Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2020-08-30
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): B10-B11
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Sección: ECONOMÍA Y NEGOCIOS DOMINGO
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Centimetraje: 51x33
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Aunque la violencia sigue preocupando, estiman que tras la pandemia hay menos tolerancia a ella:
RECUPERACIÓN DEL EMPLEO Y CALIDAD DEL DEBATE CONSTITUCIONAL son los grandes temas que inquietan al empresariado
El último reporte del Índice de Expectativas de Recuperación, de Deloitte-Cadem, revela una mejora en las proyecciones de reactivación de la economía, aunque advierte una recuperación más lenta del empleo y una mayor duración de la crisis. A continuación, empresarios y directores detallan las incertidumbres que ven para Chile.
Tímidamente, menos pesimistas en cuanto al devenir del país y a las perspectivas de recuperación de la economía se están mostrando los empresarios. Pero la recuperación del empleo, en línea con las cifras que se conocieron el viernes -una tasa de desempleo de 13,1%-, sigue preocupando sobremanera a los hombres y mujeres de negocios de Chile, que sitúan esta situación como uno de los mayores desafíos que el país deberá enfrentar en los próximos meses.
Los resultados del último reporte del Índice de Expectativas de Recuperación, que elaboran Deloitte y Cadem, dan cuenta de leves repuntes en la última semana de agosto respecto de la medición anterior, aunque siempre en terreno negativo.
La opinión empresarial sobre las perspectivas económicas se recuperó de 33,1 a 35,5 puntos y al preguntarles cuán mala es la situación del país, quienes contestan que es mala o muy mala alcanzan el 79%, inferior al 93% que así lo creía hace solo dos meses (ver infografía). 'No obstante, cualquier lectura por debajo de 50 puntos indica que seguimos en territorio negativo. Estas mejoras señalan que el diagnóstico de los encuestados empieza a ser menos pesimista', resume Ricardo Briggs, CEO & Managing Partner de Deloitte.
Para los próximos seis meses hay un mayor grado de optimismo. Por ejemplo, al preguntar cómo estará la situación económica del país, suben del 59% al 71% quienes creen que la economía mejorará. Y respecto de la situación económica de las empresas, la mirada también es más auspiciosa, pasando de 74% a 76% los que estiman que estarán mejor en los próximos seis meses.
Pero independiente de estas señales positivas, a juicio de Soledad Arellano, vicerrectora académica de la UAI e integrante del panel de expertos del informe, son dos los indicadores que hay que mirar con atención. El primero tiene que ver con las expectativas de recuperación del empleo, que han ido cayendo de 38% en junio a 29% en agosto. 'Esto sugiere que se espera que la recuperación del empleo experimente un rezago respecto de la actividad económica. En otras palabras, recuperar el empleo tomará más tiempo'.
Lo segundo, añade, está vinculado a la duración de la crisis. Sostiene que desde la encuesta de junio ha habido un aumento sostenido de quienes piensan que la vuelta a la normalidad demorará más de seis meses, 'lo que revela que la duración de la crisis está siendo más larga de lo inicialmente esperado'.
Probablemente, subraya Arellano, esa percepción explica el movimiento que se ha observado en cómo se espera que se dé la recuperación económica, disminuyendo el porcentaje de quienes creen que será con forma de 'V' -como una recuperación rápida-, de un 35% en junio a un 17% en la última medición, y aumentando quienes creen que sería en forma de 'U' o bien de 'W' (25% de los consultados).
'La expectativa es que la recuperación será más larga y que existen riesgos de recaídas', advierte.
El reporte también concluye que el mundo empresarial está especialmente preocupado por factores que son exógenos al quehacer mismo de la empresa: la incerteza que genera el plebiscito (con el 54% de las preferencias) y los cambios regulatorios (46% de las menciones). Los consultados también prevén que la economía del país volverá a los niveles precrisis recién en el primer trimestre del 2022.
Recuperación del empleo y empujar la reactivación
En el mundo empresarial, la recuperación del empleo constituye una preocupación central. 'Lo que más me inquieta es el desempleo, el empobrecimiento de las familias más vulnerables. Creo que eso genera un efecto fuerte en muchos otros temas, porque tiene o puede tener un impacto importante en la delincuencia, puede ocasionar también un impacto en términos de la desafección política en general, y creo que ahí está la raíz de todos nuestros males', plantea Vivianne Blanlot, directora de CMPC.
Andrónico Luksic, presidente de Quiñenco, propone 'trabajar por recuperar el empleo y el crecimiento, e idear iniciativas eficientes para incentivar la reactivación. Siendo muy responsables, cuidadosos y poniendo ante todo la vida y salud de las personas. Creo que este es el momento en que sociedad civil, empresarios, Estado y todos debemos hacer nuestros mejores esfuerzos por la reactivación de Chile'.
Para Roberto Angelini, presidente de Empresas Copec, reactivar la economía, junto con la recuperación de puestos de trabajo, también es primordial. 'Las empresas debemos reafirmar nuestro compromiso con las personas y con Chile, y seguir adelante con el desarrollo de proyectos de inversión que contribuyan a la generación de empleo, la sostenibilidad y la dinamización de las economías locales y a nivel nacional', sostiene el empresario, quien también menciona a la educación como tarea, 'incorporando los aprendizajes que nos dejan estos meses, ampliando el acceso a los recursos tecnológicos, la inclusión social y territorial, apoyando a nuestros profesores'.
Manola Sánchez, directora de BCI, advierte que el empleo femenino es clave en la recuperación de la economía. 'Quienes más se han visto perjudicados en esta crisis han sido las mujeres. Para que Chile pueda recuperar la senda de crecimiento, necesariamente un número mayor de mujeres tiene que entrar al mundo del trabajo', puntualiza.
Coincide Hans Eben, director de Icare, y asegura que la pandemia aumentará la brecha laboral entre mujeres y hombres y generará un retroceso en la inclusión femenina. 'Las mujeres son las grandes perjudicadas en esta crisis económica, porque la enfrentan desde una posición de desventaja', sentencia.
Asimismo, explica que la pandemia ha puesto de manifiesto la gran debilidad estructural respecto de la participación de la mujer en el mundo del trabajo. 'Si desde antes las mujeres hubiesen tenido una mayor participación en distintas industrias, habría existido una mayor equidad e inclusión en los puestos de trabajo. Asimismo, no habrían visto tan afectadas su fuente laboral y su contribución a la reactivación del país podría ser mayor'.
La visión de Hans Eben es más bien pesimista y estima que la participación de la mujer en el mundo laboral va a retroceder con la crisis. 'Como hay una brecha en materia de salario a favor de los hombres, en una familia si se tiene que buscar trabajo se privilegiará al hombre, por una mejor expectativa de ingreso'. Un aspecto que podría dar un impulso al empleo femenino, a su juicio, es la flexibilidad. 'Puede ayudar a que más mujeres se incorporen y hay que ampliarlo a la minería, la construcción y el retail'.
Blanlot cree que en la medida en que se permita la vuelta al trabajo, pero no el regreso a las escuelas, las más afectadas serán las mujeres. Y agrega: 'una mayor proporción de la fuerza laboral femenina es de baja especialización y calificación, y es posible que en esos segmentos se pierdan más empleos o se recuperen más lentamente'. Eso en el corto plazo, destaca, pues a mediano plazo 'es factible que muchos empleos de baja calificación perdidos no se recuperen, debido a un cambio en la forma de prestar servicios'.
Plantea que una estrategia de capacitación técnica acelerada y dirigida para los distintos segmentos afectados será indispensable para reducir el riesgo de que esos segmentos queden fuera del mercado.
Nueva Constitución y el factor político
Junto con el empleo, el escenario político es el otro factor que mencionan los empresarios. Para el expresidente de la CPC Rafael Guilisasti, las incertidumbres para Chile se resumen en dos. La primera, puntualiza, es que la pandemia tenga una vía de salida con mayores grados de certezas, 'lo cual depende del conocimiento médico y científico'. El segundo foco es la prueba de estrés a la que va a entrar nuestro país con el inminente debate sobre la nueva Constitución. 'No podemos soslayar que va a tener un impacto en la vida cotidiana de las personas y de las empresas. Ese debate va a producir una tensión hasta que no se vea con claridad qué rumbo van a tomar los contenidos de la nueva Constitución, más allá del plebiscito, más allá del Apruebo, más allá del Rechazo'. Y mientras eso no esté zanjado, recalca, 'proyectos de mediano plazo van a quedar en espera'.
Con todo, el empresario no es partidario de posponer el plebiscito del próximo 25 de octubre, porque 'ya tenemos un itinerario que da una vía institucional que hay que cumplir'.
Concuerda en esa preocupación Jaime Santa Cruz, presidente de AD Retail y vicepresidente de Lipigas. Plantea que hay un cóctel de factores que generan incertidumbres de corto y mediano plazo, entre los que se incluye 'la falta de claridad de cuánto tiempo nos va a tomar recuperarnos de la pandemia y en qué pie van a quedar las empresas'. Agrega 'la nueva manera de legislar del Congreso, tomando decisiones para el país de suma importancia con una liviandad impresionante. Por eso no tengo mucha esperanza respecto de qué va a pasar con la nueva Constitución'. Además, ve un riesgo en una eventual reactivación de la violencia.
Félix de Vicente, director de Kitchen Center, tampoco tiene dudas de que 'la preocupación más importante de los empresarios es la calidad de nuestro Congreso, que está gobernando pensando en los votos, más que en un país mejor', cree. También se suma, dice, el debate constitucional, 'donde no se conocen las futuras reglas que nos regirán y esto frenaría muchos proyectos que harán más difícil la recuperación económica que se necesita'.
Comparte esa visión Horacio Pavez, director de Grupo Security y de Sigdo Koppers, quien cree que 'los políticos no están sintonizados con esta realidad'. Un tema pendiente, enfatiza, es resolver todos los proyectos que están en el Congreso en materia de seguridad. El empresario, eso sí, no cree que haya mucho espacio para la violencia, 'porque con la pandemia cambiaron las prioridades de la gente y hay menos tolerancia y paciencia para actos violentistas'.
Aurelio Montes, presidente de Viña Montes, menciona otra variable y destaca que al empresariado siempre le preocupa el régimen tributario. 'Si este es alto y letal, matamos la actividad y el empleo. Espero que prime la cordura tanto del gobierno como de la ciudadanía'.
Una incertidumbre a corto, mediano y largo plazo para Gonzalo Said, vicepresidente de Embotelladora Andina, es la capacidad de volver a convertir la economía en el motor que impulse un nuevo ciclo virtuoso. 'Tengo claro que no será como el anterior, porque el contexto país y mundial es diferente, la sociedad es más compleja y la base de crecimiento es mayor'. Por lo mismo, cree indispensable que 'las autoridades políticas entiendan que la única manera de resolver problemas estructurales, ofreciéndole un mejor futuro a quienes están rezagados, es a través de la actividad económica y de la capacidad del sector privado de generar empleos bien remunerados'.
A Álvaro Jalaff, CEO de Grupo Patio, le preocupa que 'seamos capaces de vivir en armonía y de poder generar un proyecto de sociedad en común, con mayor calidad de vida para toda la sociedad, y donde todos podamos formar parte, respetando nuestras diferencias', mientras que Arístides Benavente, presidente de Komax, tiene miedo de 'que el egoísmo, la intolerancia y el desorden nos impidan seguir avanzando'.
Releva esa posición Alejandra Mustakis, presidenta de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech). 'Nos puede complicar mucho que el país se siga dividiendo y en vez de que seamos capaces de llegar a un sueño común, que potencie el talento y a las pymes, no logremos hacerlo'. También le inquieta que existan reglas del juego claras para los emprendedores, 'que la cancha sea justa, y que podamos acceder a financiamiento, que siempre es un problema'. Al tiempo que advierte. 'Nos asusta un estallido social 2.0 que divida al país y eso complica poder trabajar y salir adelante', concluye Mustakis.
Recuadro
'Nos asusta un estallido social 2.0 que divida al país y eso complica poder trabajar y salir adelante'.
ALEJANDRA MUSTAKIS.
'Creo que este es el momento en que sociedad civil, empresarios, Estado y todos debemos hacer nuestros mejores esfuerzos por la reactivación de Chile'.
ANDRÓNICO LUKSIC.
LOS EMPRESARIOS creen que se le deberá poner atención al empleo femenino.
'Lo que más me inquieta es el desempleo, el empobrecimiento de las familias más vulnerables'.
VIVIANNE BLANLOT.
'Las empresas debemos reafirmar nuestro compromiso con las personas y con Chile, y seguir adelante con el desarrollo de proyectos de inversión'.
ROBERTO ANGELINI.
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CONSTANZA CAPDEVILA Y JESSIC MARTICORENA-
Nex Prensa Escrita
Aunque la violencia sigue preocupando, estiman que tras la pandemia hay menos tolerancia a ella:
RECUPERACIÓN DEL EMPLEO Y CALIDAD DEL DEBATE CONSTITUCIONAL son los grandes temas que inquietan al empresariado
El último reporte del Índice de Expectativas de Recuperación, de Deloitte-Cadem, revela una mejora en las proyecciones de reactivación de la economía, aunque advierte una recuperación más lenta del empleo y una mayor duración de la crisis. A continuación, empresarios y directores detallan las incertidumbres que ven para Chile.
Tímidamente, menos pesimistas en cuanto al devenir del país y a las perspectivas de recuperación de la economía se están mostrando los empresarios. Pero la recuperación del empleo, en línea con las cifras que se conocieron el viernes -una tasa de desempleo de 13,1%-, sigue preocupando sobremanera a los hombres y mujeres de negocios de Chile, que sitúan esta situación como uno de los mayores desafíos que el país deberá enfrentar en los próximos meses.
Los resultados del último reporte del Índice de Expectativas de Recuperación, que elaboran Deloitte y Cadem, dan cuenta de leves repuntes en la última semana de agosto respecto de la medición anterior, aunque siempre en terreno negativo.
La opinión empresarial sobre las perspectivas económicas se recuperó de 33,1 a 35,5 puntos y al preguntarles cuán mala es la situación del país, quienes contestan que es mala o muy mala alcanzan el 79%, inferior al 93% que así lo creía hace solo dos meses (ver infografía). 'No obstante, cualquier lectura por debajo de 50 puntos indica que seguimos en territorio negativo. Estas mejoras señalan que el diagnóstico de los encuestados empieza a ser menos pesimista', resume Ricardo Briggs, CEO & Managing Partner de Deloitte.
Para los próximos seis meses hay un mayor grado de optimismo. Por ejemplo, al preguntar cómo estará la situación económica del país, suben del 59% al 71% quienes creen que la economía mejorará. Y respecto de la situación económica de las empresas, la mirada también es más auspiciosa, pasando de 74% a 76% los que estiman que estarán mejor en los próximos seis meses.
Pero independiente de estas señales positivas, a juicio de Soledad Arellano, vicerrectora académica de la UAI e integrante del panel de expertos del informe, son dos los indicadores que hay que mirar con atención. El primero tiene que ver con las expectativas de recuperación del empleo, que han ido cayendo de 38% en junio a 29% en agosto. 'Esto sugiere que se espera que la recuperación del empleo experimente un rezago respecto de la actividad económica. En otras palabras, recuperar el empleo tomará más tiempo'.
Lo segundo, añade, está vinculado a la duración de la crisis. Sostiene que desde la encuesta de junio ha habido un aumento sostenido de quienes piensan que la vuelta a la normalidad demorará más de seis meses, 'lo que revela que la duración de la crisis está siendo más larga de lo inicialmente esperado'.
Probablemente, subraya Arellano, esa percepción explica el movimiento que se ha observado en cómo se espera que se dé la recuperación económica, disminuyendo el porcentaje de quienes creen que será con forma de 'V' -como una recuperación rápida-, de un 35% en junio a un 17% en la última medición, y aumentando quienes creen que sería en forma de 'U' o bien de 'W' (25% de los consultados).
'La expectativa es que la recuperación será más larga y que existen riesgos de recaídas', advierte.
El reporte también concluye que el mundo empresarial está especialmente preocupado por factores que son exógenos al quehacer mismo de la empresa: la incerteza que genera el plebiscito (con el 54% de las preferencias) y los cambios regulatorios (46% de las menciones). Los consultados también prevén que la economía del país volverá a los niveles precrisis recién en el primer trimestre del 2022.
Recuperación del empleo y empujar la reactivación
En el mundo empresarial, la recuperación del empleo constituye una preocupación central. 'Lo que más me inquieta es el desempleo, el empobrecimiento de las familias más vulnerables. Creo que eso genera un efecto fuerte en muchos otros temas, porque tiene o puede tener un impacto importante en la delincuencia, puede ocasionar también un impacto en términos de la desafección política en general, y creo que ahí está la raíz de todos nuestros males', plantea Vivianne Blanlot, directora de CMPC.
Andrónico Luksic, presidente de Quiñenco, propone 'trabajar por recuperar el empleo y el crecimiento, e idear iniciativas eficientes para incentivar la reactivación. Siendo muy responsables, cuidadosos y poniendo ante todo la vida y salud de las personas. Creo que este es el momento en que sociedad civil, empresarios, Estado y todos debemos hacer nuestros mejores esfuerzos por la reactivación de Chile'.
Para Roberto Angelini, presidente de Empresas Copec, reactivar la economía, junto con la recuperación de puestos de trabajo, también es primordial. 'Las empresas debemos reafirmar nuestro compromiso con las personas y con Chile, y seguir adelante con el desarrollo de proyectos de inversión que contribuyan a la generación de empleo, la sostenibilidad y la dinamización de las economías locales y a nivel nacional', sostiene el empresario, quien también menciona a la educación como tarea, 'incorporando los aprendizajes que nos dejan estos meses, ampliando el acceso a los recursos tecnológicos, la inclusión social y territorial, apoyando a nuestros profesores'.
Manola Sánchez, directora de BCI, advierte que el empleo femenino es clave en la recuperación de la economía. 'Quienes más se han visto perjudicados en esta crisis han sido las mujeres. Para que Chile pueda recuperar la senda de crecimiento, necesariamente un número mayor de mujeres tiene que entrar al mundo del trabajo', puntualiza.
Coincide Hans Eben, director de Icare, y asegura que la pandemia aumentará la brecha laboral entre mujeres y hombres y generará un retroceso en la inclusión femenina. 'Las mujeres son las grandes perjudicadas en esta crisis económica, porque la enfrentan desde una posición de desventaja', sentencia.
Asimismo, explica que la pandemia ha puesto de manifiesto la gran debilidad estructural respecto de la participación de la mujer en el mundo del trabajo. 'Si desde antes las mujeres hubiesen tenido una mayor participación en distintas industrias, habría existido una mayor equidad e inclusión en los puestos de trabajo. Asimismo, no habrían visto tan afectadas su fuente laboral y su contribución a la reactivación del país podría ser mayor'.
La visión de Hans Eben es más bien pesimista y estima que la participación de la mujer en el mundo laboral va a retroceder con la crisis. 'Como hay una brecha en materia de salario a favor de los hombres, en una familia si se tiene que buscar trabajo se privilegiará al hombre, por una mejor expectativa de ingreso'. Un aspecto que podría dar un impulso al empleo femenino, a su juicio, es la flexibilidad. 'Puede ayudar a que más mujeres se incorporen y hay que ampliarlo a la minería, la construcción y el retail'.
Blanlot cree que en la medida en que se permita la vuelta al trabajo, pero no el regreso a las escuelas, las más afectadas serán las mujeres. Y agrega: 'una mayor proporción de la fuerza laboral femenina es de baja especialización y calificación, y es posible que en esos segmentos se pierdan más empleos o se recuperen más lentamente'. Eso en el corto plazo, destaca, pues a mediano plazo 'es factible que muchos empleos de baja calificación perdidos no se recuperen, debido a un cambio en la forma de prestar servicios'.
Plantea que una estrategia de capacitación técnica acelerada y dirigida para los distintos segmentos afectados será indispensable para reducir el riesgo de que esos segmentos queden fuera del mercado.
Nueva Constitución y el factor político
Junto con el empleo, el escenario político es el otro factor que mencionan los empresarios. Para el expresidente de la CPC Rafael Guilisasti, las incertidumbres para Chile se resumen en dos. La primera, puntualiza, es que la pandemia tenga una vía de salida con mayores grados de certezas, 'lo cual depende del conocimiento médico y científico'. El segundo foco es la prueba de estrés a la que va a entrar nuestro país con el inminente debate sobre la nueva Constitución. 'No podemos soslayar que va a tener un impacto en la vida cotidiana de las personas y de las empresas. Ese debate va a producir una tensión hasta que no se vea con claridad qué rumbo van a tomar los contenidos de la nueva Constitución, más allá del plebiscito, más allá del Apruebo, más allá del Rechazo'. Y mientras eso no esté zanjado, recalca, 'proyectos de mediano plazo van a quedar en espera'.
Con todo, el empresario no es partidario de posponer el plebiscito del próximo 25 de octubre, porque 'ya tenemos un itinerario que da una vía institucional que hay que cumplir'.
Concuerda en esa preocupación Jaime Santa Cruz, presidente de AD Retail y vicepresidente de Lipigas. Plantea que hay un cóctel de factores que generan incertidumbres de corto y mediano plazo, entre los que se incluye 'la falta de claridad de cuánto tiempo nos va a tomar recuperarnos de la pandemia y en qué pie van a quedar las empresas'. Agrega 'la nueva manera de legislar del Congreso, tomando decisiones para el país de suma importancia con una liviandad impresionante. Por eso no tengo mucha esperanza respecto de qué va a pasar con la nueva Constitución'. Además, ve un riesgo en una eventual reactivación de la violencia.
Félix de Vicente, director de Kitchen Center, tampoco tiene dudas de que 'la preocupación más importante de los empresarios es la calidad de nuestro Congreso, que está gobernando pensando en los votos, más que en un país mejor', cree. También se suma, dice, el debate constitucional, 'donde no se conocen las futuras reglas que nos regirán y esto frenaría muchos proyectos que harán más difícil la recuperación económica que se necesita'.
Comparte esa visión Horacio Pavez, director de Grupo Security y de Sigdo Koppers, quien cree que 'los políticos no están sintonizados con esta realidad'. Un tema pendiente, enfatiza, es resolver todos los proyectos que están en el Congreso en materia de seguridad. El empresario, eso sí, no cree que haya mucho espacio para la violencia, 'porque con la pandemia cambiaron las prioridades de la gente y hay menos tolerancia y paciencia para actos violentistas'.
Aurelio Montes, presidente de Viña Montes, menciona otra variable y destaca que al empresariado siempre le preocupa el régimen tributario. 'Si este es alto y letal, matamos la actividad y el empleo. Espero que prime la cordura tanto del gobierno como de la ciudadanía'.
Una incertidumbre a corto, mediano y largo plazo para Gonzalo Said, vicepresidente de Embotelladora Andina, es la capacidad de volver a convertir la economía en el motor que impulse un nuevo ciclo virtuoso. 'Tengo claro que no será como el anterior, porque el contexto país y mundial es diferente, la sociedad es más compleja y la base de crecimiento es mayor'. Por lo mismo, cree indispensable que 'las autoridades políticas entiendan que la única manera de resolver problemas estructurales, ofreciéndole un mejor futuro a quienes están rezagados, es a través de la actividad económica y de la capacidad del sector privado de generar empleos bien remunerados'.
A Álvaro Jalaff, CEO de Grupo Patio, le preocupa que 'seamos capaces de vivir en armonía y de poder generar un proyecto de sociedad en común, con mayor calidad de vida para toda la sociedad, y donde todos podamos formar parte, respetando nuestras diferencias', mientras que Arístides Benavente, presidente de Komax, tiene miedo de 'que el egoísmo, la intolerancia y el desorden nos impidan seguir avanzando'.
Releva esa posición Alejandra Mustakis, presidenta de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech). 'Nos puede complicar mucho que el país se siga dividiendo y en vez de que seamos capaces de llegar a un sueño común, que potencie el talento y a las pymes, no logremos hacerlo'. También le inquieta que existan reglas del juego claras para los emprendedores, 'que la cancha sea justa, y que podamos acceder a financiamiento, que siempre es un problema'. Al tiempo que advierte. 'Nos asusta un estallido social 2.0 que divida al país y eso complica poder trabajar y salir adelante', concluye Mustakis.
'Nos asusta un estallido social 2.0 que divida al país y eso complica poder trabajar y salir adelante'.
ALEJANDRA MUSTAKIS.
'Creo que este es el momento en que sociedad civil, empresarios, Estado y todos debemos hacer nuestros mejores esfuerzos por la reactivación de Chile'.
ANDRÓNICO LUKSIC.
LOS EMPRESARIOS creen que se le deberá poner atención al empleo femenino.
'Lo que más me inquieta es el desempleo, el empobrecimiento de las familias más vulnerables'.
VIVIANNE BLANLOT.
'Las empresas debemos reafirmar nuestro compromiso con las personas y con Chile, y seguir adelante con el desarrollo de proyectos de inversión'.
ROBERTO ANGELINI.
Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2020-08-30
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): B10-B11
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Sección: ECONOMÍA Y NEGOCIOS DOMINGO
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