La realidad para los miles de chilenos que esperan por un trasplante de órgano ha sido dispar durante los últimos años. Luego de un 2018 en el que las cifras estuvieron muy por debajo de lo esperado, 2019 resultó esperanzador: con un alto número de donantes, se batieron todos los récords en cuanto a operaciones realizadas.

Sin embargo, los buenos resultados no duraron demasiado. Y esta vez la caída es tan drástica que, si se compara al 10 de septiembre, 2020 acumula la cantidad más exigua de trasplantes de los últimos siete años, con solo 181 intervenciones, lejos de las 341 del ejercicio anterior a la misma fecha.

Juan Eduardo Sánchez, coordinador nacional de Procuramiento, Trasplante de Órganos y Tejidos del Ministerio de Salud, asegura que 'al igual que otras actividades de salud, la donación y procuramiento de órganos también se han visto afectados por la pandemia. Se trata de cirugías de alta complejidad, que implican posteriormente el uso de drogas inmunosupresoras, que reduce las defensas de los pacientes, lo que ha hecho que caso a caso se evalúen con mucho detalle las implicancias para el paciente por el riesgo de infección por covid-19'.

El médico añade que 'también se debe considerar que las unidades de pacientes críticos, en Chile y en muchas partes del mundo, están casi en su totalidad atendiendo pacientes con covid-19; esto sumado a que muchos de los fallecidos que pueden ser eventuales donantes, por ejemplo, por patologías como trauma, han bajado debido a la reducción de la movilidad de las personas por la pandemia'.

Capacidad de procuramiento

Aunque la cantidad de donantes ha sido menor, Tomás Regueira, presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, asegura que 'no ha sido catastróficamente menos; lo que sí han bajado mucho los trasplantes, porque todas las cirugías grandes, de corazón, pulmón, hígado, no se han podido hacer por mucho tiempo. La lista de espera ha crecido un montón'.

De hecho, Sánchez agrega que la capacidad de procuramiento del sistema se ha mantenido, incluso aumentando la notificación y pesquisa de posibles donantes, lo que 'nos permite tener expectativas de que una vez superada la pandemia tendremos la posibilidad de acceder a un mayor número de posibles donantes y tendremos una capacidad asistencial mayor para resolver'.

Durante este año solo se han hecho siete trasplantes de corazón, lo que representa una caída de 66% respecto del promedio de los últimos siete años. Lo mismo pasa con pulmón, con solo seis operaciones, es decir, 60% menos que los años anteriores (ver infografía).

No obstante, algunos recintos han logrado continuar con la labor. Por ejemplo, en el Hospital Barros Luco, Ronald Pairumani, jefe de la Unidad de Procuramiento y Donación de Órganos, asegura que una óptima gestión de camas les ha permitido 'contar siempre con cupos para potenciales donantes y pesquisar los casos oportunamente. En ese contexto, los pacientes con muerte encefálica y previa coordinación con sus familiares, han sido sometidos al protocolo respectivo, igualando lo que llevábamos en esta misma fecha, pero de 2019'.

Pese al mal momento general, expertos destacan que tras la modificación a la Ley de Donación de Órganos, esta semana se actualiza el registro de no donantes, por lo que los casi 4 millones de personas que actualmente figuran como tales pasarán automáticamente a ser donantes, a menos que hayan ratificado su negativa en una notaría.