Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-08-25
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B7
Sección:   Economía y Negocios - La pandemia del coronavirus
Centimetraje:   24x27

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Los proyectos habitacionales paralizados a nivel nacional son 430, por estar en zonas de cuarentena, según la Cámara Chilena de la Construcción.
El Mercurio
Hasta $12 mil diarios por trabajador les cuesta movilizar a un colaborador desde una comuna con cuarentena:
Constructoras ponen en duda reactivación de obras por sobrecostos en traslados de personal
Empresas piden al Gobierno que declare como actividad esencial las construcciones privadas para tener mayor libertad y reanudar los proyectos.
Las empresas constructoras ponen en duda la reactivación de sus proyectos en comunas en fase de transición o desconfinadas, pese a que el Gobierno autorizó a trasladar —de forma privada— hasta las faenas a trabajadores que vivan en zonas en cuarentena. A estos, además, debe someterlos a exámenes PCR. Los sobrecostos de movilizar a cientos o miles de obreros desde diversas comunas aún confinadas tienen por ahora en suspenso la decisión de las compañías. Indican que puede costar hasta $12 mil diarios por persona contratar transporte privado. A la vez, las empresas solicitan al Gobierno que declare como actividad esencial la construcción privada —al igual que a las obras públicas— para poder trabajar con mayor libertad, pero con medidas sanitarias estrictas.

Rodrigo González, gerente general de Ingevec, comenta que en julio llegaron a tener 40 obras paralizadas, lo que representa 85% de sus proyectos. Agrega que este mes podrían abrir 29 iniciativas, pero señala que tienen 'serios problemas de disponibilidad de trabajadores', a lo que se suman restricciones en algunas comunas como Ñuñoa. Explica que solo 20% de sus colaboradores vive en las comunas en transición, donde está el 60% de sus proyectos. 'Para poder retomar es fundamental que se avance en declarar al sector construcción como esencial, ya que esto nos permitiría contar con todos los recursos necesarios para poder reactivar las obras', sostiene. González afirma que 'la solución que se ha planteado de traslado y toma de exámenes tiene un gran costo para el sector construcción, que ya está muy golpeado y ha tenido que hacer inversiones para ajustarse a los protocolos de operación'. El ejecutivo estima que el alza de costo directo promedio por el transporte y los test PCR superará los $150 mil mensuales por trabajador, 'lo que puede llegar a significar más de 15% del costo total en remuneraciones'.

Juan Pablo Monge, gerente general de Constructora Desco, señala que tienen tres obras en Ñuñoa y Providencia e igual cantidad en la Región de Valparaíso, que no han reactivado correctamente porque los trabajadores viven en comunas con cuarentena. Afirma que en la mitad de esas faenas están a media capacidad y han tenido un 'resultado económico casi tan malo como estar detenidos por la improductividad de no contar con el equipo completo, pero es mejor que la detención total'. Desco espera reanudar obras que les queden pocos meses para terminar, no así en las que están en una fase inicial, debido al sobrecosto que implica el transporte privado y temas de improductividad ligados a protocolos. El ejecutivo estima que el transporte privado encarece entre $8 mil y $12 mil diarios por persona, lo que puede representar un alza de 35% en las remuneraciones de los trabajadores. Monge afirma que el Gobierno debería declarar como 'esencial' las faenas privadas. 'Este paso intermedio que se está dando ahora con la vivienda privada es discriminatorio respecto a estas otras obras y claramente no es sostenible por costo', recalca.

Roberto Luengo, gerente de la Constructora FG, indica que tienen paralizadas cuatro obras en Santiago y una en La Serena. Sobre el traslado de trabajadores para reanudar obras en zonas en fase de transición sostiene que 'lo estamos estudiando, ya que es una medida de alto impacto que puede restringir el retorno tanto por la disponibilidad, operación y costo'. Agrega que 'confiamos en que el Gobierno designe a la industria de la construcción privada el carácter de esencial', lo que —dice— beneficiaría la reactivación.

En Moller y Pérez-Cotapos afirman que tienen abiertas 12 obras 'con total cumplimiento del protocolo de la Cámara Chilena de la Construcción', dos cerradas en comunas en cuarentena y esperan reanudar una más. Pero la constructora señala que 'como las obras deben trabajar solo con personal de las comunas desconfinadas, al igual que los subcontratistas, implica que están funcionando con 15% de dotación de personal'. Sobre el traslado de trabajadores de zonas en cuarentena a comunas en transición, Moller dice que 'estamos en etapa de evaluación de los costos'.

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Solo 11 proyectos grandes partieron en agosto en el país

Iconstruye, plataforma digital ligada a la Cámara Chilena de la Construcción, señala que de los 1.138 proyectos catastrados a nivel nacional, 440 están en comunas en fase de cuarentena, 481 en transición y otros 217 en zonas sin medidas de confinamiento.

Asimismo, Iconstruye señala que la 'actividad transaccional', que corresponde a la cantidad de órdenes de compras generadas, aumentó 5% en la semana de entre el 17 y 21 de agosto, aunque igualmente se mantiene 41% por debajo del estado previo a la pandemia. Ello, debido a que son menos las empresas realizando adquisiciones debido a las paralizaciones. Otro indicador que revela la baja actividad sectorial en el país es el inicio de grandes proyectos de construcción.

Según Iconstruye, solo partieron 11 iniciativas en agosto, lo que representa apenas un tercio de las registradas en igual mes del año pasado (32 faenas). Se trata de planes residenciales, comerciales, de infraestructura y viales. En julio habían partido 7 obras y en junio, 17.


Faena Una obra promedio puede tener cerca de 150 trabajadores, dicen en el sector.
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Marco Gutiérrez V. -