Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2020-11-17
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A12
Sección:   Vida - Ciencia - Tecnología - La Pandemia del Coronavirus
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Tanto el modelo de vacuna de Moderna como el de Pfizer se administran en dos inyecciones, con 28 días de diferencia. En la foto, una inoculación durante la primera etapa de ensayos de Moderna.
El Mercurio
Modelos contra covid-19 de Moderna y de Pfizer:
Las similitudes y diferencias entre las dos vacunas que lideran la carrera
Ambas mostraron una efectividad sobre 90% y se basan en la misma tecnología, pero lo que las distingue entre sí podría decidir quién llega primero.
Casi una semana después de que se conocieran datos esperanzadores sobre la vacuna contra el covid-19 de la empresa Pfizer, otra compañía estadounidense informa buenas noticias.

Ayer, la farmacéutica Moderna reveló que su potencial vacuna contra el SARS-CoV-2 mostró 94,5% de efectividad, según datos preliminares de un estudio con 30 mil personas.

Así, la empresa se pone junto a Pfizer (que informó 90% de efectividad en su prototipo) a la cabeza de la carrera por hallar una vacuna contra el coronavirus.

El nuevo análisis de Moderna se basó en un ensayo en el cual la mitad de los participantes recibió la vacuna y la otra mitad un placebo.

Al final, indicó la empresa, ocurrieron 95 infecciones, pero de ellas, solo cinco correspondieron a quienes fueron inoculados.

Además, los ensayos mostraron que la vacuna previno casos graves de covid-19. De los 95 infectados, 11 resultaron ser casos graves y los 11 ocurrieron en el grupo placebo.

Esto quiere decir que no solo se infectaron menos personas en el grupo vacunado, sino que además no hubo ningún enfermo de gravedad en ese grupo.

'Eso indica que casi el 95% de los vacunados no se enfermarían al recibir la vacuna, pero hay que tomar en cuenta que el estudio se hizo en un tiempo corto, por lo tanto, no sabemos cuánto tiempo dura esa protección, y lo mismo ocurre en la vacuna de Pfizer', advierte Vivian Luchsinger, viróloga del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Universidad de Chile.

'Además, hay un 5% que se enfermó, y hay que ver cuáles son las características de ellos', añade.

Flavio Salazar, subdirector del Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia (IMII), añade: 'Lo único que muestran los estudios de estas dos compañías es que la vacuna generaría protección en la gran mayoría de las personas, pero en ambos casos nos falta saber cuánto tiempo nos van a proteger y si funcionan igual para todo el mundo, y eso es lo que determinaría cuál es la mejor'.

Ambos modelos de vacunas utilizan una novedosa tecnología conocida como ARN mensajero, la cual hace que las células produzcan la proteína espiga (o spike, que le da su forma característica) del coronavirus. Esto, con el fin de que ella sea reconocida por el organismo y este levante anticuerpos.

Pero pese a las similitudes, existen varias diferencias que podrían jugar un rol en la carrera por la vacuna. Luchsinger cree que una ventaja clave de Moderna es que su vacuna no necesita almacenamiento ultrafrío como la de Pfizer, lo que facilita su distribución.

Moderna ha indicado que su producto permanece estable durante 30 días a temperatura estándar de un refrigerador a -4 ºC. La vacuna de Pfizer, en cambio, debe almacenarse a -80 ºC, una temperatura típica de un invierno antártico.

'Llama la atención que ambas usen la misma tecnología, pero requieran temperaturas distintas de almacenamiento', dice Luchsinger.

'Probablemente, la de Moderna contiene algún estabilizante que le permite estar a temperaturas mayores, algo que no ha sido aclarado, pero que de ser así, me parece que es una ventaja, porque no todos los países cuentan con la tecnología que requiere la de Pfizer', añade.

Capacidades

Pero Salazar duda de que esto haga realmente una diferencia sobre la disponibilidad a futuro.

'Creo que lo que va a definir cuál será la primera vacuna son los datos de su efectividad con más detalle, no la temperatura, porque si la de Pfizer resultara ser la mejor, seguramente se van a establecer esas capacidades, al menos en las ciudades grandes', opina el especialista.

Por otro lado, Moderna ya informó que sus ensayos incluyen a adultos mayores y enfermos crónicos, algo que Pfizer aún no ha confirmado.

A juicio de Luchsinger, esto sugiere que el modelo de Moderna correría con la ventaja de ser útil para grupos vulnerables, un dato que debe ser confirmado, aclara.

'Porque tampoco sabemos si el 5% que se enfermó corresponde a adultos mayores, por ejemplo', comenta la experta.

Otra diferencia entre las vacunas es que la de Pfizer sería más económica: US$ 20 por dosis (unos $15 mil), versus los US$ 37 que costaría la de Moderna ($28 mil).

En todo caso, ambos especialistas califican como positivo lo que se ha logrado hasta ahora.

'Que tengamos dos prototipos muy prometedores en menos de un año es una gran noticia, aunque eso no significa que la vacuna estará disponible este mismo año, porque faltan muchas dudas por resolver', puntualiza Salazar.

Hasta ahora, Moderna es la única de las vacunas más avanzadas que no tiene previsto realizar estudios en Chile, ni tampoco ha firmado un acuerdo de suministro para el país.

Pfizer, en tanto, ya aseguró 10 millones de dosis para el Gobierno de Chile, tras una autorización del Instituto de Salud Pública, sujeta al éxito de los ensayos de la farmacéutica.

Recuadro
- Llamado a la cautela

Ambos especialistas destacan el hecho de que ninguno de los resultados de efectividad de estas dos vacunas han sido publicados aún en ninguna revista científica ni han sido revisados por pares. Por eso, ellos llaman a la cautela. 'Los resultados que tenemos hasta ahora no significan que en un par de meses nuestra vida volverá a ser como antes, porque no sabemos por cuánto tiempo nos va a proteger la vacuna, ni si funciona igual para todos, así que lo mejor es tomarlo con cautela', comenta Luchsinger, una postura que Salazar comparte.

Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, recordó que 'desde el comienzo de la pandemia sabíamos que una vacuna sería esencial para controlarla. Pero es importante enfatizar que una vacuna complementará las otras herramientas que tenemos, no las reemplazará'.
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JANINA MARCANO-