Aunque la discusión por el retiro de fondos previsionales —y otras cuatro mociones que impulsan giros desde los ahorros previsionales— se tomará una pausa esta semana en la comisión de Constitución, eso no quiere decir que el debate se haya detenido.

Coincide, además, con el reinicio del trámite de la reforma previsional la jornada de ayer en la comisión de Trabajo del Senado (ver nota relacionada), instancia en la que se hizo hincapié en la necesidad de lograr acuerdos en un escenario en que ya se cuenta con un giro desde los fondos de pensiones, que supera los US$ 15 mil millones para el 82,4% de los afiliados al sistema y se inicia el debate del segundo.

Este nuevo retiro, de aprobarse, según las proyecciones de Ciedess, de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), provocaría que hasta 4 millones de afiliados podrían quedarse sin fondos de pensiones. Además, de acuerdo con las estimaciones de la Superintendencia de Pensiones expuestas ante la Cámara de Diputados, usando la última remuneración informada y la densidad acumulada, el tiempo de cotización para recuperar el saldo previo al retiro es de tres años promedio, es decir, para el cotizante, haber retirado los fondos equivale, en promedio, a haber perdido tres años de ahorro.

¿Qué pasa con los pensionados?

Un efecto adicional es el que tiene que ver con los actuales pensionados o que están camino de serlo y cómo les afectaría un segundo retiro, si es que se aprueba. De acuerdo a Ciedess, los pensionados bajo las modalidades de retiro programado y renta temporal que pueden solicitar giros desde su ahorro previsional ascendían a 803.227 personas (según datos actualizados a junio de 2020). De ellos, en base a la última información disponible de la Superintendencia de Pensiones, el 60% solicitó su ahorro previsional, equivalente a 484.566 personas. Una cifra que podría elevarse, puesto que 'se dieron 365 días para efectuar el retiro excepcional de fondos, por lo que nuevos pensionados aún podrían solicitarlo', explica Ciedess.

El centro de estudios plantea que, si en la reforma ya aprobada, la totalidad de pensionados realizara su retiro, un 5% se quedaría sin fondos; un 35% podría retirar más del 10%; el 54% podría retirar el 10% y un 6% podría retirar hasta el tope máximo (con un piso de 35 UF y un techo de 150 UF). En ese escenario, estima que 'la reducción promedio de la pensión autofinanciada de vejez para los pensionados por retiro programado sería de -20,6%, existiendo una amplia dispersión en los resultados (reducción mínima de -0,4% y máxima de -100%). Asimismo, hay una significativa brecha entre hombres y mujeres, donde la reducción promedio sería de -15,0% para hombres y -24,2% para mujeres'. Así, enfatiza Ciedess que la eventual aprobación de nuevos giros desde las cuentas de ahorro previsional 'podría incrementar las estimaciones anteriores, dependiendo de la disponibilidad de fondos de los afiliados pensionados y los límites que se establezcan para los retiros'.

Esa consecuencia ha sido advertida por la Superintendencia de Pensiones resaltando que 'es el Estado quien deberá compensar la disminución en pensión producto de la pérdida de saldo' y además, dado que 'un mayor porcentaje de mujeres realizaron retiros de saldo, por un porcentaje mayor del saldo, un mayor porcentaje de ellas se quedará sin pensión'. Asimismo, dice que hay personas que podrían quedar sin pensión y otros que recibían Aporte Previsional Solidario (APS) para complementar su jubilación podrían derivar la Pensión Básica Solidaria (PBS). Ciedess complementa que un nuevo retiro además generará 'una menor recaudación de impuestos por parte del Estado, así como un mayor gasto debido a las mayores exigencias que tendría el Pilar Solidario'. Sobre esto último, agrega que 'dada la reducción en el monto de las pensiones actuales y futuras generada por el retiro de fondos, el gasto por los Aportes Solidarios (y eventuales Pensiones Solidarias) sería más alto, impacto que se daría tanto en el corto como en el largo plazo'.