Mientras el mundo espera que alguna vacuna logre ser desarrollada de manera segura, los sistemas de salud buscan alternativas para tratar de la forma más efectiva el coronavirus. Y en estos meses de pandemia, uno de los tratamientos que han lucido resultados satisfactorios es el plasma convaleciente.

La idea, en teoría, es simple: un equipo de profesionales extrae sangre de alguien que ya superó la patología y logra apartar la parte donde residen los anticuerpos que generó la persona durante el transcurso del cuadro infeccioso. Esos anticuerpos, contenidos en el plasma, son entonces transfundidos a un nuevo paciente y le ayudan a su organismo a dejar atrás la enfermedad.

Los resultados son promisorios, asegura Milton Larrondo, académico del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, donde lidera una investigación que tras un largo proceso de estudios para garantizar efectividad y nulas reacciones adversas comenzará a transfundir plasma en pacientes.

'No seleccionamos a cualquier donante de plasma, sino que solo a aquellos que tienen un alto título de anticuerpos contra el virus', asegura el inmunólogo. Eso, plantean referencias internacionales, permite garantizar una mayor efectividad del tratamiento.

Como aún se trata de un procedimiento reciente en el caso del covid-19, en Chile se permite realizar investigaciones experimentales, mientras el Ministerio de Salud no ha declarado formalmente su postura respecto de este tratamiento. No obstante, hospitales como los de Temuco y Valdivia, y varias clínicas, como Las Condes, Alemana y Fundación Arturo López Pérez, ya han comenzado estudios por propia iniciativa, con datos variables.

Tomás Regueira, jefe de la UCI de la Clínica Las Condes, asegura que 'ya hemos transfundido a más de 100 pacientes. Pero los resultados han sido dispares. Tenemos la impresión de que puede ser beneficioso en aquellos pacientes donde se utiliza un plasma con alto título de anticuerpos'.

Es el caso del Hospital Clínico de la U. de Chile, que lo hará analizando previamente la cantidad de anticuerpos presentes en el plasma, antes de transfundirlo en los enfermos.

Por lo mismo, el Ministerio de Salud se ha interesado en el trabajo realizado por la U. de Chile y el doctor Larrondo se encuentra trabajando con un grupo de expertos para unificar criterios técnicos y elaborar protocolos para usar el tratamiento con plasma en el país.

'El anterior ministro (Jaime Mañalich) no se pronunció al respecto; incluso, dijo que tenía cierto riesgo, pero el ministro (Enrique) Paris está de acuerdo. En estos días le estamos haciendo llegar el protocolo nacional para ser aplicado en todos los recintos', asegura Larrondo.

Precisamente, el actual secretario de Estado anticipa: 'Personalmente, creo que es bueno. Tanto la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) como la OPS dicen que se puede usar como un ensayo clínico, cumpliendo todos los requerimientos éticos y de investigación que hay que cumplir'.

Paris añade que 'estoy esperando algunos análisis que pedí, pero la idea como Ministerio de Salud es decir sí, favorecemos que se hagan estos estudios con plasma en el país'.

Larrondo afirma que es fundamental que el plasma que es transferido tenga un alto nivel de anticuerpos neutralizantes, porque durante la investigación que han realizado en la universidad han detectado que no todos los pacientes covid-19 desarrollan un alto nivel de anticuerpos. Además, señala que el tratamiento no tiene efecto considerable en pacientes con cuadros muy avanzados, sino que debe ser utilizado en aquellos 'con muy pocos días de hospitalizados, con inicio de la falla respiratoria'.