…_ _ _… es la simbología que expresa el código que utilizan las embarcaciones y personas para pedir ayuda, es el mundialmente conocido SOS. Es un grito de auxilio comunicado en una señal, la que puede ser reconocida solo en el caso que exista alguien que la pueda recibir y descifrar. Lamentablemente, hay veces en que no hay nadie que escuche el llamado, tal como ocurrió en un bosque aislado en Lebu, donde un niño sufrió un ataque terrible que terminó con su vida. Él pidió por auxilio, ahí donde ya nadie pudo dárselo. Esta tragedia se amplifica al pensar que el año pasado Fiscalía informó que 20.400 niños/as menores de edad fueron víctimas de violencia sexual. Cifra a la que se le debería agregar que al menos un 50% del total de este tipo de delitos jamás son denunciados.
Así como hay señales que significan auxilio para los navegantes en problemas, también las hay para identificar abusos sexuales. Hay síntomas y signos concretos asociados a este tipo de violencia que pueden ser pesquisados en los controles sanos de salud, controles dentales, servicios de urgencia, salas cuna, jardines y colegios. En estos y otros lugares hay profesionales y técnicos que si estuvieran bien capacitados podrían aportar con la información necesaria para activar las alarmas, tanto en las oficinas de protección de derechos, como en las policías y el poder judicial. Programas efectivos de pesquisaje ya se han implementado en otros países e incluso existen experiencias a nivel local, pero sin la evaluación ni escala necesaria.
Para bajar las tasas de los abusos sexuales en niños, niñas y adolescentes se necesita urgentemente capacitar a todo profesional y técnico que tenga contacto con ellos, para que así puedan identificar las señales que se manifiestan cuando hay una situación de maltrato y/o riesgo de vulneración. Es fundamental que sean capaces de interpretar estos signos adecuadamente, de manejar la situación con respeto a los derechos de los afectados y también para que puedan recolectar la evidencia necesaria que permita y facilite las consecuentes pericias que se gatillarán gracias a su auxilio. Que así como el SOS es reconocido por los marineros, los síntomas asociados a delitos sexuales sean para todos los que trabajan con niños, niñas y adolescentes, un llamado de auxilio fuerte y claro al que hay que atender de manera inmediata. Si bien todavía no sabemos si en el caso de Lebu hubo o no señales previas, ya sabemos que en millones de otros casos sí. …_ _ _...
Por Rafael Rodríguez, Jefe del área de Estudios y Desarrollo de Fundación San Carlos de Maipo.