Niños de entre 4 y 12 años son el foco de un plan piloto realizado en seis comunas de la Región Metropolitana (Pudahuel, Estación Central, Peñalolén, Providencia, Melipilla y Santiago), con la participación de 480 familias de 19 establecimientos educacionales y cuyo objetivo principal es reducir, en un futuro, el riesgo de consumo problemático de drogas en jóvenes.

El director social de la fundación San Carlos de Maipo, Raúl Perry, afirma que el programa Parent Management Training Oregon Model (PMTO), avalado por experiencia internacional, apunta al fortalecimiento de habilidades de los padres.

'Se busca reducir prácticas parentales coercitivas y aumentar las positivas', señala.

Perry sostiene que mediante este cambio no solo se potencia un desarrollo saludable de los niños y adolescentes, 'lejos de la delincuencia y las drogas', sino que 'también se construye una familia con más herramientas, que construye un futuro prometedor'.

Además, asegura que todo está garantizado por la evidencia y la implementación del programa en otros países, lo que a largo plazo también reduce los índices de pobreza de las familias.

Este plan fue impulsado por la fundación a principios de año y luego fue conocido por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), que realizó una licitación y en octubre comenzó con el plan piloto, enmarcado en la iniciativa 'Elige vivir sin drogas'.

Testimonios
Como ya concluyeron las diez sesiones con las familias, próximamente realizarán una fase de evaluación para verificar la funcionalidad del plan y ver la posibilidad de expandirlo a otras comunas del país.

Solange A. (34) participó de la primera etapa con su hija. Dice que se enteró porque les notificaron en su colegio y se inscribió porque el año pasado quedó preocupada cuando la menor llevó a la casa un útil escolar que no le pertenecía. Afirma que si bien la niña de ocho años no es problemática, 'el programa te ayuda a poner parámetros y límites ahora, para mejorar la relación y que a futuro no haya problemas'. Agrega que la pequeña 'ahora tiene límites, recompensas, cosas que ahora se tiene que ganar, no todo está por sentado, y hay consecuencias si no cumple con responsabilidades. Eso deja en el niño una mirada', valora, y además rescata que 'aprendí a conocerme y autocontrolarme. Es decir, autocontrolar nuestras emociones para no traspasarlas a nuestros hijos'.

Impacto duradero
El director de Senda, Carlos Charme, dice que esperan generar un impacto duradero con este tipo de fórmulas: 'Los cambios conductuales en estas áreas no son inmediatos, pero repercuten en los comportamientos individuales, como el involucramiento positivo entre padres e hijos o el desarrollo de las habilidades prosociales de los niños'.

El abogado agrega que, tras la evaluación, verán la posibilidad de expandirlo al resto del país, 'siempre pensando que nuestros programas están encaminados por resultados basados en evidencia'.