Aunque en las últimas semanas diversas entidades han dado señales de que las perspectivas económicas globales para este año están mejorando, desde los escenarios más negativos establecidos en el peak de la pandemia, América Latina no correría la misma suerte.

Así lo confirmó el informe 'Perspectivas económicas de América Latina 2020' elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal), el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF) y la Comisión Europea, el cual advierte que el PIB de la región se contraerá más de 9% en el año en curso. Si bien el documento no entrega proyecciones detalladas por país, sincera que 'pese a existir una gran heterogeneidad entre países, todos ellos están siendo golpeados', y agrega que la pandemia 'tendrá consecuencias socioeconómicas importantes y duraderas en América Latina, lo que agravará la ya compleja situación de la región'.

En la presentación del texto -en la que participaron representantes de todos los organismos y los presidentes de Colombia y Costa Rica-, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, lamentó que 'en América Latina el impacto será aún más fuerte, no solo por las deficiencias estructurales de los sistemas de salud, sino porque la pandemia llegó en un muy mal momento', refiriéndose al bajo crecimiento sostenido y las persistentes desigualdades.

Así, el reporte alerta que la pobreza en la región puede aumentar en 6,9 puntos porcentuales, equivalentes a 45,4 millones de personas, lo que elevaría a 230,9 millones el total de latinoamericanos en pobreza, o sea al 37,3% de la población de América Latina y el Caribe.

Adicionalmente, la pobreza extrema podría crecer en 4,5 puntos, arrastrando a 28,5 millones de personas más a dicha situación, y afectando en total a 96,2 millones de personas en Latinoamérica.

'El impacto social por la pandemia está siendo particularmente difícil para el 40% de los trabajadores que no tienen acceso a ninguna forma de ayuda ni mecanismo de protección social, pero también para las micro y pequeñas empresas, que carecen de capacidad para amortiguar el golpe', precisa el texto, agregando que 2,7 millones de empresas -en su mayoría microempresas-podrían cerrar por la crisis, lo que supondría la pérdida de 8,5 millones de puestos de trabajo.

A juicio de la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, 'la recuperación va a requerir de crear empleos en sectores dinámicos y para ello será necesario hacerlo con base a un nuevo pacto político, fiscal, social, orientado también a sectores que nos lleven hacia una economía más verde'. Así, agregó que 'reconstruir mejor con igualdad y sostenibilidad requerirá repensar nuestro modelo de desarrollo y orientar esfuerzos a la infraestructura de la vida'.