Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2021-01-18
Tipo:   Suplemento
Página(s):   6
Sección:   Suplemento
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En el fundo Miraflores, en Huichahue, Región de La Araucanía, el trigo está a punto de ser cosechado.
El Mercurio - Revista del Campo
Trigo, buenos precios, pero dudas en la producción
La fuerte demanda internacional, potenciada por China, mantendría los valores firmes en la cosecha. Sin embargo, la falta de lluvias podría mermar los rendimientos.
Ha sido un comienzo lento. Recién estamos partiendo con la cosecha del trigo, una semana más tarde que lo habitual", afirma Sebastián Naveillán, agricultor de Traiguén, en la Región de La Araucanía, y presidente de la Asociación de Agricultores del Malleco.

El dirigente del histórico "granero de Chile" explica que en la temporada 2020-2021 las precipitaciones han sido caprichosas. Las fuertes lluvias invernales retrasaron la siembra, luego vino una primavera muy seca, pero llegado el verano, y cuando la trilla estaba a punto de partir, cayó una lluvia que demoró el ingreso de las maquinarias cosechadoras a los campos.

Con todo, explica que el trigo se mantuvo una presencia importante en Malleco en esta temporada. Los precios firmes durante 2020 y los problemas productivos de otros cultivos impulsaron la siembra de trigo. Según la última encuesta de intenciones de siembra del INE y Odepa, la superficie de trigo en Chile en la temporada 2020-2021, tanto harinero como candeal, subirla 6%, llegando a un total de 217.000 hectáreas. De este total, unas 192.000 hectáreas corresponden a trigo harinero. En un mundo perfecto, en que no hay problemas climáticos, eso significa una producción de 1.150.000 toneladas. Sin embargo, esta temporada hay que considerar la falta de lluvias, además de algunas heladas en la precordillera de Nuble y La Araucana, y la existencia de algunas precipitaciones estivales en la zona sur del país. En todo caso, el resultado final se sabrá en unas semanas más. La partida de Traiguén la semana pasada marca el inicio de la trilla en la Región de La Araucanía, el corazón ce-realero de Chile.

BUENOS PRECIOS EN LA PARTIDA

En diciembre, los molinos de la zona central publicaron los primeros precios para la compra de trigo. Según datos de Cotrisa, en la Región Metropolitana los precios partieron la temporada en torno a los $21.600 el quintal para los trigos fuertes, 21.000 el quintal para los intermedios y $20.500 el quintal para los débiles. Lo relevante es que esos precios superan en 10,7% a los registrados al inicio de la temporada anterior.

La explicación del alza pasa por los mayores costos de importación del cereal, producto del incremento en los precios internacionales. Por ejemplo, el precio del trigo pan argentino a inicios de diciembre llegó a US$ 250 la tonelada, US$ 25 más que a la misma fecha de 2019. El único freno al alza está dado por la baja del dólar frente al peso en los últimos meses.

"Es importante destacar que, hasta la fecha, los precios internos se encuentran adecuadamente relacionados con las paridades de importación de trigos homologables en calidad, por lo que no ha sido necesario que Cotrisa publique precios de compra y realice compras de trigo a pequeños productores nacionales del cereal", afirma Eduardo Zañartu, gerente general de Cotrisa. La producción chilena solo logra suplir la mitad de la demanda de los molinos locales, por eso el precio depende de lo que pase fuera de las fronteras. Las señales han sido favorables para los agricultores.

Durante 2020 el precio del trigo se vio sostenido por un alza de la demanda asociada a los encierros en las casas de las personas, debido al coronavirus. También los gobiernos tomaron un papel más activo asegurando la compra o limitando las exportaciones, pues el trigo se considera un alimento estratégico, más aún en situaciones de incertidumbre internacional.

El clima también ha jugado en contra de la producción mundial de trigo. Los inversionistas han tomado nota.

Josefina Jolly, analista de mercado de la consultora argentina FYO, explica que a inicios de la semana pasada el 98,4% de la superficie de trigo en Argentina ya estaba cosechada. Los resultados son llamativos, inicialmente se esperaba una cosecha de 20 millones de toneladas, pero a inicios de enero la proyección bajó a solo 17 millones de toneladas. "La sequía afectó mucho en las regiones del norte, además de Entre Ríos y Córdoba", argumenta.

Jolly agrega que los mercados internacionales también han recibido el impulso de la creciente demanda de China. En los últimos cinco meses ese país ha tenido una fuerte importación, que se estima que ya está en cerca de 9 millones de toneladas de trigo anuales, 4 millones más que lo habitual en los últimos años. De hecho, hay que retroceder a mediados de la década de los 90 para ver un volumen similar de importación. El USDA, en un informe liberado la semana pasada, estima que para la temporada 2020-2021 el consumo de trigo de China llegará a 25 millones de toneladas, 32% más que el ano pasado. La razón es el reemplazo de maíz en la alimentación animal, pues el grano se ha vuelto muy caro. Ricardo Baccarin, presidente de la consultora Panagricola, lo resume en una frase: "Parece que han vuelto los commodities. No estamos al nivel del super ciclo de los commodities, pero estamos cerca. Hay un cóctel de mayor consumo, stocks ala baja, baja del dólar y las compras de China que impulsa el alza".

Baccarin proyecta que el primer trimestre de 2020, es decir, en plena venta de la cosecha chilena, el precio estaría estable. A finales de marzo habría novedades, con la evaluación de cómo emergen los trigos invernales en el hemisferio norte y cuánto trigo primaveral se sembrará.

ALZA DE COSTOS

Sin embargo, no todo son buenas noticias para los agricultores. Los costos este año han ido para arriba. "Los agroquímicos, la maquinaria y los fertilizantes se mueven según el dólar. Cuando los productores hicieron las compras a inicios de la temporada, esa moneda estaba en tomo a los $800, pero con el paso de los meses ha bajado. Mi estimación es que los costos son cerca de 15% más altos que en el año pasado. José Tomás Letelier, corredor de trigo, agrega que la primavera seca bajaría los rendimientos.

"Vamos a tener buena calidad por la falta de lluvia. Sin embargo, va a impactar en la producción. Hace cinco años que tenemos primaveras secas. Si antes perdíamos 20% a 25% del trigo porque se tendía, debido a las precipitaciones, hoy la escasez del agua es lo que merma los rendimientos", sentencia Letelier.


Recuadro
32% aumentó China su consumo de trigo en el último año.

250 dólares el quintal fue el costo de internación del trigo argentino en diciembre.
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EDUARDO MORAGA VÁSQUEZ-