Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-09-03
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A5
Sección:   Internacional - La Pandemia del Coronavirus
Centimetraje:   27x27

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En Latinoamérica, las medidas de confinamiento han aumentado la carga de trabajo no remunerado en el hogar. En la foto, mujeres preparan una olla común en Perú.
El Mercurio
Informe de ONU Mujeres y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo:
La pandemia empujará a 47 millones de mujeres y niñas a la extrema pobreza en 2021
El estudio reveló que aquellas que tienen entre 25 y 34 años sufrirán de peor forma el impacto económico de la crisis sanitaria.
Si antes de la pandemia del nuevo coronavirus se esperaba que la tasa de pobreza femenina disminuyera 2,7% entre 2019 y 2021, ahora se prevé un aumento de 9,1% en todo el mundo debido a las consecuencias económicas de la emergencia sanitaria, revirtiendo así décadas de progreso, advirtió un estudio dado a conocer ayer por ONU Mujeres y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La crisis del covid-19 genera una grave amenaza sobre las perspectivas de erradicar la pobreza extrema a fines de esta década. En total, 47 millones de mujeres y niñas caerán en 2021 debajo de la línea de la pobreza (quienes viven con menos de US$ 1,9 al día). Con esta cifra, el 13% de la población femenina a nivel mundial (435 millones de personas) vivirá en extrema pobreza, frente al 12% de la población masculina (430 millones). Según el informe, el número de mujeres y niñas en esa situación no volverá al nivel anterior a la pandemia (398,5 millones de personas) sino hasta 2030.

Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, afirmó que el reporte 'es una dura muestra de los profundos defectos en la forma en que hemos construido nuestras sociedades y economías'.

La realidad podría ser más compleja, destacó el estudio, ya que las proyecciones de aumento en las tasas de pobreza para mujeres y niñas solo dan cuenta de la revisión a la baja del Producto Interno Bruto (PIB), lo que excluye otros factores que pueden afectar la distribución de la pobreza en razón del género.

Aunque la pandemia afectará la economía y la pobreza global en general, el informe advirtió que las mujeres sufrirán el impacto de manera desproporcionada, especialmente aquellas en edad reproductiva. Para 2021, por cada 100 hombres de 25 a 34 años de edad que vivan en la pobreza extrema habrá 118 mujeres, una brecha que se espera que aumente a 121 mujeres por cada 100 hombres de aquí a 2030.

'El aumento de la pobreza de las mujeres en esta etapa no es una coincidencia', comentó a 'El Mercurio' Ginette Azcona, experta en investigación y datos de ONU Mujeres y principal responsable del informe. 'A lo largo de su vida, es más probable que las mujeres hayan priorizado las obligaciones familiares sobre el trabajo remunerado, lo que puede afectar negativamente a sus ingresos en los mejores años laborales. A pesar de las claras implicaciones de género en las consecuencias de los brotes, los esfuerzos de respuesta y recuperación tienden a ignorar las necesidades de las mujeres y niñas hasta que es demasiado tarde. Necesitamos hacerlo mejor', afirmó Azcona.

La experta añade que más de 100 millones de mujeres y niñas podrían salir de la pobreza gracias a una estrategia integral centrada en mejorar el acceso a la educación, la planificación familiar, salarios justos e iguales y ampliar las transferencias de asistencia social. Según el estudio, el costo acumulado de sacar a todas las personas de la pobreza extrema en 2030 se estima en US$ 2 billones, o el 0,14% del PIB mundial.

En el caso de Latinoamérica, donde se espera que 6,3% de las mujeres y niñas y 6,2% de hombres y niños vivan en extrema pobreza en 2021 (frente a los 5,4% y 5,3%, respectivamente, en 2019), la pandemia ha impactado desproporcionadamente a la población femenina y masculina en al menos tres dimensiones, afirmó a este diario Claudia Mojica, representante en Chile del PNUD. 'Primero, pese a que tanto hombres como mujeres han perdido empleos en proporciones similares, la evidencia apunta a que una mayor proporción de mujeres está dejando la fuerza de trabajo, esto es, no está buscando un nuevo empleo o actividad luego de perderlo. Segundo, las medidas de confinamiento han aumentado la carga de trabajo no remunerado en el hogar, que cae desproporcionadamente sobre ellas. Finalmente, los confinamientos aumentan el riesgo de violencia contra las mujeres dentro de los hogares. Todas estas tendencias amenazan con reforzar los estereotipos y desigualdades de género y en algunos casos, incluso con retroceder en los avances logrados'.

Durante la recuperación pospandemia, dijo Mojica, será clave que los gobiernos fortalezcan los sistemas de cuidado de niños y niñas, adultos mayores y personas con necesidades especiales, 'de modo que las tareas de cuidado se distribuyan al interior de las familias y haya una corresponsabilidad entre las familias y el Estado, de manera que las mujeres puedan efectivamente incorporarse al mercado del trabajo remunerado'.

Por otra parte, añadió, será necesario implementar y fortalecer políticas de incentivo y fomento a la contratación específicamente dirigida a mujeres y se deben potenciar los mecanismos de protección social para aquellas que no trabajan de manera remunerada o que lo hacen de manera informal. 'En conjunto, la elaboración de políticas públicas, incluida la salud sexual y reproductiva, que sean sensibles a la perspectiva de género, considerando su dimensión práctica y simbólica, es un requisito para lograr la igualdad y reducir la brecha de pobreza entre hombres y mujeres', concluyó.

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- La región

En Latinoamérica se espera que 6,3% de las mujeres y niñas y 6,2% de hombres y niños vivan en extrema pobreza en 2021.
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Amanda Marton Ramaciotti-