Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2021-01-31
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Tipo: Suplemento
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Página(s): 6
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Sección: Suplemento
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Centimetraje: 18x21
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Pie de Imagen
PATRIMONIO. El 7,4 por ciento de la superficie de Chile corresponde a humedales.
BATUCO. Esta laguna es lo que queda de un complejo de humedales.
MANTAGUA. Considerado uno de los humedales más diversos del país.
LOS HUMEDALES que no hay que. perderse
Los humedales ganan cada vez más popularidad como destino entre los aficionados a la naturaleza, pero también corren riesgos debido a la sobrexplotación y al desarrollo malentendido. Esta semana se conmemora el día internacional de estos ecosistemas, y lo celebramos con estas recomendaciones.
Dos fotógrafos de aves lo saben bien: los humedales en Chile (y en el mundo) son escenario ideal para la observación de especies que se concentran en estos ecosistemas principalmente acuáticos, porque son refugios, como si fueran islas llenas de biodiversidad, y que en general son pasados por alto por muchos otros aficionados a la naturaleza. Por zesconocimiento, desde luego.
La misma razón que hace que algunos de estos sistemas naturales estén amenazados por proyectos urbanísticos que terminan drenándolos y, con ello, llevándose por delante todo lo que vive ahí.
En Chile, hay cerca de 5,6 millones de hectáreas de humedales, lo que equivale al 7,4 por ciento de la superficie del país, según datos del Proyecto GEF Humedales Costeros (GefHumedales.mma.gob.cl), una iniciativa para mejorar el estado de conservación y manejo sustentable de los ecosistemas costeros, impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente, con financiamiento del Global Environment Facility (GEF), en alianza con ONU Medio Ambiente.
Una tarea significativa, considerando que, según un reporte publicado en 2018, desde comienzos del siglo XX se ha perdido un 64 por ciento de los humedales del planeta. Y en ese estudio, elaborado por Ramsar (la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional), Latinoamérica es la región con la mayor caída. Unas cifras lamentables, que adquieren más sentido cuando uno ve en terreno lo que podríamos perdernos. Por ejemplo, en sitios como estos.
Lluta:
El principal del norte
Al norte de Arica, la desembocadura del Río Lluta es una experiencia. Considerado el principal humedal costero de ese extremo del país, es la estación de descanso clave para las aves que migran por la costa del Pacífico, y que vienen desde el hemisferio norte, en unas travesías tan impresionantes como agotadoras (una estimación indica que 4 de cada 10 aves migratorias que visitan Chile pasan por aquí). Este humedal de 715 hectáreas sirve de refugio para 130 especies de aves. Un número significativo: eso implica el 30 por ciento de todas las especies descritas en nuestro país.
Y, como si fuera un oasis, es también una de las pocas áreas con vegetación nativa en una región donde predomina la aridez. Con todo eso, no es raro que la quebrada del río Lluta y su desembocadura estén incluidas en el Libro Rojo de los Sitios Prioritarios para la Conservación de la Diversidad Biológica en Chile.
El Yali:
Una reserva variada
A poco más de 37 kilómetros de Santo Domingo, en la Región de Valparaíso, las 520 hectáreas de la Reserva Nacional El Yali se dividen en tres sectores: las lagunas Matanza, Colejuda y Costera o Albufera, y da refugio a casi el 25 por ciento de las especies que se pueden avistar en el país (incluyendo varias especies migratorias). Por eso mismo, la Convención Ramsar cuenta a este humedal entre los de "Importancia Internacional", y destaca especialmente su rol en la protección de aves acuáticas.
Algo que uno puede apreciar en la laguna Albufera y en el estero El Yali, donde es posible observar cisnes de cuello negro, pilpilenes, coscorobas y flamencos, entre otros.
El Yali es también un buen sitio para intentar avistar a una de las aves más bonitas de nuestro país: el sietecolores.
Mantagua:
Una fama poco feliz
Al norte de Concón, a 17 kilómetros de esta localidad, el humedal de Mantagua es considerado uno de los sitios con mayor diversidad en Chile, gracias a su ecosistema alimentado esencialmente por agua dulce proveniente de napas subterráneas y el aporte de un 20 por ciento de agua salada que dejan las marejadas costeras. Con una gran variedad de aves residentes (al menos 53 especies se han registrado), a este sector de la Región de Valparaíso llegan también una buena cantidad de ejemplares migratorios que vuelan desde América del Norte, y entre las que se cuenta la emblemática gaviota de Franklin, que escapa del frío boreal de Canadá.
Este humedal incluye otro ecosistema, lamentablemente más conocido por la presión inmobiliaria y por noticias en tribunales que por la conservación: las dunas de Ritoque. Y ya en el borde costero mismo, al sur de la playa de Rítoque, está la albufera, un sector de características similares al humedal, pero en este caso alimentado principal por agua salada.
Batuco:
Encuentros cercanos
Antiguamente, entre las comunas de Quilicura y Lampa, existía un complejo de humedales del que solo sobrevive la laguna de Batuco (a poco más de 30 kilómetros de Santiago), posiblemente uno de los sitios predilectos de la creciente comunidad de fotógrafos de aves en Chile.
Tras la compra de 300 hectáreas por parte de la Fundación San Carlos de Maipo, se logró rescatar esta laguna, que corría el riesgo de ser drenada definitivamente para ejecutar proyectos industriales, agrícolas o residenciales, como ocurrió con otros humedales de la zona. Una decisión trascendental, porque el de Batuco tiene la mayor diversidad de avifauna de la Región Metropolitana, incluyendo al rinconero, la única especie de pato parásito en el mundo (pone sus huevos en nidos ajenos). Además, los pastizales que bordean la laguna son el sitio de invernada más importante para el ganso cordillerano, mientras que en el totoral —extensión más grande en el humedal— hay colonias de garzas y taguas.
En este humedal también se pueden ver loicas, diucas, chincoles y tencas. Y eso seguirá así gracias a los programas de conservación desarrollados con la asesoría de Nature Conservancy.
Queule:
El tesoro de La Araucanía
El río Queule, que desemboca al mar en la caleta del mismo nombre, es actualmente uno de los hitos claves en un muy
recomendable programa turístico fluvial de la Región de La Araucanía llamado Toltén Navegable (ToltenNavegable.cl), al que aporta cultura local y, desde luego, humedales.
Según un catastro de estos ecosistemas hecho en 2020,1a comuna de Toltén tiene sobre 1.800 hectáreas de humedales, y la cuenca del Queule es la que concentra la mayor cantidad de estos, donde se pueden apreciar lagunas costeras de agua dulce como Patagua y Tromén; ríos y arroyos permanentes como Boldo y Boroa, y pantanos de agua dulce como las praderas inundadas de Toltén sur, además de humedales boscosos (como los bosques de temo y pitra a orillas del río Boroa). Pero los hitos claves aquí son la playa Agua de las Niñas y la laguna del río Queule, donde se puede observar todo tipo de flora y fauna (y tiene algo de infraestructura turística, donde comer y pasar la noche).
Chepu:
La gran reserva chilota
Lo trascendental de Chepu, en la Isla Grande de Chiloé, se explica fácil: es parte del ecosistema clave para garantizar la disponibilidad de agua en este territorio. Además de la protección a una notable variedad de especies, su red hídrica nace en la cordillera del Piuchén, donde se encuentra otro ecosistema clave, las turbe-ras, esenciales como reservorios de agua dulce para la isla.
El humedal de la cuenca del río Chepu abarca poco más de 2.900 hectáreas (repartidas entre las comunas de Ancud y Dalcahue), y está categorizado como "santuario de la naturaleza". Lo que se explica, aparte de lo ya dicho, porque se pueden ver, en sitios como la laguna Coluco, la colonia más grande en Chiloé de la gaviota cáhuil. Además, en las proximidades de los ríos Chepu, Puntra y Negro se pueden apreciar más de 250 especies de flora, lo que es solo una muestra de su amplia biodiversidad.
Bahía Lomas:
En el fin del mundo
En plena costa norte de la Tierra del Fuego, el humedal de Bahía Lomas es el "santuario de la naturaleza" (esa es su categoría de protección) más austral de nuestro país, y es además otro de los sectores claves para las aves migratorias que llegan hasta el hemisferio sur.
Con sus casi 59 mil hectáreas de superficie, es también un ambiente esencial para una gran variedad de aves playeras, incluyendo especies como el playero ártico, que recorre —en cada invierno del hemisferio norte— más de 8 mil kilómetros a lo largo de las costas del Atlántico hasta alcanzar este punto, donde hay una gran concentración de ejemplares. De hecho, es su sitio de invernada más importante en Sudamérica. Pero hay más: en este humedal también se puede observar al zara-pito de pico recto, al playero de lomo blanco, a los chorlos de Magallanes y de doble collar, al pilpilén austral y al halcón peregrino.
Recuadro
UN DÍA PARA NO OLVIDAR
El martes 2 de febrero es el Día Internacional de los Humedales, y esa fecha se está conmemorando en nuestro país con la Semana de los Humedales 2021, con más de 40 actividades a lo largo del país, que culminarán el próximo viernes 5 de febrero. Y todo para visibilizar la situación de estos ecosistemas. La Semana (coordinada por el Proyecto GEF Humedales Costeros, y que involucra a una veintena de organismos especializados en el tema) incluye desde charlas hasta concursos. Todo con el fin de integrar a la comunidad (sobre todo a los sectores que viven cerca de los humedales), a involucrarse en su protección. Para eso, además se lanzará una nueva alianza entre el Ministerio del Medio Ambiente y la Red de Ciencia Ciudadana iNaturalist, que promoverá que las personas aporten al registro de biodiversidad en los humedales nacionales, creando un "mapeo" colectivo de las especies en cada territorio. Una experiencia que se desarrolló a partir de la propuesta de National Geographic y la Academia de Ciencias de California, que están promoviendo este tipo de iniciativas en diversos lugares del mundo. Más información sobre la Semana de los Humedales en el sitio web: GefHumedales.mmagob.cl
Nex Prensa Escrita
LOS HUMEDALES que no hay que. perderse
Los humedales ganan cada vez más popularidad como destino entre los aficionados a la naturaleza, pero también corren riesgos debido a la sobrexplotación y al desarrollo malentendido. Esta semana se conmemora el día internacional de estos ecosistemas, y lo celebramos con estas recomendaciones.
Dos fotógrafos de aves lo saben bien: los humedales en Chile (y en el mundo) son escenario ideal para la observación de especies que se concentran en estos ecosistemas principalmente acuáticos, porque son refugios, como si fueran islas llenas de biodiversidad, y que en general son pasados por alto por muchos otros aficionados a la naturaleza. Por zesconocimiento, desde luego.
La misma razón que hace que algunos de estos sistemas naturales estén amenazados por proyectos urbanísticos que terminan drenándolos y, con ello, llevándose por delante todo lo que vive ahí.
En Chile, hay cerca de 5,6 millones de hectáreas de humedales, lo que equivale al 7,4 por ciento de la superficie del país, según datos del Proyecto GEF Humedales Costeros (GefHumedales.mma.gob.cl), una iniciativa para mejorar el estado de conservación y manejo sustentable de los ecosistemas costeros, impulsada por el Ministerio de Medio Ambiente, con financiamiento del Global Environment Facility (GEF), en alianza con ONU Medio Ambiente.
Una tarea significativa, considerando que, según un reporte publicado en 2018, desde comienzos del siglo XX se ha perdido un 64 por ciento de los humedales del planeta. Y en ese estudio, elaborado por Ramsar (la Convención sobre los Humedales de Importancia Internacional), Latinoamérica es la región con la mayor caída. Unas cifras lamentables, que adquieren más sentido cuando uno ve en terreno lo que podríamos perdernos. Por ejemplo, en sitios como estos.
Lluta:
El principal del norte
Al norte de Arica, la desembocadura del Río Lluta es una experiencia. Considerado el principal humedal costero de ese extremo del país, es la estación de descanso clave para las aves que migran por la costa del Pacífico, y que vienen desde el hemisferio norte, en unas travesías tan impresionantes como agotadoras (una estimación indica que 4 de cada 10 aves migratorias que visitan Chile pasan por aquí). Este humedal de 715 hectáreas sirve de refugio para 130 especies de aves. Un número significativo: eso implica el 30 por ciento de todas las especies descritas en nuestro país.
Y, como si fuera un oasis, es también una de las pocas áreas con vegetación nativa en una región donde predomina la aridez. Con todo eso, no es raro que la quebrada del río Lluta y su desembocadura estén incluidas en el Libro Rojo de los Sitios Prioritarios para la Conservación de la Diversidad Biológica en Chile.
El Yali:
Una reserva variada
A poco más de 37 kilómetros de Santo Domingo, en la Región de Valparaíso, las 520 hectáreas de la Reserva Nacional El Yali se dividen en tres sectores: las lagunas Matanza, Colejuda y Costera o Albufera, y da refugio a casi el 25 por ciento de las especies que se pueden avistar en el país (incluyendo varias especies migratorias). Por eso mismo, la Convención Ramsar cuenta a este humedal entre los de "Importancia Internacional", y destaca especialmente su rol en la protección de aves acuáticas.
Algo que uno puede apreciar en la laguna Albufera y en el estero El Yali, donde es posible observar cisnes de cuello negro, pilpilenes, coscorobas y flamencos, entre otros.
El Yali es también un buen sitio para intentar avistar a una de las aves más bonitas de nuestro país: el sietecolores.
Mantagua:
Una fama poco feliz
Al norte de Concón, a 17 kilómetros de esta localidad, el humedal de Mantagua es considerado uno de los sitios con mayor diversidad en Chile, gracias a su ecosistema alimentado esencialmente por agua dulce proveniente de napas subterráneas y el aporte de un 20 por ciento de agua salada que dejan las marejadas costeras. Con una gran variedad de aves residentes (al menos 53 especies se han registrado), a este sector de la Región de Valparaíso llegan también una buena cantidad de ejemplares migratorios que vuelan desde América del Norte, y entre las que se cuenta la emblemática gaviota de Franklin, que escapa del frío boreal de Canadá.
Este humedal incluye otro ecosistema, lamentablemente más conocido por la presión inmobiliaria y por noticias en tribunales que por la conservación: las dunas de Ritoque. Y ya en el borde costero mismo, al sur de la playa de Rítoque, está la albufera, un sector de características similares al humedal, pero en este caso alimentado principal por agua salada.
Batuco:
Encuentros cercanos
Antiguamente, entre las comunas de Quilicura y Lampa, existía un complejo de humedales del que solo sobrevive la laguna de Batuco (a poco más de 30 kilómetros de Santiago), posiblemente uno de los sitios predilectos de la creciente comunidad de fotógrafos de aves en Chile.
Tras la compra de 300 hectáreas por parte de la Fundación San Carlos de Maipo, se logró rescatar esta laguna, que corría el riesgo de ser drenada definitivamente para ejecutar proyectos industriales, agrícolas o residenciales, como ocurrió con otros humedales de la zona. Una decisión trascendental, porque el de Batuco tiene la mayor diversidad de avifauna de la Región Metropolitana, incluyendo al rinconero, la única especie de pato parásito en el mundo (pone sus huevos en nidos ajenos). Además, los pastizales que bordean la laguna son el sitio de invernada más importante para el ganso cordillerano, mientras que en el totoral —extensión más grande en el humedal— hay colonias de garzas y taguas.
En este humedal también se pueden ver loicas, diucas, chincoles y tencas. Y eso seguirá así gracias a los programas de conservación desarrollados con la asesoría de Nature Conservancy.
Queule:
El tesoro de La Araucanía
El río Queule, que desemboca al mar en la caleta del mismo nombre, es actualmente uno de los hitos claves en un muy
recomendable programa turístico fluvial de la Región de La Araucanía llamado Toltén Navegable (ToltenNavegable.cl), al que aporta cultura local y, desde luego, humedales.
Según un catastro de estos ecosistemas hecho en 2020,1a comuna de Toltén tiene sobre 1.800 hectáreas de humedales, y la cuenca del Queule es la que concentra la mayor cantidad de estos, donde se pueden apreciar lagunas costeras de agua dulce como Patagua y Tromén; ríos y arroyos permanentes como Boldo y Boroa, y pantanos de agua dulce como las praderas inundadas de Toltén sur, además de humedales boscosos (como los bosques de temo y pitra a orillas del río Boroa). Pero los hitos claves aquí son la playa Agua de las Niñas y la laguna del río Queule, donde se puede observar todo tipo de flora y fauna (y tiene algo de infraestructura turística, donde comer y pasar la noche).
Chepu:
La gran reserva chilota
Lo trascendental de Chepu, en la Isla Grande de Chiloé, se explica fácil: es parte del ecosistema clave para garantizar la disponibilidad de agua en este territorio. Además de la protección a una notable variedad de especies, su red hídrica nace en la cordillera del Piuchén, donde se encuentra otro ecosistema clave, las turbe-ras, esenciales como reservorios de agua dulce para la isla.
El humedal de la cuenca del río Chepu abarca poco más de 2.900 hectáreas (repartidas entre las comunas de Ancud y Dalcahue), y está categorizado como "santuario de la naturaleza". Lo que se explica, aparte de lo ya dicho, porque se pueden ver, en sitios como la laguna Coluco, la colonia más grande en Chiloé de la gaviota cáhuil. Además, en las proximidades de los ríos Chepu, Puntra y Negro se pueden apreciar más de 250 especies de flora, lo que es solo una muestra de su amplia biodiversidad.
Bahía Lomas:
En el fin del mundo
En plena costa norte de la Tierra del Fuego, el humedal de Bahía Lomas es el "santuario de la naturaleza" (esa es su categoría de protección) más austral de nuestro país, y es además otro de los sectores claves para las aves migratorias que llegan hasta el hemisferio sur.
Con sus casi 59 mil hectáreas de superficie, es también un ambiente esencial para una gran variedad de aves playeras, incluyendo especies como el playero ártico, que recorre —en cada invierno del hemisferio norte— más de 8 mil kilómetros a lo largo de las costas del Atlántico hasta alcanzar este punto, donde hay una gran concentración de ejemplares. De hecho, es su sitio de invernada más importante en Sudamérica. Pero hay más: en este humedal también se puede observar al zara-pito de pico recto, al playero de lomo blanco, a los chorlos de Magallanes y de doble collar, al pilpilén austral y al halcón peregrino.
UN DÍA PARA NO OLVIDAR
El martes 2 de febrero es el Día Internacional de los Humedales, y esa fecha se está conmemorando en nuestro país con la Semana de los Humedales 2021, con más de 40 actividades a lo largo del país, que culminarán el próximo viernes 5 de febrero. Y todo para visibilizar la situación de estos ecosistemas. La Semana (coordinada por el Proyecto GEF Humedales Costeros, y que involucra a una veintena de organismos especializados en el tema) incluye desde charlas hasta concursos. Todo con el fin de integrar a la comunidad (sobre todo a los sectores que viven cerca de los humedales), a involucrarse en su protección. Para eso, además se lanzará una nueva alianza entre el Ministerio del Medio Ambiente y la Red de Ciencia Ciudadana iNaturalist, que promoverá que las personas aporten al registro de biodiversidad en los humedales nacionales, creando un "mapeo" colectivo de las especies en cada territorio. Una experiencia que se desarrolló a partir de la propuesta de National Geographic y la Academia de Ciencias de California, que están promoviendo este tipo de iniciativas en diversos lugares del mundo. Más información sobre la Semana de los Humedales en el sitio web: GefHumedales.mmagob.cl
Pais: Chile
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Región: Metropolitana de Santiago
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Fecha: 2021-01-31
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Tipo: Suplemento
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Página(s): 6
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Sección: Suplemento
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Centimetraje: 18x21
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