Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2020-08-27
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): 16
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Sección: Sociedad
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Centimetraje: 30x24
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En Alonso de Córdova se instaló la primera ciclovía de Vitacura.
En Las Condes, se dio continuidad a la ciclovía de Av. Presidente Riesco hasta el río Mapocho.
Tras el desconfinamiento, y por razones sanitarias, explotó el uso de la bicicleta
Vitacura estrena ciclovías y Las Condes apuesta por vías flexibles ante boom de ciclistas
El traslado en dos ruedas venía creciendo antes del covid a una tasa del 10% anual aproximadamente. Ahora se aceleró.
Las comunas del sector oriente hoy cumplen 30 días desde que iniciaron su proceso de transición. Y el desconfinamiento vino de la mano de una explosión no prevista: las calles se abarrotaron de bicicletas.
Es que este medio de transporte personal y no contaminante venía masificándose desde hace al menos cinco años años en Santiago, con tasas de crecimiento de ciclistas habituales del orden del 10% anual. Pero el coronavirus, y las medidas sanitarias para enfrentarlo, lo aceleraron.
Antes de la pandemia, las razones que alentaban el uso de la bicicleta eran, entre otras, una mayor conciencia ambiental, los menores tiempos de desplazamiento y el ahorro en dinero, que puede llegar a $1,5 millón al año, calcula el gerente de proyectos de la consultora Urbanismo y Territorio, Hernán Silva.
Y a estas razones hoy se puede agregar otra: la sanitaria. 'Si bien antes de la pandemia la salud era un factor, hoy toma mayor relevancia por el miedo a contagiarse', sostiene Silva, quien explica que para muchos el transporte público es una amenaza por los posibles contagios.
Por eso no es raro que durante junio y julio, cuando aún gran parte del país continuaba en cuarentena, las ventas de Oxford Store, una de las principales tiendas de bicicletas, se dispararan un 45% por sobre los mismos meses de 2019. Respecto a 2018, el alza fue de 77%.
Comunas como Las Condes, Vitacura o Providencia, donde se ha visto este mayor flujo ciclistas, han estado trabajando en distintos mecanismos para reforzar la infraestructura actual de ciclovías y ampliando su conectividad. Por ejemplo, se está implementando un programa de movilidad activa en Vitacura, que considera una red de ciclovías y pasarelas para peatones y ciclistas. En el caso de estos últimos, el trayecto comprende desde la calle Alonso de Córdova, donde hay una 'ciclovía flexible', que llega hacia el oriente a Av. Kennedy, Av. Manquehue y Av. Padre Hurtado Norte, completando una red de 7,4 kilómetros.
Si bien estos son trayectos que se pueden pedalear entre comunas cercanas y no a lo largo del Gran Santiago, muestra una nueva realidad a la que se pretende avanzar, similar a la que se vive en grandes ciudades de Europa y otras alrededor del mundo (ver recuadro).
'Ciclovías flexibles' también se instalaron en el tramo poniente de Av. Presidente Riesco en Las Condes, que busca aprovechar el menor flujo vehicular para dar paso a bicicletas. Idea que comparte la ministra de Transportes, Gloria Hutt, quien explica que en la situación actual la prioridad es sanitaria y la asignación del espacio debe considerar ese objetivo. 'En la práctica, cualquier calle puede acoger ciclovías y para su habilitación, actualizamos la guía de composición y diseño operacional de ciclovías 2.0, que ayuda a los municipios a implementar soluciones rápidas y de bajo costo'.
Lo que falta
Por más positiva que sea la tendencia y las posibilidades que abre la nueva normalidad en la ciudad, la principal deuda para hacer de Santiago una ciudad más pedaleable radica en la convivencia entre las distintas formas de movilidad.
Para los expertos, la ley que reguló esta materia (aprobada el año pasado) fue un buen primer intento, pero 'en la práctica ha tenido un bajo impacto', dice el académico de la UCV, Franco Basso.
Explica que aún hay un alto porcentaje de gente que no usa la bicicleta como medio de transporte por inseguridad. 'Las ciclovías son un mecanismo seguro, pero también es importante reducir las velocidades y para eso se necesita más fiscalización', afirma.
Pero no es el único desafío. Proteger a los peatones también, y más ahora que aumentarán en masa, dice el urbanista Iván Poduje.
'A pie andan adultos mayores, gente con sobrepeso, enfermos crónicos, que por razones obvias no usan bicicleta y debemos protegerlos', advierte. Y eso, dice, se logra con mayor fiscalización y multas efectivas por ejemplo a ciclistas que transitan por las veredas.
Recuadro
El urbanismo que viene: Ciudades de 15 minutos
Durante esta pandemia, los países de todo el mundo y sus ciudades se han cuestionado sus modos de vivir. Por lo mismo, no es raro que empiecen a experimentar con ideas alternativas. De ahí nace el concepto de 'ciudades de 15 minutos', el que ya ensayan París, Melbourne y Milán, por ejemplo.
Bajo esta idea, autoridades y urbanistas están buscando las maneras de que todas las necesidades urbanas, como el hogar, el trabajo, las tiendas, atención sanitaria, educación o entretención, estén a menos de 15 minutos de distancia, haciendo más accesibles esos servicios a peatones y ciclistas.
El concepto, desarrollado por el académico de la Universidad de París Carlos Moreno, se basa en que dichas necesidades deberían estar disponibles en el mismo tiempo en que una persona podría esperar alguna plataforma ferroviaria.
Con esto, busca mejorar la calidad de vida y disminuir la huella de carbono de las ciudades.
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Por Sofía Chiesa O Casagrande -
Nex Prensa Escrita
Tras el desconfinamiento, y por razones sanitarias, explotó el uso de la bicicleta
Vitacura estrena ciclovías y Las Condes apuesta por vías flexibles ante boom de ciclistas
El traslado en dos ruedas venía creciendo antes del covid a una tasa del 10% anual aproximadamente. Ahora se aceleró.
Las comunas del sector oriente hoy cumplen 30 días desde que iniciaron su proceso de transición. Y el desconfinamiento vino de la mano de una explosión no prevista: las calles se abarrotaron de bicicletas.
Es que este medio de transporte personal y no contaminante venía masificándose desde hace al menos cinco años años en Santiago, con tasas de crecimiento de ciclistas habituales del orden del 10% anual. Pero el coronavirus, y las medidas sanitarias para enfrentarlo, lo aceleraron.
Antes de la pandemia, las razones que alentaban el uso de la bicicleta eran, entre otras, una mayor conciencia ambiental, los menores tiempos de desplazamiento y el ahorro en dinero, que puede llegar a $1,5 millón al año, calcula el gerente de proyectos de la consultora Urbanismo y Territorio, Hernán Silva.
Y a estas razones hoy se puede agregar otra: la sanitaria. 'Si bien antes de la pandemia la salud era un factor, hoy toma mayor relevancia por el miedo a contagiarse', sostiene Silva, quien explica que para muchos el transporte público es una amenaza por los posibles contagios.
Por eso no es raro que durante junio y julio, cuando aún gran parte del país continuaba en cuarentena, las ventas de Oxford Store, una de las principales tiendas de bicicletas, se dispararan un 45% por sobre los mismos meses de 2019. Respecto a 2018, el alza fue de 77%.
Comunas como Las Condes, Vitacura o Providencia, donde se ha visto este mayor flujo ciclistas, han estado trabajando en distintos mecanismos para reforzar la infraestructura actual de ciclovías y ampliando su conectividad. Por ejemplo, se está implementando un programa de movilidad activa en Vitacura, que considera una red de ciclovías y pasarelas para peatones y ciclistas. En el caso de estos últimos, el trayecto comprende desde la calle Alonso de Córdova, donde hay una 'ciclovía flexible', que llega hacia el oriente a Av. Kennedy, Av. Manquehue y Av. Padre Hurtado Norte, completando una red de 7,4 kilómetros.
Si bien estos son trayectos que se pueden pedalear entre comunas cercanas y no a lo largo del Gran Santiago, muestra una nueva realidad a la que se pretende avanzar, similar a la que se vive en grandes ciudades de Europa y otras alrededor del mundo (ver recuadro).
'Ciclovías flexibles' también se instalaron en el tramo poniente de Av. Presidente Riesco en Las Condes, que busca aprovechar el menor flujo vehicular para dar paso a bicicletas. Idea que comparte la ministra de Transportes, Gloria Hutt, quien explica que en la situación actual la prioridad es sanitaria y la asignación del espacio debe considerar ese objetivo. 'En la práctica, cualquier calle puede acoger ciclovías y para su habilitación, actualizamos la guía de composición y diseño operacional de ciclovías 2.0, que ayuda a los municipios a implementar soluciones rápidas y de bajo costo'.
Lo que falta
Por más positiva que sea la tendencia y las posibilidades que abre la nueva normalidad en la ciudad, la principal deuda para hacer de Santiago una ciudad más pedaleable radica en la convivencia entre las distintas formas de movilidad.
Para los expertos, la ley que reguló esta materia (aprobada el año pasado) fue un buen primer intento, pero 'en la práctica ha tenido un bajo impacto', dice el académico de la UCV, Franco Basso.
Explica que aún hay un alto porcentaje de gente que no usa la bicicleta como medio de transporte por inseguridad. 'Las ciclovías son un mecanismo seguro, pero también es importante reducir las velocidades y para eso se necesita más fiscalización', afirma.
Pero no es el único desafío. Proteger a los peatones también, y más ahora que aumentarán en masa, dice el urbanista Iván Poduje.
'A pie andan adultos mayores, gente con sobrepeso, enfermos crónicos, que por razones obvias no usan bicicleta y debemos protegerlos', advierte. Y eso, dice, se logra con mayor fiscalización y multas efectivas por ejemplo a ciclistas que transitan por las veredas.
El urbanismo que viene: Ciudades de 15 minutos
Durante esta pandemia, los países de todo el mundo y sus ciudades se han cuestionado sus modos de vivir. Por lo mismo, no es raro que empiecen a experimentar con ideas alternativas. De ahí nace el concepto de 'ciudades de 15 minutos', el que ya ensayan París, Melbourne y Milán, por ejemplo.
Bajo esta idea, autoridades y urbanistas están buscando las maneras de que todas las necesidades urbanas, como el hogar, el trabajo, las tiendas, atención sanitaria, educación o entretención, estén a menos de 15 minutos de distancia, haciendo más accesibles esos servicios a peatones y ciclistas.
El concepto, desarrollado por el académico de la Universidad de París Carlos Moreno, se basa en que dichas necesidades deberían estar disponibles en el mismo tiempo en que una persona podría esperar alguna plataforma ferroviaria.
Con esto, busca mejorar la calidad de vida y disminuir la huella de carbono de las ciudades.
Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2020-08-27
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): 16
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Sección: Sociedad
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Centimetraje: 30x24
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