Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-08-24
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A5
Sección:   Internacional
Centimetraje:   34x18

Pie de Imagen
El ministro de Economía , Paulo Guedes (a la derecha), está intentando convencer a Bolsonaro de que el plan de inversiones afectará el equilibrio fiscal.
El Mercurio
Iniciativa será lanzada en los próximos días:
ProBrasil, el millonario plan de inversiones que divide al gobierno de Jair Bolsonaro
Mientras los militares del gabinete quieren que el proyecto se concrete, el ministro de Economía, Paulo Guedes, lo ve con preocupación.
Es un plan de dos ejes que ha evidenciado aún más las dos almas del gobierno de Brasil. El Presidente Jair Bolsonaro está por lanzar en los próximos días un millonario programa de inversiones públicas con las que, al menos un sector del gobierno, espera reactivar una economía severamente golpeada por la pandemia de covid-19. Pero la idea, bautizada ProBrasil, no le gusta al área económica del gabinete, que teme por el equilibrio fiscal del país.

El principal coordinador del programa es el ministro de Casa Civil (jefe de gabinete), el general Walter Braga Netto, quien asegura que 'ProBrasil transformará el Estado brasileño, traerá inversiones y generará empleo'.

El plan contará con dos ejes, apodados Orden y Progreso (el lema de la bandera brasileña). El primero contempla una serie de proyectos en tramitación en el Congreso, donde el oficialismo no tiene mayoría; mientras que otros serán enviados al Legislativo para modernizar y perfeccionar reglas asociadas a la economía, mejorar el ambiente de negocios y desburocratizar el Estado y así atraer más inversiones privadas.

El segundo eje está compuesto por casi 200 nuevos proyectos de infraestructura y la finalización de más de 11.400 obras de las áreas de minería, energía, transporte, vivienda y desarrollo regional por un valor que estaría entre los US$ 6.200 millones y los US$ 10.700 millones, según la prensa local. Braga Netto espera que la ejecución de estos proyectos genere unos 2 millones de empleos en los próximos tres años, con lo que proyectan frenar la tasa de desempleo, que en julio llegó al 13,3%.

Aunque destacado por el Presidente y por el ala militar de su gobierno como 'una gran iniciativa para el futuro' del país, ProBrasil ha generado una serie de dudas en el Ministerio de Economía, que lidera Paulo Guedes.

El economista, conocido por su defensa del libre mercado y que se autodenomina como el 'arquitecto' de la agenda liberal de Bolsonaro, está en contra de la iniciativa y dice que puede obstaculizar su propia agenda de políticas de austeridad y privatizaciones. 'No nos engañemos. La recuperación del crecimiento viene por las inversiones privadas, por el turismo, por la apertura de la economía, por las reformas', afirmó Guedes recientemente, añadiendo que en el pasado políticas similares a ProBrasil 'quebraron' al país. 'La economía se frenó. La política se corrompió, la economía se paralizó por el exceso de gastos públicos. Si ahora se hace eso, ¿cómo un gobierno quebrado va a invertir, va a hacer grandes inversiones públicas?', sostuvo.

Mientras Guedes presiona a Bolsonaro para que busque otras iniciativas que puedan paliar el impacto económico de la pandemia (el FMI proyecta una caída del PIB de 9,1% para 2020), Braga Netto y los ministros de Infraestructura, el militar de reserva Tarcisio Freitas, y Desarrollo Regional, el exdiputado Rogério Marinho, intentan que el Presidente respalde ProBrasil lo más pronto posible, para aprovechar que el Congreso es más flexible con los gastos públicos por la crisis.

El gobierno tiene hasta el 31 de agosto para descubrir cómo va a financiar las obras de ProBrasil, ya que esa es la fecha límite para enviar el Proyecto de Presupuesto de 2021 al Congreso. Se estima que el margen de aumento de los gastos públicos para el próximo año es de solo US$ 2.700 millones.

Otra limitante es el techo del gasto, un mecanismo contemplado en la Constitución brasileña que impide que el expendio total del gobierno en un año sea superior a la inflación del año anterior (alrededor de 1,67% a la fecha).

Romper con esta regla, alertó Guedes, podría empujar a Bolsonaro a un proceso de juicio político de destitución. No es una simple advertencia: en 2016, la entonces Presidenta Dilma Rousseff fue removida del cargo tras no cumplir con el techo del gasto a través de maniobras fiscales.

Elena Landau, economista encargada del programa de desestatización del gobierno de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), dijo a 'El Mercurio' que ProBrasil se presenta como una política 'contracíclica' y que corre el riesgo de 'ser dinero botado en la basura, como tantas experiencias en el pasado, si no pone el foco en la productividad, la seguridad jurídica y regulatoria'.

ProBrasil, además, se ha convertido en la más reciente señal de que la influencia militar en el gabinete está en aumento y la de Guedes disminuye. 'Hoy parece que hay dos alas en el gobierno, los liberales, liderados por Guedes, y la de los militares, liderado por Braga Netto. Este programa está dando más fuerza al ala militar, contrariando el discurso de Bolsonaro de que el ministro de Economía tendría toda la libertad posible para ordenar la economía brasileña', comentó a este diario Marcelo Moraes, economista del Instituto Mercado Popular.

Claudio Couto, cientista político de la Fundación Getúlio Vargas, dijo que 'ProBrasil más que un plan económico es un plan político: Braga Netto quiere que Bolsonaro sea reelegido en 2022 y gran parte de las obras de infraestructura se harán en el noreste del país, donde el Partido de los Trabajadores (del expresidente Lula da Silva) aún es muy fuerte'.

Recuadro
- Desencantados

En las últimas semanas hubo una serie de renuncias en Economía, entre ellas la de los encargados de privatizaciones, de la reforma de la administración pública y del Tesoro.
Pie de pagina
Amanda Marton Ramaciotti-