Casi dos horas duró un encuentro la noche del miércoles entre representantes de todas las bancadas de la oposición, donde se definió seguir adelante con la acusación constitucional en contra del ministro del Interior, Víctor Pérez.

La cita estuvo marcada por las dudas previas de la Democracia Cristiana, mismo partido que había impulsado la acción.

Desde esa colectividad habían dado un plazo de 24 horas al titular de Interior para que restableciera el orden público e invocara la ley de Seguridad del Estado en contra de los camioneros que, en ese momento, estaban en paro. Según ellos, el ministro era susceptible a una acusación por haber dejado sin ejecución la Constitución y las leyes.

No obstante, cuando la paralización se suspendió, desde la propia DC fueron poniendo paños fríos sobre la decisión. Así, la bancada de diputados se dividió entre quienes pensaban que se debía continuar de todas maneras, como los diputados Gabriel Silber e Iván Flores, y aquellos que, como Matías Walker, sostenían que no tendría sentido impulsar la acción si el paro ya estaba detenido.

"Tuvimos un fuerte sismo por parte del gobierno al movilizarse rápidamente", dice un parlamentario de ese partido para justificar su fragmentación ante el tema.

Sin embargo, los democratacristianos definieron que, como el anuncio de la acusación había recibido el respaldo de todo el resto de la centroizquierda, la decisión de continuar o no también debía pasar por todos. Así, acordaron tener la cita del miércoles, que se concretó a las 21 horas.

Dicho encuentro estuvo marcado, además, por dos temas: la dudas sobre la votación de la DC y el timing con el posible libelo que impulsa parte del Frente Amplio contra el exministro de Salud Jaime Mañalich.

Sobre este último punto, desde Comunes volvieron a insistir en que la acusación en contra del extitular de Salud, para la cual tienen plazo hasta el 13 de septiembre, debía seguir adelante. Asimismo, en algunos sectores del FA también se ha vuelto a revivir la posible acusación al exministro del Interior Gonzalo Blumel, la que, si bien no fue nombrada ayer en la cita, sí estaría dentro de los cálculos de algunos sectores frenteamplistas.

Así, sobre el otro punto, si bien en la centroizquierda aseguran que durante el encuentro nadie se opuso a continuar con el libelo a Pérez, sí le consultaron a la DC si contarían con los votos de toda su bancada. Sobre la pregunta, según presentes, la hizo el diputado liberal Alejandro Bernales, quien le dijo a Silber -quien estaba en representación de su partido- que no "sacarían nada" si no estaban todos los votos DC. Esto, sostienen, ya que para materializarla debían actuar unidos para evitar una derrota.

Pero las dudas se empezaron a disipar, en parte, ayer. Primero, con un punto de prensa con representantes de toda la oposición y luego con una serie de declaraciones.

El diputado Walker, por ejemplo, recalcó ayer que sobre "el mérito político de la acusación, muchos estimamos que no tenía mucho sentido después de alcanzado el acuerdo; ahora bien, si se presenta la acusación constitucional y finalmente se invocan correctamente las disposiciones legales que ya he citado, voy a aprobar la acusación constitucional, porque hay méritos jurídicos".

Mientras su par Miguel Ángel Calisto (DC), sostuvo que "cuando uno es parte de una bancada, las decisiones se deben consultar", aunque recalcó que "hoy me parece una acusación que no tiene mucho sentido, sin embargo, si se presenta, lo estudiaré en su mérito".

Con todo, desde la oposición informaron que parlamentarios y los equipos jurídicos están avanzando en el libelo que requiere de 10 firmas mínimo para su presentación y 78 votos de parlamentarios en sala para darle luz verde. Gabriel Ascencio (DC) sostuvo que "resueltas las pequeñas dudas, siempre comprensibles, he comenzado, junto con un amplio grupo de abogados, periodistas y otros profesionales a redactar la acusación", añadiendo que "espero un primer borrador este fin de semana".

En tanto, desde La Moneda han visto con preocupación el actuar de la oposición. De hecho, en el gobierno apostaban a que el fin del paro de camioneros aplacara la ofensiva, pero esto no ocurrió. Incluso, desde Palacio se han contactado con representantes de la DC para abordar la situación.

"Yo me someteré al proceso democrático y entregaremos nuestros argumentos y fundamentos para expresar con mucha claridad que no hemos transgredido ninguna ley", sostuvo ayer en La Moneda,¿ el propio ministro Pérez.

Respecto de su desempeño en el paro de los camioneros, Pérez sostuvo que "si (la movilización) era pacífica y no generaba ninguna dificultad, no había ninguna duda de que el gobierno tenía que escuchar, y lo hicimos".