresidente del Banco Central, Rodrigo Vergara, señala que, en la actualidad, el proceso de desconfinamiento en Santiago recién comienza, por lo que su impacto en las cifras económicas todavía es leve. De todas formas, advierte que distintos indicadores de actividad, industria, manufacturas y comercio muestran, en el margen, un cambio de dirección. 'Si bien es apresurado hablar de una recuperación, al menos se observan las primeras señales de que los efectos más negativos estarían quedando atrás', manifiesta el economista.

Así, Vergara observa que las cifras de actividad económica del segundo trimestre muestran una caída de gran magnitud del PIB, correspondiente a 14,1%. 'Para el tercer trimestre se espera también una caída del PIB, aunque menor que la del segundo trimestre', dice.

Proyecta que esto se dará a partir del avance del proceso de desconfinamiento, y también de la mayor cantidad de recursos inyectados a la economía de parte de los programas de apoyo gubernamentales y el retiro del 10% de las AFP. 'Un rol crítico lo juegan las medidas de reactivación, especialmente respecto a la recuperación de mediano y largo plazo. Para que estas tengan el efecto esperado, se requiere una tramitación y aprobación en el Congreso lo más expedita posible', apunta Vergara.

Respecto al mercado laboral, el economista del CEP, sostiene que el impacto de la pandemia ha sido considerable y que su recuperación tomará tiempo. 'En el corto plazo, debiéramos observar una mejoría importante en las cifras de ocupación, aunque todavía muy por debajo de sus niveles previos, explicada por el desconfinamiento que se está produciendo', advierte, ejemplificando con la situación de la construcción. 'En la medida en que se reduzca el confinamiento, se podrán reactivar una serie de obras y junto con ello aumentará el empleo', anticipa.

Agrega que la tasa de desocupación nacional alcanzó un 12,2% en junio, lo que implica un nivel muy superior al de los últimos años, en los que fluctuó mayormente entre 6 y 8%. Agrega que 'esta cifra no logra reflejar completamente el deterioro del mercado laboral chileno'.

Lo anterior, explica, se debe a que no se toman en consideración los empleados suspendidos (protección del empleo) y tampoco se incluye la disminución en la fuerza de trabajo a partir de personas que pierden el empleo y no buscan una nueva ocupación en vista de las escasas posibilidades de encontrar un puesto de trabajo. 'Así, la tasa ajustada por ambos factores superaría el 30%', plantea.

Advierte, además, sobre la necesaria consolidación fiscal para poner a las cuentas públicas en una senda sostenible una vez terminada la crisis. 'Y, por supuesto, la discusión de los temas económicos de la Constitución luego del plebiscito de octubre', remarca.