Miles de manifestantes contrarios a portar mascarillas y a las medidas contra el coronavirus se tomaron ayer las calles en algunas de las principales capitales europeas y exigieron el fin de las restricciones impuestas por sus gobiernos.

En Berlín, en donde se celebró la mayor de estas protestas, con cerca de 20.000 asistentes, según las autoridades, la policía debió interrumpir la manifestación iniciada en la puerta de Brandeburgo debido a que los participantes incumplieron las medidas de distanciamiento mínimo pese a las reiteradas advertencias de los agentes de seguridad.

Tras el anuncio de la policía, muchos manifestantes se quedaron en el lugar, sentados en el suelo en medio de la calle, mientras gritaban 'resistencia' o 'somos el pueblo', una consigna usada por la extrema derecha, mientras otros entonaban el himno nacional. Muchos de ellos siguieron manifestándose, y un grupo lanzó piedras y botellas contra las fuerzas de orden, que arrestaron a unas 200 personas.

En Londres, cerca de mil personas se congregaron en Trafalgar Square para pedir el 'fin de la tiranía médica', ante una pandemia que consideraron como una 'farsa' y una 'estafa' impulsada por las autoridades. En la ocasión, varios de los asistentes mostraron su rechazo a la Organización Mundial de la Salud, mientras que grupos antivacunas se mostraron en contra de la idea del gobierno de realizar campañas de vacunación masiva contra el virus.

En tanto, en París unas 300 personas se manifestaron contra el uso de la mascarilla después de que la prefectura de la capital francesa impusiera este viernes su obligatoriedad en toda la ciudad. Con pancartas como 'Paren la mentira y la corrupción', los manifestantes denunciaron la 'manipulación' del gobierno y el intento de 'meter miedo a la población' mediante la imposición del uso de tapabocas en las grandes ciudades.