La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una vacuna contra el covid-19 debe aprobarse según los resultados obtenidos en la fase 3 de ensayos clínicos para evitar afectar los datos sobre su verdadera eficacia y seguridad.

Rusia ha anunciado que tiene lista una vacuna y que se prepara para vacunar a su población, a pesar de que acaba de entrar en la fase 3. Y China tiene avanzadas las investigaciones de dos vacunas que no han terminado la fase 3, pero ha empezado a vacunar a sus trabajadores esenciales.

Además, ayer el doctor Stephen Hahn, comisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) dijo al Financial Time que podría considerar autorizar el uso de emergencia de una vacuna sin terminar la fase 3.

La aprobación prematura de una vacuna implicaría riesgos, dijo la científica en jefe de la OMS, Soumya Swaminathan, entre los que mencionó que dificultaría continuar con los ensayos clínicos aleatorios y el riesgo de que la vacuna aprobada con apuro tenga una eficacia demasiado baja, y 'no haría su trabajo de poner fin a esta pandemia'.